En Plaza España y Parque Saavedra los vecinos salen a reclamar seguridad

Cansados de los constantes asaltos que padecen desde hace poco más de un mes, un grupo de vecinos de 68 entre 5 y 6 se juntaron en la vía pública con el objetivo de visibilizar su reclamo por más seguridad.

Como la mayoría de los platenses que sufren el azote de los delincuentes y habitan el casco urbano o la periferia, la comunicación entre ellos es constante. Para ese fin, crearon un grupo de WhatsApp y colocaron hace poco una alarma comunitaria, que suelen utilizar cuando observan gente sospechosa circulando por el área. Entraderas, atracos callejeros, arrebatos y asaltos en comercios a mano armada. “Acá no falta ningún tipo” de modalidad de robo, contaron. Por otra parte, manifestaron que la cercanía con la Zona Roja también plantea un problema. Desafiando al calor extremo, conversaron con EL DIA y expresaron que cuatro individuos los tienen a mal traer: tres jóvenes y una mujer, que suelen hacer “rondines” por la zona en busca de víctimas.

“Suelen pasar varias veces por la cuadra hasta en contramano y también por las que cruzan, viendo si encuentran algún peatón o alguien entrando a la casa”, le aseguró uno de los vecinos a este diario. Los cuatro andan en moto y en parejas. Por lo general, atacan los domingos entre las 19 y las 22 y escapan sin más.

Para los frentistas el hecho de que ya no se vean móviles de la policía patrullando la calle “es clave para que estos casos se multipliquen”. Asimismo, piden en la zona por el despunte de “árboles que tapan las luminarias” ya que “hay sectores de la vereda en los que no se ve nada y eso facilita el trabajo” de los delincuentes.

DE VÍCTIMAS A JUSTICIEROS

En la esquina de 6 y 68 se emplaza el almacén “La Negra Superpoderosa”, y allí el año pasado “entraron a robar por lo menos en cuatro oportunidades”, afirmaron. Aunque los casos más violentos suelen suceder en plena vía pública. El más cercano tuvo lugar apenas dos días atrás, a las 21 horas, culminó con un ladrón aprehendido y tiene relación directa con otro hecho anterior. Según detallaron quienes participaron del incidente, todo comenzó con un arrebato ocurrido a mediados del año. “La chica a la que le habían robado en junio reconoció la campera que tenía puesta el chorro como propia, así que empezó a gritar”, explicó Guillermo. En pocos segundos la vecindad salió de sus casas y entre cuatro intentaron capturarlo.

En la zona de 67 entre 9 y 10, la delincuencia recrudeció entre abril y septiembre

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Después de que los propios frentistas lo redujeron, la Policía llegó al lugar para trasladarlo a la dependencia. No obstante, antes de abandonar la escena el sujeto los miró uno por uno y les juró que volvería para vengarse de los presentes. “Les vi la cara a todos y voy a volver”, los amenazó. Asimismo, Cecilia sostuvo que “yo lo vi que andaba con una mujer, iban en moto y creemos que ella estaba armada. Se ve que la dejó cerca y ella terminó huyendo cuando se dio cuenta de lo que pasaba”.

En tanto, la semana anterior, a una joven “la agarraron mientras caminaba y la arrastraron de los pelos”, aseveró Nelly. “En la Comisaría nos dijeron que el problema viene desde la Zona Roja, porque los mismos que pasan a buscar la droga son los que nos terminan robando”, finalizó.

TAMBIÉN EN 67 ENTRE 9 Y 10

Por otra parte, Mara, una vecina de 67 y 10, refirió que “empezaron a retornar los patrullajes y a hacer operativos nocturnos después de que se viera nuestra problemática en los medios y le presentásemos una nota a las autoridades provinciales y municipales”. Y continuó: “Lo hacían todos los días, o casi todos. Por eso era efectivo. Ahora, desde hace un mes frenaron con esa medida y ayer ya retornaron los episodios”.

Mara sostuvo que “lo que no queremos es que la situación escale y se vuelva insostenible como lo fue tiempo atrás, donde los robos eran cosa de todos los días”.

La “epidemia” delictiva los tuvo a mal traer entre abril y septiembre de este año, donde registraron una serie de incidentes de diverso calibre. “No tenemos registrada la fecha exacta, fue a las 4 de la madrugada. Un ladrón intentó levantar el portón automático en la mitad de la cuadra, para robar una bicicleta que estaba a la vista. Al no poder, se dirigió a la esquina de 67 y 10, trepó la reja de una casa y sustrajo otra bicicleta, con la que huyó por calle 9”, se lee en el registro de abril.

En julio, “el día 13 a las 22.39 dos motochorros sorprendieron a un vecino cuando ingresaba a la vivienda, le dieron un culatazo y se llevaron sus pertenencias”.

Luego, en agosto, el jueves 22 a las 19.30 “un desconocido se hizo pasar por el hijo de una anciana para acceder a su propiedad. La víctima se percató de la mentira y lo puso en fuga”.