Tras el fracaso en la taquilla y las críticas mordaces, “Cats” lanza una versión “mejorada”

“Un esperpento fascinante”, definía una crítica de un prestigioso periódico estadounidense tras ver “Cats”, estrenada este fin de semana en Estados Unidos y ya convertida en un fenómeno en las redes, aunque no como el estudio que la produjo quisiera. Es que los tuiteros se mofan del desastre que es el filme, su historia y sus efectos, y mientras la cinta camina a paso firme hacia volverse una cinta de culto para consumo irónico, el estudio intenta una última resistencia: trabaja a contrarreloj en una versión que mejore los efectos visuales para reemplazar en los cines la copia actual.

La idea no tiene demasiados precedentes, aunque por otro lado, más allá de lo sorprendente, resulta bastante lógico para Universal intentar salvar una inversión de más de 100 millones de dólares, sin contar gastos en marketing. Por eso, el estudio notificó a miles de teatros en Estados Unidos que recibirán una versión actualizada del musical dirigido por Tom Hooper con algunos efectos en su animación por computadora mejorados.

El proyecto, que se estrena en Argentina el 9 de enero, nació torcido: ¿a alguien le iba a interesar hoy, en días de superhéroes, una superproducción sobre un exitoso pero muy extraño musical, interpretado por unos engendros mitad humanos mitad gatos?

Y pronto comenzaron los problemas: según el equipo, hubo mucha discusión de antemano para tratar de encontrar el mejor método para convertir a los actores en gatos para la película. El plan inicial era poner prótesis a los actores, pero pronto descubrieron problemas técnicos para mantener el pelo puesto y la producción no estaba contenta con su aspecto. Entonces, fueron animados.

Pero la reacción ante las primeras imágenes, mostradas hace algunos meses, fue unánime: el aspecto de los gatos era rarísimo, y se preparaba el terreno para el consumo irónico que ya se dio en algunos cines estadounidenses, con carcajadas y ovaciones en sorna.

Universal tomó nota de las críticas e intentó mejorar el aspecto de sus felinos titulares, involucrándose a fondo con el proceso de producción, contra los deseos del director: el mismo Hooper contó en la avant premiere que había terminado de editar horas antes de la presentación del filme.

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Así, “Cats” llegó a los cines sacando agua de un barco al borde del naufragio con baldes: es un caso más de una era donde las redes, especie de “focus groups” de cientos de miles, mandan, y los ejecutivos obedecen sus órdenes, a menudo caprichosas, ignorantes (la cinta fue criticada... antes de su estreno) y empujadas por esa potencia de lo grupal (a veces operan como barrabravas 2.0), por encima de una visión autoral.

Y si no, díganselo a otro animal humanoide, Sonic, que cambió su diseño completamente luego de que las redes estallaran por la extraña apariencia que mostró en los trailers. ¿De dónde tomaron el nuevo modelo? De Twitter, claro. En estos tiempos, como nunca, el cliente siempre tiene la razón.