Feroz asalto con golpes y tiros al aire: de milagro no terminó en tragedia

Los Hornos continúa siendo el blanco predilecto de la inseguridad. Cada día, un nuevo episodio golpea a los vecinos de este sector de la Región haciendo que escalen los niveles de bronca, enojo y preocupación.

Según fuentes oficiales, delincuentes huyeron ayer por la madrugada con el bolso de una mujer y su auto, un Fiat Uno luego de un violento ataque.

Según pudo averiguar este diario, el hecho tuvo lugar alrededor de las 2.15 de la mañana, cuando la víctima volvía de una reunión.

A esa hora, los sujetos, que andaban rondando la zona en busca de “una oportunidad”, , divisaron a “su presa”, una mujer de 58 años, quien se encontraba en pleno proceso de ingresar su auto al garaje de su casa ubicada en 37 y 167.

Jamás imaginó que justo a esa hora, cuando la calma dominaba el sector iba a terminar quedando a merced de una banda que sin piedad la despojó de sus bienes y que además le hizo vivir un momento de terror. Probablemente, el cansancio acumulado durante el día redujo sus reflejos y le impidió interpretar el lento recorrido de un auto oscuro por su cuadra como una amenaza. Lo cierto es que, cuando se encontraba cerrando las puertas de su Ford Fiesta, se dirigió al portón de su casa.

Y justo cuando estaba por abrir el portón pudo oír cómo el rodado en cuestión detuvo su marcha y avanzó hacia ella. Luego, descendieron dos individuos y le indicaron que debía permanecer en silencio si pretendía continuar ilesa.

LE PUEDE INTERESAR

Una mechera se llevó 2 millones en celulares

LE PUEDE INTERESAR

El conductor del choque múltiple fue arrestado

“Quedate quieta o te mato. Dame las llaves”, le habría dicho el maleante a la mujer. La mujer no podía cumplir con el pedido del ladrón debido a que la llave se encontraba puesta. Fue en ese marco que, presa del miedo, la mujer sólo atinó a salir del lugar corriendo hacia el fondo de su propiedad y allí comenzó la balacera.

En ese momento, el marido de la mujer salió a intentar defender a su esposa y los hampones descargaron toda su furia contra él. Todo apunta a que la ofuscación cesó cuando se percataron de que la llave estaba en el interior del rodado.

Fue así que dos de los cuatro atacantes se subieron a la unidad y ambos rodados abandonaron la escena.