En Villa Alba los vecinos ya temen que la usurpación se “quede para siempre”

El panorama es el mismo que cuando, días atrás, los vecinos establecidos del barrio comenzaron con las denuncias. En Villa Alba, el predio delimitado por las calles 602 a 604 y 119 a 121 bis fue ocupado por un grupo de intrusos, como dio cuenta la semana pasada este diario, y desde entonces la situación no ha variado, por lo que en la zona se teme que “se queden para siempre”.

Ese barrio tranquilo y de casas bajas se alteró y cambió por completo su fisonomía el miércoles de la semana pasada, cuando irrumpieron en el terreno de 6 hectáreas -que no es fiscal sino que pertenece a dueños particulares- decenas de familias que comenzaron a montar las casillas donde finalmente se instalaron. Se estima que ahora son unas 300 personas las que están usurpando esas tierras.

“Está todo igual. Es más, creemos que están todavía más arraigados, porque no hay policías ni nadie atina a sacarlos”, comentó ayer una vecina de la zona, a esta altura casi resignada por la situación.

Como los usurpadores se están instalando, en estos primeros días de la ocupación lo que se ve son hombres y mujeres quemando los yuyales y macheteando la vegetación para limpiar las superficies donde montan las precarias viviendas.

El fenómeno de las usurpaciones de tierras en la Región es antiguo, pero cada tanto se intensifica, y en épocas electorales, como la que estamos atravesando, se acentúa todavía más.

Se da, siempre, en los sectores de la periferia de la Ciudad, en las zonas con descampados, con parcelas sin construcción que pertenecen al Estado o a particulares. Por lo general, las intrusiones se llevan a cabo con una metodología impulsada por organizaciones que se aprovechan de las necesidades de la gente que no tiene donde vivir y los empujan a tomar terrenos.

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En la zona usurpada de Villa Alba ocurre lo mismo que en otras tomas de tierras: después del “desembarco” inicial, que suele incluir a mujeres y niños, llegan al lugar camiones con materiales para montar las construcciones de madera y chapa y herramientas para desmalezar y delimitar las parcelas.