Sorpresa y pánico en La Plata por la banda de los “wheelie-chorros”

Ayer fue la noticia más comentada en eldia.com. También el caso tuvo una amplia cobertura por parte de los medios nacionales, que se hicieron eco de una nueva modalidad delictiva, que parece irrumpir desde La Plata y se bautizó como los “wheelie-chorros”, por la particular manera de romper o tumbar puertas con la rueda delantera de una moto, para después entrar a robar en cualquier domicilio. O al menos intentarlo.

Si bien hay registros de este tipo de asaltos de septiembre de 2015, como pasó en una vivienda de la calle 150 entre 60 y 61, donde sorprendieron a una familia cuando dormía y le sacaron distintos elementos de valor, la saga de violencia protagonizada en las últimas horas por una peligrosa banda motorizada, que contaría incluso con apoyo externo de varios autos, ya hablaría de una organización criminal espcialmente diseñada para perpetrar este tipo de tropelías.

La investigación, por el momento, no ha logrado mayores avances. Si bien se está en la face inicial, en la búsqueda de testigos y posibles registros fílmicos, anoche no había noticias de los delincuentes.

Como adelantó este diario en exclusiva en su edición anterior, todo pasó entre las 4 y las 5 de la madrugada del jueves pasado.

Los primeros casos se dieron en 22 entre 59 y 60 y en 60 entre 21 y 22, con 50 metros de distancia.

Stella Maris sintió dos golpes, que para ella fueron patadas, que la hicieron saltar de la cama y empezar a gritarle a su familia que llamara a la Policía. Los ladrones -dos o más según las versiones- destrozaron la mitad inferior de la abertura de madera, contó la víctima, que vive sobre 22.

Tanto Stella Maris como su familia escucharon voces ajenas dentro de la casa pero no vieron a nadie. Aparentemente, los intrusos se dieron cuenta de que fueron descubiertos y decidieron que era mejor irse rápido, sin robar nada. Por las dudas, ella corrió a tapar el espacio abierto con un mueble y un piano.

Por lo que pudieron reconstruir fuentes policiales, esos mismos delincuentes pretendieron ingresar de la misma forma en una casa de 60 entre 21 y 22, en la misma manzana. Los voceros se limitaron a decir que de ahí tampoco se llevaron elementos sustraídos.

Uno de los lugares donde más tensión hubo fue en 55 y 29. “Le pegaron a la puerta con la moto y la abrieron casi hasta partirla. Nos despertamos con mi marido y con mi bebé. Tuvimos que ir a sostenerla desde adentro para que no se metieran”, aseguró una mujer que, horas después, seguía muerta de miedo.

A diez cuadras de distancia, ya en La Loma, se vivió la misma situación en 45 entre 30 y 31. Verónica (42) estaba con sus hijas de 7 y 9 años. También oyeron un estruendo a la madrugada.

Los delincuentes sí entraron a la casa y “arrancaron un televisor, con cables y todo, que hizo que se cortara la fase y nos quedáramos sin luz”, explicó la mujer.

En el lugar también empezó a sonar la alarma. Por ende, los ladrones huyeron.