Liberaron a uno de los detenidos por el doble homicidio en el barrio Savoia

Uno de los dos imputados por el doble crimen en el barrio Savoia fue liberado ayer a la tarde, después de que los testigos que participaron de una rueda de reconocimiento en la DDI “no pudieron identificarlo”, informaron fuentes judiciales.

Se trata de Nicolás Basualdo (28), quien el lunes pasado declaró ante el fiscal Marcelo Romero que nada tuvo que ver con el asesinato que le adjudicaban - el de Maximiliano Mengarelli (24)- aunque reconoció que el sábado a la madrugada estuvo en una fiesta de 7 entre 475 y 476 y que dañaron su automóvil Fiat Uno celeste, en un incidente que derivó en la pelea y los dos crímenes.

Después de la rueda de testigos Romero pidió la liberación de Basualdo, que el juez Pablo Raele avaló. De este modo, sólo quedó detenida por esta causa Laura Sosa, de 21 años y embarazada de dos meses, sospechada de acuchillar por la espalda a Rubén Octavo (21).

Sosa, que además tiene dos hijos de 8 y 1 años, vive en una piecita de la casa donde se hizo la fiesta. En ese mismo lugar, su madre, Margarita Carrillo (54), conversó ayer con este diario.

Dijo que su hija está detenida en la comisaría de Villa Elisa, que no sabía de su embarazo - “me enteré por el diario”, aclaró- y que, desde su arresto, solo “pudimos hablar cinco minutos”.

“Me dijo que me quedara tranquila porque ella no hizo nada”, aseguró Carrillo, quien recordó que, en medio de los incidentes, su hija “salió de casa, corrió a donde estaba un sobrino y enseguida vino para acá”.

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Indicó que la gresca mortal se desarrolló en7 y 475, después de que “a Nicolás le robaron cosas del auto. Ahí empezó una discusión, pero no sabemos quiénes ni cómo mataron a esos chicos”.

“Fue cuando terminó la fiesta -resaltó-; porque acá estuvo todo normal. Hasta estuvieron los dos chicos que mataron, porque son del barrio y conocidos de mis hijos”. Y negó que en su casa haya circulado “droga. Solamente alcohol”.

La versión de los investigadores es otra. Aseguran que las dos víctimas llegaron con otros jóvenes del barrio, sin intenciones de entrar en la fiesta, sino de “generar una pelea”.

Esther Melgarejo, madre de Mengarelli, denunció que la familia de Sosa convocó a “todo el barrio” a la fiesta y que cuando su hijo fue a comprar a un kiosco al lado de la vivienda, “lo mataron de atrás”. El joven recibió una puñalada en la región lumbar, entró en el hospital San Roque con un paro cardiorespiratorio y falleció al no responder a las maniobras de reanimación.

En tanto, la hermana de Octavo -que también fue atacado por la espalda, le perforaron un pulmón y murió en el quirófano- sostuvo que en ese lugar “siempre hubo peleas, tiros y mucha gente desconocida que venía de otros lados porque nunca hay controles”.

“Quisieron lavar una camiseta de Boca (utilizada por el supuesto homicida) manchada con sangre pero la Policía estuvo muy rápida y lo evitó”, contó la mujer.

Para la joven todo esto ocurrió como parte de “una batalla campal” en la que había “tanta gente que no se sabía quién era quién”.

En un video grabado con un teléfono celular, que comenzó a circular ayer, se ve parte de la secuencia de esa pelea. Resalta en la escena un joven en silla de ruedas, que recibe de parte de otro una tremenda patada voladora que lo tira al piso. Inmediatamente después se desencadena el caos.

Fuentes judiciales y policiales explicaron que el joven discapacitado “es del barrio”, estaba en el grupo que llegó cuando terminaba la fiesta y sería uno de los que dañó el auto de Basualdo.

Los crímenes ocurrieron alrededor de las 6.30 del sábado. A la tarde de ese mismo día, policías de la comisaría Décima y de la DDI hicieron dos allanamientos por orden del fiscal Romero. En la casa de la fiesta secuestraron seis cuchillos de hoja lisa, una remera de Boca Juniors y una campera de Gimnasia y Esgrima de La Plata con manchas hemáticas.

El segundo allanamiento fue en la casa de Basualdo, en Tolosa, donde se incautaron del Fiat Uno.

“Secuestramos armas blancas que habían sido lavadas y que ahora están siendo peritadas para ver si coinciden con las heridas que recibieron las víctimas”, precisó el fiscal.

El caso fue caratulado como “homicidio calificado por alevosía”. Los investigadores seguirán analizando videos y esperan que se presenten más testigos, para terminar de esclarecer el caso.

Mientras tanto, si se quiere describir el clima en el Savoia, aplica bien el uso de una frase trillada: se respira una “tensa calma”.

El viejo enfrentamiento entre dos grupos de vecinos recrudeció con los asesinatos del fin de semana y Carrillo, que tiene 9 hijos, denunció que “ya nos dañaron la casa”. También, que recibió amenazas de “los amigos y familiares” de las víctimas: “Nos hicieron saber que compraron un bidón con nafta y que tienen botellas preparadas para reventarnos la casa. Y cada vez que salgo me insultan y me dicen cosas feas”, apuntó.

Por las dudas, ya “mudaron” todos los muebles de la casa al quincho del fondo.