Escaso apego de la gente al manejo y reciclado de los residuos en la Región

El reclamo formulado por una Ong medioambiental para que los municipios de la Región, cuando se organizan encuentros multitudinarios como los recitales artísticos o espectáculos deportivos, procuren inculcar en el público la costumbre de separar los residuos en forma diferenciada, creándose así mayor conciencia sobre el tema, constituye una iniciativa plausible y digna de poner en práctica.

Tal como se reseñó en este diario, el pedido se realizó a pocos días de las presentaciones de una conocida banda de rock, que tendrán lugar en el Estadio Único de nuestra ciudad.

Para la entidad Nuevo Ambiente, la asistencia masiva de gente de todas las edades “a los distintos eventos que habilitan las comunas locales, podría utilizarse para informar y capacitar a la ciudadanía sobre el tratamiento y disposición final de los residuos sólidos urbanos, procurando además minimizar la generación, separar en origen y fomentar el reciclado”.

Lo cierto es que, por su importancia sanitaria para todo núcleo urbano y por las demoras de largos años en ponerlo en vigencia, el reciclado de los residuos y su separación en origen forman parte de las promesas incumplidas en la Ciudad, de modo que siguen siendo -acaso inexplicablemente- meros enunciados teóricos y no una puesta en práctica, tantas veces prometida y siempre relegada.

Por exótica que pueda parecer la referencia, puede traerse a colación la actitud de los espectadores japoneses cuando asistieron al último Mundial de fútbol juvenil que se disputó en el Estadio Único. Ese contingente, una vez finalizado cada uno de los partidos, se ocupó de barrer y despejar de todo residuo el lugar en el que estuvo, colocándolo en bolsas que habían llevado.

Si hubiera que explicar el motivo, se sabe que a lo largo de sus años de estudios primarios y secundarios, un grupo rotativo de alumnos permanece en el colegio cuando finalizan los turnos y se hace cargo de barrer y limpiar la posible suciedad que quede en las aulas y otras dependencias, aprendiendo así todos la importancia de cuidar su entorno.

LE PUEDE INTERESAR

Trump, México y la crisis migratoria

LE PUEDE INTERESAR

El frente externo, un talón de Aquiles al que resulta clave no desatender

“El tiempo de limpieza forma parte del horario escolar”, simplificó una maestra de Tokio en una entrevista a una revista internacional. El resultado es que las calles de las grandes ciudades japonesas carecen de papeleros y barrenderos, ya que toda la población se ocupa de mantenerlas limpias.

Está claro que resulta mucho más fácil no hacer nada y dejar las cosas como están, pero así no progresa ninguna sociedad. El tema de la limpieza urbana y del manejo de los residuos conforma en nuestra zona una materia no aprobada.

Científicos y funcionarios platenses establecieron que el reciclaje de la materia no orgánica o seca (papel, cartón, plástico, vidrio, lata) es uno de los principales procedimientos para reducir los niveles de basura.

Sin embargo, en el caso de nuestra zona se señala que ello no ocurre en gran medida por desconocimiento del sistema por parte de muchos vecinos, sobre el que influyen -como factores negativos- la falta de formación educativa sobre el tema y también la falta de información sobre cómo manejar los desechos que se producen.