Delfina Pignatiello, una brisa de aire fresco para todo el deporte argentino

Adrían D'Amelio
adamelio@eldia.com

Faltaban pocos minutos para la medianoche, los 41 deportistas elegidos en las distintas disciplinas premiados con el Olimpia de Plata se encontraban en el escenario montado en el Microestadio “Ricardo Rusticucci”.

La ansiedad y expectativa crecía. El nombre del ganador del Olimpia de Oro estaba en el sobre lacrado. Hasta que Magui Aicega (ex jugadora de Las Leonas), que ofició con conductora de la fiesta del Círculo de Periodistas Deportivos, mencionó el nombre de Delfina Pignatiello.

De este modo, la joven nadadora de apenas 17 años, nacida en San Isidro, se convertía en la ganadora de menor edad en la historia de los premios Olimpia. Delfina Pignatiello es una enorme esperanza del deporte argentino con un enorme futuro por delante.

De ante mano, Pignatiello era una de las candidatas a quedarse con el máximo galardón del deporte nacional; aunque también se encontraba Gustavo Fernández, un tremendo profesional que este año alcanzó el número uno del ranking mundial de tenis sobre silla de ruedas. Según se pudo averiguar el resultado de la votación fue por demás cerrado.

Pignatiello logró tres medallas en los Mundiales juveniles que se disputaron en Indianápolis (oro en 800 y 1.500 metros libre y plata en el 400) y obtuvo récords argentinos y sudamericanos. Pero lo que más llamó la atención fue el tiempo que consiguió en el 1.500, ya que sacó 30 metros a la segunda y logró una marca de 15:59,51 minutos que le hubiese significado un cuarto puesto en Copa del Mundo de mayores de Budapest.

A fines de 2016 había accedido a la final de mayores en el 800 del Mundial de piscina corta en Windsor, Canadá, donde concluyó por delante de su ídola Katinka Hosszú, la “dama de hierro” de la natación.

“Había recibido algunos comentarios de que estaba muy reñida la definición y que tenía muchas posibilidades de ganarlo, aunque nunca pensé que podía obtenerlo”, manifestó Pignatiello.

“Siendo tan chica y por ser la primera vez que me ternaban, con tantos buenos deportistas merecedores del premio, no lo podía imaginar”, prosiguió.

“Los premios son como pequeñas marquitas, que sirven para el reconocimiento de que vas por el buen camino, de que hay gente que te está apoyando porque entienden que es bueno lo que una va haciendo, siempre es muy positivo recibir un premio, como una incentivación para lo que viene”, cerró la joven nadadora y una promesa olímpica en el futuro.