Semana clave y final abierto para el proyecto de legalización del aborto

El último miércoles y, mientras se desarrollaba el plenario de senadores que debatía el proyecto de aborto legal, desde la calle llegaba una música permanente: la de las mujeres de la Campaña Nacional que busca la despenalización, las de los pañuelos verdes, que hacían sonar un estribillo pidiendo “aborto legal en el hospital”. Muy cerca, con redoblantes, banderas y carteles similares a los portados por las “verdes”, las “celestes” pedían “por las dos vidas”. A pocas horas de que el Senado trate en el recinto el proyecto de ley de despenalización del aborto en el recinto el final es abierto y la expectativa gana las calles ante un debate histórico que alcanza una instancia decisiva.

Mientras en el Senado se consolidaba el bloque de los que se oponen al proyecto - hoy serían 36, contra 32 que están a favor - en la calle, las manifestaciones de una y otra posición son incesantes. Ayer, una multitud se congregó en el centro porteño bajo la consigna “Salvemos las dos Vidas” convocada por la Alianza Cristiana de Iglesias Evangélicas (ver “Grupos Pro Vida”). Mientras tanto, quienes apoyan el proyecto organizan un “pañuelazo verde internacional” que se realizará en la puerta de más de 40 embajadas argentinas de distintos países de América y Europa el miércoles para apoyar una manifestación prevista en Buenos Aires al mismo tiempo, cuando el Senado trate el proyecto que según el movimiento de mujeres, movilizará alrededor de un millón de personas (ver “Pañuelazo”).

Verdes, celestes e indecisos siguen de cerca los movimientos en el Senado de cara a la votación como los observadores y analistas, que en las últimas horas se concentraron en aquellos senadores que todavía no se habían definido.

El último en hacerlo fue el salteño Juan Carlos Romero, quien al anticipar su voto en contra de la despenalización favoreció la consolidación de un grupo opositor al proyecto que hoy sumaría 36 voluntades, contra 32 de los que apoyan la legalización.

Algunos especulan conque el anuncio de Romero garantiza la mayoría para que el rechazo se imponga, ya que se sumarían a él la mitad de los miembros del Senado y, si se toma en cuenta que una senadora se abstendrá y otra estará ausente en la sesión del 8, ya podría imponerse.

Quedan, no obstante, algunos indecisos, como el tucumano José Alperovich, que no reveló su posición. Mientras tanto Omar Perotti, el santafesino que también figuraba entre los indecisos, dejó trascender que no acompañaría la legalización del aborto.

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La expectativa crece ante un debate histórico que alcanza una instancia decisiva

Con todo, se dan otras situaciones, como la de la senadora catamarqueña Inés Blas, que asumió como presidenta de la Banca de la Mujer de la Cámara Alta, se pronunció en contra del proyecto y ahora organizaciones sociales, de salud y de derechos humanos le exigen que revea su voto.

En una carta enviada por Mariela Belski, de Aministía Internacional, a Blas, se indica: “la invitamos a reflexionar acerca de la oportunidad que tiene nuestro país de garantizar los derechos humanos de mujeres, niñas y personas con capacidad de gestar. A partir del importante rol por usted asumido en la Banca de la Mujer, respetuosamente le solicitamos no dar la espalda a la mujeres y acompañar con su voto el aborto legal”.

También la reconocida científica Andrea Gamarnik escribió una carta pública al senador Juan Carlos Romero pidiendo que revea su voto. Gamarnik es directora del Instituto de Investigaciones Bioquímicas de Buenos Aires e investigadora principal del Conicet y escribió a Romero “usted tiene en sus manos la posibilidad de hacer historia en nuestro país, tiene la oportunidad de ofrecer derechos a los que menos tienen. Ojalá no la pierda.

Es por estas razones que, aunque el entusiasmo de los “celestes” puede haber crecido en los últimos días a medida que más senadores definían sus votos, los “verdes” no bajan los brazos. Y el clima que se percibe es la de un final todavía abierto.

Además, si el proyecto fuera, finalmente, rechazado en el Senado, podría volver a discutirse en el Congreso, aunque eso sólo sucedería después del 1° de marzo de 2019.

Pero también hay otros debates que se disparan a partir de la votación. Para algunos, el rechazo de la ley abriría la oportunidad de debatir “en serio y según los tiempos del pueblo y no de los políticos, la discusión de temas fundamentales para el país”. Para otros, sea cual sea el resultado de la votación, el hecho de que se concrete ya es una prueba del poder alcanzado por el movimiento de mujeres y de los cambios culturales que éste expresa.

Otra arista importante es la forma en que se llega a la votación del miércoles. En ese sentido, una iniciativa para acortar los lapsos para poder abortar que buscaba lograr más adhesiones a favor de la legalización del aborto en Argentina fracasó el miércoles en el Senado, que deberá votar el 8 de agosto el proyecto original de Diputados.

Como se estima que una mayoría de los senadores votará en contra (36) grupos a favor de la legalización propusieron acortar el lapso de 14 a 12 semanas de gestación e incluso introducir la objeción de conciencia institucional, que hubiese permitido no solo a médicos y enfermeros sino a toda una clínica negarse a realizar abortos.

La propuesta para modificar el proyecto ya aprobado por la cámara de Diputados no consiguió en las comisiones del Senado la mayoría necesaria para ser sometida a votación, informó el secretario parlamentario, Juan Pedro Tunessi.

“Con 26 firmas no hay factibilidad de dictamen (con un nuevo proyecto). El debate será en el pleno el día 8 de agosto”, declaró el senador Mario Fiad, quien presidió el debate del último miércoles.

A ese debate se llegó después de un largo mes en que el Senado debatió una propuesta de ley que autoriza la interrupción voluntaria del embarazo hasta la semana 14 y garantiza su gratuidad. Ese proyecto había sido aprobado en la cámara de Diputados había el pasado 14 de junio con 129 votos a favor, 125 en contra y una abstención.