Un adolescente detenido por el asesinato en Altos de San Lorenzo

En medio de la conmoción familiar y de su grupo de amigos, la investigación por el asesinato de Arístides Perussatto (22) arrojó rápidos resultados. Ya hay un menor de 15 años puesto a disposición de la Justicia y otro de su misma edad que está siendo intensamente buscado por la Policía.

De acuerdo a lo que pudo saber este diario, en las últimas horas, a partir de distintas tareas de campo y la recepción de testimonios sensibles para la causa, personal de la DDI La Plata logró identificar a dos presuntos autores del hecho.

A uno ya lo atrapó y al otro lo están buscando, por lo que se espera su inminente captura.

Se sabe que ambos son inimputables para la ley, si se certifica fehacientemente que tienen esa edad. Para ello es muy probable que se libre un pedido de informe al Registro Provincial de las Personas, a los fines de que acompañe copia de sus partidas de nacimiento.

De todas formas, por razones de seguridad, pueden ser alojados en un instituto cerrado por el tiempo que se considere necesario.

La UFI Nº 3 del Joven, a cargo de la doctora Carmen Ibarra, es quien llevará adelante la instrucción del expediente y la que, en definitiva, resolverá si requiere alguna medida cautelar en ese sentido, indicó el reporte oficial.

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Los procedimientos que terminaron con la captura de uno de los supuestos criminales se hicieron en las calles 87 entre 132 y 133 y en 74 entre 28 y 29, lugar donde se secuestraron diferentes prendas de vestir de interés para la pesquisa, como un par de zapatillas, un pantalón y dos camperones, que serán sometidos a peritajes para determinar la posible existencia de rastros hemáticos de la víctima.

Como se sabe, el sábado a la madrugada Arístides llegó a su casa de la calle 86 entre 27 y 28 e intentó guardar su auto. Pero justo sintió un fuerte estruendo proveniente de la esquina, producto de un incidente de tránsito, y se desplazó hacia el lugar para ver si alguien necesitaba ayuda.

Lo mismo hizo un vecino, que vive justo enfrente de su domicilio y donde se estaba realizando una fiesta.

Al llegar a la escena del choque, comprobaron que el accidentado, al parecer con una fractura expuesta, era un motociclista, que había salido de la vivienda en la que se hacía esa nutrida reunión.

Por eso el dueño se ofreció a llevarlo la hospital, para evitar la demora en la llegada de una ambulancia. Y le pidió a Arístides que levantara la moto y la guardara.

Justo estaba en eso cuando aparecieron otros invitados y le recriminaron al joven lo que hacía.

De nada sirvieron sus explicaciones; todo lo contrario. Lo increparon y lo maltrataron de tal manera, que Perussatto le habría pegado una trompada a uno para sacárselo de encima.

Su reacción, instintiva, ante el peligro que consideró estaba corriendo, desató una salvaje agresión en manada.

“Le dieron golpes, patadas, piedrazos y hasta lo habrían apuñalado con una botella rota”, destacó alguien de su entorno.

Precisamente, la autopsia confirmó que esa fue la causa de muerte: un profundo corte, que le afectó la arteria femoral, a la altura de la ingle.

Arístides, como pudo, se arrastró por una zanja seca hasta un terreno baldío y allí quedó.

Sus quejidos alarmaron a una vecina, que llamó de inmediato a la Policía. Pero cuando llegaron los patrulleros al barrio, ya nada se podía hacer.