Tensión e incidentes en Barcelona por reunión del Gobierno español

Miles de independentistas cortaron hoy rutas en Cataluña y se enfrentaron con la policía en Barcelona en protesta por una reunión del gabinete español que se celebró en la capital la región autónoma y que aprobó medidas sociales e inversiones pero que los separatistas consideraron una "provocación".

La policía y el servicio de emergencias dijeron que 11 personas fueron detenidas y al menos 32 resultaron heridas en varias cargas contra manifestantes en el centro de Barcelona, luego de que la fueras de seguridad fueron atacadas con piedras y botellas no lejos del edificio donde el presidente del gobierno, Pedro Sánchez, se reunió con sus ministros. El gobierno local dijo que 28 policías sufrieron heridas.

Las protestas fueron convocadas por los llamados Comités de Defensa de la República (CDR), que cortaron rutas y bloquearon los principales accesos a Barcelona y a su puerto.

El gobierno catalán, formado por una coalición de partidos secesionistas, pidió que se evite la violencia pero dijo que apoyaba las protestas pacíficas, pese a un acuerdo alcanzado con el gobierno central para tratar de superar una crisis política que se ha agravado desde el fallido intento de independencia de España del año pasado.

Tras celebrar ayer su segundo encuentro desde que ambos llegaron al poder, este año, Sánchez y el presidente catalán, Joaquim Quim Torra, dijeron en un comunicado que acordaron iniciar un "diálogo efectivo" para resolver el conflicto por el futuro de la región de 7,5 millones de habitantes, que es la más próspera del país y tiene su propia lengua.

La oposición de derecha, que se opone a cualquier diálogo con los independentistas, acusó al jefe de gobierno de "acto de traición a España" y de "humillar al pueblo español".

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En Barcelona, el gabinete aprobó un aumento del salario mínimo del 22%, el mayor desde 1977, un aumento salarial para empleados públicos e inversiones en infraestructura en Cataluña, anunció la portavoz del gobierno, Isabel Celaá, en rueda de prensa.

La región se declaró independiente en octubre de 2017 tras celebrar un referéndum ilegal, en tanto que el gobierno central frustró el intento con una intervención de la región y la detención de los líderes del movimiento.

Hace exactamente un año, la región celebró elecciones anticipadas convocadas por Madrid, pero volvieron a ganar los partidos secesionistas. Celaá rechazó las críticas de los opositores Partido Popular (PP) y Ciudadanos, valoró como "positiva" la reunión Sánchez-Torra y subrayó que el diálogo con Cataluña se hará dentro del marco de la Constitución española, que reconoce las autonomías regionales pero no el derecho a la autodeterminación que esgrimen los catalanes.

"El gobierno siempre ha buscado espacios de diálogo. Consideramos que no existe ninguna otra receta. (...) Es el diálogo dentro de la Constitución lo que nos va a llevar a encauzar el conflicto de Cataluña", dijo.

Dirigentes independentistas celebraron un acto en Barcelona en coincidencia con la reunión de gabinete, en el que rechazaron las medidas que aprobó y reivindicaron su derecho a la independencia.

"Que nos oiga Pedro Sánchez, ejerceremos nuestro derecho a la autodeterminación", dijo la dirigente Marcel Mauri.

"Cómo se atreven a venir a Barcelona, como si no pasará nada, como si no hubiera presos políticos, son unos irresponsables que nos quieren sumisos, sólo nos pueden ofrecer humillación, la única violencia es la del Estado", agregó.

Sánchez, que regresó a Madrid con su gabinete tras la reunión de hoy, heredó la crisis catalana tras derribar a su antecesor Mariano Rajoy en junio, con una moción de censura apoyada por los partidos separatistas catalanes.

El mandatario hizo de la mejora de los lazos con Cataluña una de las prioridades de su gestión, y en el marco de esos esfuerzos es que llevó a Barcelona la reunión del gabinete semanal, que se hace siempre en Madrid. Pero pese a los progresos, los problemas no cesaron.

La seguridad en la región, que normalmente está en manos de una policía autonómica, fue reforzada con cientos de policías anti motines enviados por la policía nacional española para la reunión de gabinete.