Opinan los lectores

Confianza

Jorge Saffores dice: “Había un ciudadano argentino dedicado al comercio de importación y exportación, con doble nacionalidad; uruguaya y argentina. Usaba la primera para sus actividades empresariales simplemente porque le simplificaba sus negocios. Era más confiable ante los mercados internacionales. Encontraba menos trabas en sus operaciones. La confianza no se hereda ni decreta, se gana, y nosotros como sociedad, en ese sentido somos perdedores. Esa dolorosa verdad se aplica en todos los ámbitos de nuestras actividades: intelectual, jurídica, empresarial, legislativa, política, económica; y la lista llena muchos cuadernos. Hasta un compatriota encumbrado por elección dogmática hoy está ensombrecido. Nuestro virtuosismo es individual no colectivo, se disipa en un populismo engañoso cuyas promesas entusiasman pero no superan el mejor análisis. La verdad requiere más coraje que la mentira, y la protesta no construye. Y hoy estamos en presencia de unos pocos terroristas arrepentidos por temor y no por conciencia, con verdes no ecológicos sino financieros, que hacen estallar a la misma sociedad que incautamente los enriqueció”.