A los Triperos no les arrancó el micro, y el partido empezó tarde

El plantel de Gimnasia llegó más tarde que todos los demás, porque cuando ingresó al estadio del Bosque, tanto la delegación de River Plate, como el árbitro Fernando Espinoza y sus colaboradores, estaban ubicados cómodamente en sus respectivos vestuarios, esperando el comienzo del último partido de la grilla del domingo.

Poco antes de las 20:30, y considerando el panorama, se empezaron a cruzar llamadas telefónicas, y quienes hablaban desde la cancha certificaron por este medio que el ómnibus que trasladaba a los albiazules desde la concentración de Estancia Chica, en Abasto, había sufrido un problema de tipo mecánico que alteró el traslado.

El nerviosismo ganó espacio, y quienes se pusieron al frente en representación del Lobo, de inmediato tomaron contacto con el juez central del encuentro, encuentro luego del cual se dejó trascender que la pelota empezaría a rodar más allá de las 21:30, el horario estipulado. Primero se habló de correr el inicio para las 21:40, enseguida para las 21:45.

En medio de este cuadro de situación, y con el plantel de River postergando los movimientos de calentamiento previo, justamente por el retraso del Lobo, a las 20:46 se abrió el portón de la avenida 60, y en el interior de los automóviles particulares que ingresaron velozmente llegaron los jugadores designados por Mariano Soso para completar la planilla oficial.

Hubo contactos con el árbitro y con la dirigencia de River para empezar 21:15

Obviamente que la entrada al vestuario local se hizo más rápido de lo habitual, sin las acostumbradas escalas para atender a representantes de la prensa y allegados, y una vez en el interior del reducto utilizado de cambiador, todo se hizo “a mil”.

De todos modos, el arribo de la delegación Tripera permitió obtener alguna precisión sobre las causas que motivaron el accidentado viaje. Fuentes con llegada al grupo contaron que en realidad el micro no arrancó en Estancia Chica, y tras un par de intentos frustrados se decidió utilizar vehículos propios del plantel para garantizar el viaje, a bordo de los cuales en definitiva llegaron los jugadores a destino.