Envenenaron a dos perros para meterse en una quinta de Abasto, aterrorizar a una familia y robar

Un matrimonio de quinteros y su hija tuvieron ayer la peor madrugada de sus vidas, al ser asaltados mientras dormían en una zona semi rural de Abasto por tres delincuentes -dos de ellos encapuchados- fuertemente armados.

La banda ingresó pasadas las 2 de la mañana en la vivienda de las víctimas, ubicada en 208 entre 472 y 483, dispuesta a todo con tal de conseguir su propósito.

Así lo evidenciaron de entrada, cuando luego de ganar los fondos de esa propiedad, sector donde esta familia tiene su quinta de hortalizas, sortearon el escollo de los perros de los dueños- una hembra de raza rottweiler y un mestizo- dándoles comida envenenada.

Una de las mascotas, “Pichicho”, murió casi en el acto, mientras que la rottweiler, “Mona”, fue internada en una veterinaria y la familia aguardaba con angustia su evolución.

“LA LLEVABAN DE LOS PELOS”

Luego los asaltantes ejecutaron la segunda parte de su plan: entrar en la superficie cubierta de la propiedad de los quinteros.

Para ello, “doblaron una reja protectora del sector externo de la cocina y enseguida se mandaron hasta el dormitorio donde yo dormía con mi mujer” de 63 años, relató Tomás Roberto Guerrero (54) a este diario.

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Tras despertarlos, uno de los delincuentes profirió una frase que a Guerrero lo paralizó de miedo. “Me dijo ‘quedate quieto o te pego un tiro’ y enseguida nos ataron de pies y manos en la cama”, recordó.

Luego la banda advirtió que en la otra habitación descansaba la hija de la pareja de agricultores, una estudiante de 24 años, quien también iba a pasarla mal junto a sus padres.

“A mi hija uno de los ladrones la llevó de los pelos por toda la casa para que les dijera dónde había dinero”, comentó el hombre, sin pasar por alto que en todo ese rato la chica también escuchó frases intimidatorias de boca de estos sujetos.

“A ella le dijeron que si no les daba más dinero del que les había entregado nos iban a matar a nosotros”, reveló Guerrero y recordó que la banda les “aconsejó” no radicar la denuncia policial, porque “iban a volver para asesinarnos a los tres”.

“ARRASARON CON TODO”

Consultado acerca de lo que la banda sustrajo del domicilio, el quintero precisó que “en dinero en efectivo se llevaron alrededor de 80.000 pesos”, aunque las pérdidas económicas para los damnificados resultaron muy superiores.

En tal sentido, detalló que “prácticamente nos vaciaron de mercadería el almacén que tenemos al lado de casa, nos sacaron dos celulares y dos vehículos”, una camioneta Toyota Hilux gris oscura, modelo 2011, y un Renault Clío beige modelo 2013.

“La verdad es que arrasaron con todo, porque nos robaron dinero, vehículos, mercadería y celulares, pero también nos envenenaron a nuestros perros”, expresó apenado.

Sobre los rodados sustraídos indicó que “todavía no apareció ninguno”, como tampoco se sabe nada sobre los responsables de este audaz ataque.

DOS HORAS DE CALVARIO

Guerrero calculó que esta auténtica pesadilla que padeció junto a su esposa y su hija duró aproximadamente dos horas, “porque se metieron acá un poquito después de las 2 de la mañana y se quedaron hasta las 4 y 20”, reflejó.

Este es el primer robo que sufren desde 1999, cuando llegaron desde Pilar para instalarse en esa quinta de Abasto, aunque están al tanto de que otros productores de la zona sufrieron ataques parecidos.

La denuncia se radicó en la comisaría Séptima.