¿La última función de tres históricos de Estudiantes?: el futuro de José Sosa, Mauro Boselli y Mariano Andújar

Después de quedar eliminado de la Copa Libertadores en 2018, en los penales y contra Gremio en Porto Alegre, Rodrigo Braña se fue con lágrimas en sus ojos. Este medio le preguntó si tenía, por el hecho de ser referente, hablarles a los muchos juveniles que había en el plantel, y dijo con total claridad: “No, ellos nos tienen que sostener a nosotros, porque nos vamos despidiendo de este tipo de competencias”. Al año siguiente, el Chapu dejó el fútbol y otros compañeros suyos empezaron el camino del adiós, como Mariano Pavone, Pablo Lugüercio y Gastón Fernández, todos alguna vez campeones con Estudiantes. El escenario, ahora, asoma igual con otros referentes, que tal vez el martes hayan jugado su último partido internacional con esta camiseta.

Mariano Andújar es el capitán del equipo. De todos los que pisaron la cancha fue el más afectado tras la eliminación contra Corinthians. Se puso sus manos en la cara y se la tapó. Bronca y dolor por un partido increíble. Pese a una serie (casi) perfecta desde lo futbolístico, se despedía de manera prematura cuando los ferrys a Montevideo ya estaban con los motores encendidos. Es verdad que todavía faltaba la serie de semifinales, pero este equipo parecía tener todo como para llegar a la final. Con 40 años y mil batallas, difícilmente pueda y quiera tener una copa internacional más, salvo que termine en gran nivel y el equipo se clasifique a la Libertadores. Caso contrario, uno de los héroes del Mineirao habrá tenido su última función en Conmebol. Con 80 partidos internacionales quedó como el segundo arquero que más veces jugó un torneo internacional, superando a José Luis Chilavert (77) y quedó a 20 de Roberto Abbondanzieri (100). Leandro Desábato jugó 83 con el Pincha y seis con la camiseta de Quilmes. Le queda este récord nada más.

José Sosa, con 38 años, es el segundo mayor de este grupo de referentes. Al igual que el arquero fue campeón en 2006 con Estudiantes. Y el único que formó parte de ese plantel que dirigía Diego Simeone y que -tras perder por penales ante Sao Paulo en la Copa Libertadores de ese año en la instancia de cuartos de final- se juramentó ir por un campeonato: lo logró ese mismo año, en diciembre, al obtener el torneo Apertura en una remontada infernal. El Principito jugó un partido de altísimo nivel ante los brasileños. Corrió, metió, jugó y se movió como en sus mejores tiempos. Es más, para algunos hinchas hasta se lo vio en mejor nivel que en sus inicios. En esta serie que quedará grabada como la de la “mala suerte”, pateó un tiro libre en Brasil que pegó en el palo y ni siquiera tras pegar en la espalda de Cassio se metió adentro del arco. La suerte de este arquero fue inversamente proporcional a la desgracia que tuvo este equipo de Eduardo Domínguez. Su contrato se termina a fin de año y va a necesitar un incentivo deportivo muy importante como para animarse a jugar una copa más con Estudiantes. El incentivo será volver a tener agenda internacional y que el técnico lo considere necesario para el plantel. Para llegar al nivel mostrado tuvo que trabajar muchísimo y tomar muchos cuidados en lo personal.De los tres jugadores mencionados es el único que no pudo consagrarse en la Libertadores 2009 y tal vez ese sea el único objetivo que le queda con la camiseta roja y blanca. Salvo eso, parece haber cumplido todo y su final podría haber sido, también, contra Corinthians. A juzgar por lo demostrado todavía tiene mucho para ofrecerle al equipo y no será un decisión para nada fácil.

Mauro Boselli tiene 38 años y es el máximo representante en torneos internacionales Conmebol: si se le suman sus partidos en Boca, Cerro Porteño, Estudiantes y Corinthians, tiene 86 encuentros, 57 de ellos con el Pincha donde además es el goleador histórico por encima de Juan Ramón Verón.

El delantero sintió más que nadie el desgaste físico en este tramo del torneo, luego de la lesión que lo marginó de buena parte de este semestre. Le costó volver y adaptarse al esquema que propone Eduardo Domínguez, de quien fue un defensor a ultranza. De hecho el martes fue suplente e ingresó los últimos 10 minutos de juego. No pateó un penal y esa fue una sorpresa sin lugar a dudas. A fin de año tendrá que definir su continuidad porque se termina su contrato. El jugador no definió y sucederá lo mismo que con Andújar y Sosa: dependerá del nivel que muestre a final del año para saber su decisión. Con Estudiantes fue campeón (y goleador) de la Libertadores 2009. A nivel internacional ya tiene su conquista y lo único que le falta es un título local: lo buscará en esta Copa Argentina y si el equipo repunta en la Copa de la Liga.

De esta manera el partido de Sudamericana pudo haber marcado la despedida internacional de los tres referentes que tiene el plantel, los más aplaudidos, los mimados de los hinchas, los que a fin de año tendrán que tomar una de las decisiones más difíciles de su vida: ¿se animan a jugar un año más o ya el fútbol será pasado? Lo que es un hecho es que ninguno de los tres lo hará en otro club, será Estudiantes o nada. El fútbol les debió dar otra función, pero la pelota pegó en el palo... siete veces en la serie.

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