Branca-gate: la amante contó todo, la mujer lo defendió y él se escondió

“Es un mercenario sin ética ni moral” acusó Diego Brancatelli en febrero pasado a un colega; una acusación que en las últimas horas se le volvió en su contra en tanto, según se preguntaron en las redes sociales, ¿se puede ser policía y ladrón al mismo tiempo? El polémico periodista, por estos días, está siendo protagonista de un tremendo escándalo sexual al destaparse que desde hace años le es infiel a su mujer, la también periodista Cecilia Insinga, con otra mujer del ambiente, la especialista en chimentos Luciana Elbusto. Ante esta situación, las dos mujeres salieron a hablar muy a pesar del periodista que eligió esconder la cabeza debajo de la tierra, como un avestruz.

Porque para acusar a alguien de no tener ética ni moral, mínimamente, habría que tenerla uno, ser intachable y, claro, no ser infiel, según dicen en las redes. La infidelidad, se considera una falta de respeto a los principios de honestidad, lealtad y respeto, desde una perspectiva ética. Se considera, además, una violación de las normas sociales y códigos morales, generalmente condenada por la sociedad.

Pero más allá de las definiciones, lo concreto es que Brancatelli no se hizo cargo de la situación. La semana pasada hizo un tibio descargo en “Argenzuela” (C5N) en el que dijo que todo el escándalo era “una mentira” pero, al parecer, no fue así. Vale recordar que la semana pasada se filtraron una serie de chats de alto contenido entre el periodista y Luciana Elbusto que dejaban en evidencia un vínculo sexual. Ella, en principio, dijo que eran chats falsos y que solo los unía una amistad. Pero ayer cambió la versión.

Sorpresa causó el video, publicado en las redes sociales de la revista Paparazzi, donde ella trabaja, la confesión de Luciana Elbusto. La periodista dijo que si bien al principio negó haber mantenido un vínculo extramatrimonial con Brancatelli, lo hizo para cuidar a todos los implicados: no sólo a él sino también a su mujer, Cecilia Insinga, y a los chicos. Pero lo más explosivo llegó hacia el final del descargo.

“Nos conocimos (con Brancatelli), tuvimos una amistad y después hubo una etapa donde no nos vimos más. En los últimos cinco años, más o menos después de la pandemia, empezamos a tratarnos de nuevo y a generar un vínculo que queda para nosotros cómo fue y cómo nos sentimos”, tiró, sin dejar margen a dudas.

Además, le tiró un palazo a Brancatelli por no salir a hacerse cargo de la situación: “Yo no quiero quedar mal con la otra parte porque cada uno elige cómo, cuándo y dónde hablar. (...) Diego no habla, siempre fue así”.

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También se refirió a la engañada, Cecilia Insinga, periodista de TN: “Cuestionan que no fui clara pero a veces uno trata de cuidar a todas las partes porque del otro lado hay una mujer que trabaja en el medio que quizás elige solucionar de otra forma. No me puedo meter en el vínculo ni en como manejan sus cosas”.

Ante los dichos, Insinga recogió el guante y fue categórica: habló de “debilidad masculina”, por los vicios sexuales de Brancatelli, pero también habló del “despecho que produce que no te elijan” (en referencia a Elbusto) y, además, se refirió a ella misma al asegurar que tiene “la fortaleza de la buena madera”.

Reafirmando sus dichos anteriores, Insinga aseguró: “Lo dije el primer día, en ésta u otra familia ‘nadie se salva solo’. Somos con nuestros errores y aciertos, un bloque. Esto que ven como show mediático, es nuestra vida privada e íntima, de verdad así lo siento”.

Y sumó: “Por ese motivo, decidí no hablar ni antes ni ahora. También por el resguardo de mis hijos, dos niños... Por el cuidado de mis niños y agradeciendo a los colegas, no tengo nada que decir. No quiero. Es mi derecho también. Es mi deseo que lo entiendan y lo respeten”.

Como si estas declaraciones no fueran contundentes también habló Verónica Farro, ex de Brancatelli, quien, según contó, se separó porque el periodista la engañó con Cecilia Insinga. ¿Karma?

En diálogo con “Puro Show”, la mujer contó cómo fue el vínculo: “Fue lindo mientras duró, después la separación fue tortuosa. Se terminó por infidelidad, estábamos viviendo juntos y lo empecé a notar raro, hacía posteos arrobando a la persona con la que estaba, que después se casó y formó una familia”, dijo, en referencia a la movilera de TN.

“Yo descubro eso cuando abro la computadora de casa y veo un video: estaba él filmando el lugar muy bonito para pasar el fin de semana. Hablábamos de casamiento, nos íbamos a casar en La Bombonera”, relató.

Y cerró, contundente: “Una persona cuando es infiel, es infiel. Está todo a la vista, nosotros nos separamos y yo seguí mi camino. Terminamos en una situación traumática, con humillaciones, insultos y gritos. La situación en sí es violenta”.