Otra vez, jubilados en la mira: asaltan en su casa a una mujer de 82 años

Entre el lunes y el viernes último, se produjeron tres asaltos a personas jubiladas en sus casas del barrio San Carlos, en Tolosa y en las inmediaciones de Plaza Brandsen (25 y 60).

Dicha seguidilla de atracos reinstaló la preocupación entre los adultos mayores, por cuanto los ataques delictivos no se produjeron en plena calle, como suele ocurrir, sino en las propias viviendas de las víctimas.

Nadie sabe a ciencia cierta si estos hechos de inseguridad fueron los resultantes de tareas de inteligencia previa, que les permitió conocer que en esos domicilios residen personas jubiladas, o si contaron con ese dato por eventuales entregadores.

El último de la seguidilla de estos asaltos se registró en la madrugada del viernes en una casa de 143 entre 49 y 50, que tiene como propietaria a una jubilada de 82 años.

Cuando este diario se presentó ayer en el lugar, la señora manifestó que prefería no referirse al episodio.

“Todo lo que tenía por decir lo hice con la denuncia que radiqué en la comisaría”, fueron las escuetas palabras que, asustada, utilizó la jubilada para excusarse de recrear la secuencia del angustiante momento que tuvo que afrontar.

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De todas maneras, este diario puso saber precisamente de fuentes policiales que el asalto a esta mujer transcurrió en las primeras horas de aquella jornada.

Luego de violentar una ventana trasera de su casa, dos delincuentes armados llegaron hasta la habitación de la damnificada, a quien despertaron bruscamente y la amenazaron de muerte para que les entregue dinero y otros efectos de valor.

Los mismos voceros indicaron que, pese a una extensa y minuciosa búsqueda de esas pertenencias, en definitiva debieron conformarse -aseguraron- con “un celular y con un arma de fuego marca Tejano, calibre 32 , con cinco municiones, que estaban en un placard”.

Posteriormente, los intrusos se dieron a la fuga antes que sus movimientos pudieran ser advertidos por vecinos o descubiertos por algún patrullero haciendo un rondín por el lugar.

LOS OTROS ATAQUES

Como lo reflejó EL DIA, el martes al mediodía, Ricardo (76) cobró su jubilación en la sucursal de 7 y 523 del Banco Nación y regresó a su casa de 6 entre 525 y 526.

Sin que lo advirtiera, fueron tras sus pasos tres delincuentes que apenas Ricardo entró a su vivienda, abrieron la puerta de entrada y, para desgracia del jubilado y de su esposa, de 71 años, había quedado sin llave.

Durante poco más de media hora, a banda descargó toda su violencia contra la pareja, principalmente con trompadas que les dieron en la cabeza.

Inclusive, según reveló Ricardo a este diario, a su mujer llegaron a amenazarla con torturarla con una picana.

Los asaltantes finalmente huyeron de la escena tras apoderarse de los 33.000 pesos que percibió el dueño de casa por su jubilación, algunos dólares que les dio su esposa, un celular, una alianza y aros de oros que pertenecieron a la madre de Ricardo y con una caja de costosas herramientas del taller de electromecánica montado hace muchos años por el jubilado en su casa.

Otro matrimonio de jubilados, de 85 años el hombre y de 83 su esposa, la pasó muy mal a las 5 de la mañana del lunes en su domicilio de 58 entre 24 y 25. Dos ladrones encapuchados y con guantes de jardinero ataron al jubilado con precintos y, al cabo de una hora y media, escaparon con 100.00 pesos, alhajas y varios objetos de valor.

Los tres asaltos a personas jubiladas tuvieron en común que fueron en las casas de las víctimas

Cada vez con mayor frecuencia se da que los delincuentes no sólo les roban, sino que les pegan mucho