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Policiales |La madre del policía asesinado en un robo a un restaurante de tolosa, en 2014

“Con los delincuentes delante, apretamos los dientes y nos tragamos la bronca”

Lo dijo Mercedes Amarilla esperando la sentencia que condenaría a 22 años a los acusados de matar a su hijo, Emanuel Salas

“Con los delincuentes delante, apretamos los dientes y nos tragamos la bronca”

mercedes amarillo junto a la fiscal huergo y familiares de emanuel salas en los tribunales / dolores ripoll

19 de Septiembre de 2018 | 02:05
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El lunes al mediodía, el sol presagiaba una jornada cálida y apacible.

En el pasillo de los Tribunales platenses que da a la sala del TOC II de La Plata, el clima era otro. Dentro de esa oficina, los jueces Claudio Bernard, Liliana Torrisi y José Villafañe les informaban a los tres acusados del crimen de Emanuel Salas (29), el policía ultimado en un bar de Tolosa, que deberían pasar los próximos 22 años tras las rejas por ese hecho.

Mientras eso ocurría Mercedes Amarillo esperaba con angustia, junto a un grupo de familiares, conocer la pena que los jueces le darían a los asesinos de su hijo.

Afuera, en la vereda del edificio de 8 entre 56 y 57, un grupo de personas se agolpaba para enterarse de lo que estaba ocurriendo.

“Fueron algunos vecinos, todos nos conocen en el barrio. También compañeros de él, era muy querido por los valores que tenía”, explicó Amarillo.

Unos minutos después de las 12, “pasaron a la sala los delincuentes (Axel Leonel Fernández, Carlos Omar Borda y Diego Pérez) y les dijeron a ellos solos la sentencia”, contó ayer la mujer, conforme con el fallo. A ese respecto, señaló que “recibieron su merecido”.

En diálogo con EL DIA, Amarillo relató cómo vivió estas últimas semanas que desencadenaron en el veredicto mencionado y se mostró “agradecida con la fiscal” Victoria Huergo que, según indicó, “la peleó bien, la luchó”.

También mencionó a los tres jueces porque “creemos que hicieron lo correcto”, manifestó.

“Dentro de todo, 22 años está bien. Si después salen o no salen, eso lo dejo en las manos de Dios”, sostuvo la madre, que ahora tiene que “estar fuerte” para sus dos hijas de 16 y 19 años.

“SE LES DIO 22 AÑOS A CADA UNO”

A las 13, quien salió de la sala fue la fiscal Huergo. Antes de ingresar, acaso confiada con las “pruebas contundentes” que se habían presentado durante los alegatos, les pidió a los presentes “que salga lo que salga” se mantuvieran “en orden”.

Para Amarillo, esa solicitud fue toda una prueba de carácter que supo sortear, no sin dificultad. “Con los delincuentes delante de nosotros nos mordimos los dientes, nos tragamos la bronca”, aseveró.

De acuerdo a su testimonio, los acusados “se reían de los testigos nuestros y se burlaban de nosotros, decían que la policía había preparado todo y que estábamos ensañados con ellos”.

“Chicos, se les dio 22 años a cada uno”, les comunicó Huergo. En el pasillo la emoción dio paso al llanto.

En las manos de Mercedes descansaban dos fotos grandes con el rostro de Emanuel. En una de las imágenes se lo ve saludando hacia la cámara, un gesto que no fue casual sino con un propósito.

Algunos meses antes de morir, el joven policía le había dicho a su madre: “Mami, si me pasa algo quedate con esta foto que siempre te voy a estar saludando”.

Esa relación cercana se extendía a sus dos hermanas, con quienes “se llevaba muy bien, era como su padre”.

La mayor de ellas se encuentra en tratamiento tras lo sucedido. “Se agravó una condición que tenía, ahora tiene ataques de pánico y ansiedad. Ve gente y empieza a transpirar o llora”, expresó Amarillo.

Con su hermano “jugaban siempre, le sacaba una sonrisa y buscaba hacerla reír, eran muy compinches”.

En tanto, la menor “lo tomó de otra manera, sigue con la esperanza de volver a verlo”.

Al terminar la jornada del lunes, Amarillo se acercó a la madre de uno de los condenados.

Intentó darle una Biblia, que la otra mujer rechazó cortésmente. Y, según mencionó, la pareja de ésta, le pidió perdón mientras lloraba. “Después me dijo que él (por Diego Pérez) no era así, que la droga lo había llevado por ese camino”, añadió.

Hoy, con el cansancio de tres semanas “terribles”, Mercedes podrá descansar con algo de paz.

 

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