El nuevo paro docente abre el debate sobre una medida gremial que va perdiendo peso

Se viene el cuarto paro docente del año, y el gobierno bonaerense mostró ayer el arma que mejor resultado le dio para desalentar la adhesión a las medidas de acción directa convocadas por los gremios: “Se descontarán los días no trabajados, como siempre”, puntualizó el director general de Cultura y Educación, Gabriel Sánchez Zinny.

Esa “batalla” la viene ganando el Ejecutivo. Aunque los sindicatos siguen informando en cada jornada de protesta sobre acatamientos del 85/90%, distintos actores del sistema educativo confiaron a este diario que “el descuento de los días redujo sensiblemente la adhesión”, al tiempo que aclararon que “tampoco es del 30 y pico por ciento como dice la dirección de Escuelas”.

¿Por qué los gremios insisten en una herramienta que, si bien interrumpe la actividad a miles de estudiantes, ya no tiene el peso de otra épocas? Difícil saberlo. Dirigentes de primera línea del frente gremial han comentado que “los paros son fuertes en el Conurbano. Por algo la gobernadora (María Eugenia) Vidal salió a recorrer estudios de TV durante la última jornada de huelga y movilización. Y por algo el gobierno suele dar cifras de distritos del interior”.

Así las cosas, para el miércoles se espera una postal muy similar a la de los últimos paros. Es decir, grados con clase y grados sin clase en una misma escuela. Colegios con actividad normal, y otros casi vacíos. Guerra de cifras entre gobierno y gremios. Y el jueves, vuelta a empezar.

Ese vuelta a empezar tiene hoy como base, tras el encuentro paritario del viernes, una propuesta que los docentes consideraron “peor que la anterior”. Esa que afirman que los funcionarios “reiteraron seis veces en las seis reuniones que se realizaron desde el 15 de febrero”.

Mientras tanto, la administración de Vidal les va pagando a los maestros los aumentos que ofertó a los gremios en la mesa paritaria y que éstos no aceptaron. El 13 de este mes pagó un 5% a cuenta de un futuro acuerdo, y en los primeros días de mayo abonará otro 3% (junto con el sueldo de abril).

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Esa actitud invita a pensar en un posible “cierre por decreto” de la paritaria docente. Pero el ministro de Trabajo, Marcelo Villegas, avisó que “aún esa posibilidad no está en agenda, como tampoco dictar la conciliación obligatoria de cara al paro del miércoles 25”.

Es que, en rigor de verdad, el conflicto docente 2018 le está costando barato al gobierno bonaerense: los gremios tienen un margen muy reducido para hacer paros; el Ejecutivo está pagando la oferta que hizo y que fue rechazada; encima, el viernes cambió la propuesta y despistó a las entidades sindicales. Paralelamente, los reclamos por el nombramiento de maestras y profesores allí donde no los hay y por problemas de infraestructura, problemáticas serias de las cuales EL DÍA viene dando cuenta hace tiempo, se fueron acotando a cada comunidad escolar.

“Entre una paritaria que no avanza, o más bien retrocede, a los gremios docentes se les han abierto demasiados frentes de conflicto para abordarlos todos a la vez”, comentó un ex director de una emblemática escuela platense ayer por la mañana.

Es en ese contexto que el director de Escuelas, Sánchez Zinny, señaló que la convocatoria al paro “no es conveniente y no ayuda a la negociación”, mientras advirtió que los días no trabajados “serán descontados”.

“Igualmente, seguiremos apostando al diálogo”, planteó, en sintonía con el resto de los ministros.