Juan Ángel Barberis

Causó un enorme dolor, en diferentes ámbitos de la Ciudad, y en particular entre las personas que conocieron su don de gente y su espíritu gentil y solidario, el fallecimiento del reconocido abogado Juan Ángel Barberis. Tenía 74 años.

Único hijo de Séptimo Barberis y Lina Beretta, había nacido en La Plata el 10 de junio de 1945. Vivió toda su infancia en el barrio El Mondongo, frente a Plaza Matheu. Cursó la primaria en la Escuela 15, la secundaria en el Colegio Nacional -egresó como bachiller- y se recibió de abogado en la facultad de Derecho de la Universidad Nacional de La Plata.

Desarrolló la profesión de forma independiente a lo largo de más de cuarenta años, y también integró el Consejo del Colegio de Abogados de La Plata.

Durante más de treinta años jugó al golf en el Club Hípico de City Bell, donde se comprometió de tal manera con la institución que llegó a ser parte de la comisión directiva y posteriormente socio vitalicio.

Fue un gran amante de la historia del siglo XX, y tuvo como hobbies la lectura, la escritura y las series televisivas, todas actividades que practicaba con mucho placer no bien disponía de algún tiempo libre. De amplias y profundas inquietudes intelectuales, asistió a talleres de escritura dictados en la Ciudad, publicó cuentos en compilaciones y hasta colaboró de forma fija con una revista de cultura joven de La Plata.

Fue un sentido hincha de Estudiantes de La Plata, liberal y practicante de la religión católica. Dueño de una personalidad cálida y generosa, entendió su profesión como una herramienta para ayudar a la gente.

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También lo acompañó un excelente sentido del humor, y se caracterizó, asimismo, por ser cariñoso y sensible, manteniendo siempre la cercanía con aquellos que quería y admiraba tanto: su familia y amigos.

Quizás el hecho de haber sido hijo único lo inclinó a buscar la compañía de amigos que de alguna manera fueron como sus hermanos. Y los tuvo en gran número y, surgidos de las distintas etapas de su vida, perduraron hasta sus últimos días.

Contrajo matrimonio y vivió hasta el último día -45 años de casados- con Celina Incháurregui, con quien tuvo cuatro hijos: Milagros, Rosario, Juan e Ignacio. Fue abuelo, muy dichoso de serlo, de Mateo, Josefina, Charo y Santiago.