Del Sel: “Hemos sido aceptados por todas las clases sociales porque hablamos como el pueblo”

En 2017, Miguel Del Sel estaba en Panamá, como embajador, cuando lo visitaron Dady Brieva y El Chino Volpato con una oferta tentadora: el regreso de los Midachi. El comediante convertido en político había atravesado años difíciles como funcionario: se había metido en política “porque me vino en la idea de colaborar, de hacer algo como ciudadano”, pero estaba desgastado. “La política en Argentina es cómo destruyo al candidato, qué le invento. Es destructiva”, dice quien estuvo muy cerca de ser gobernador de Santa Fe. “Y yo soy un ciudadano normal, muy correcto: cuando te inventan cosas en las redes es bravo para la familia. Y uno se desgasta en lo anímico”.

En aquel tiempo en Panamá, sin embargo, Del Sel le cuenta a EL DIA que estaba feliz, había recuperado “mi alegría”. Sin embargo, cuando llegó la oferta de sus compañeros de Midachi tiró la nostalgia y “tomé la decisión de volver a lo mío, mi casa, a vivir de lo que hice toda mi vida, y disfrutar de mis hijas”.

Así comenzó Midachi con la gira para celebrar los 35 años sobre escena que llegará por segunda vez a La Plata el viernes, cuando presenten por primera vez en el Teatro Metro su show de siempre: personajes de antes, personajes de ahora, música, sketch, “mucho ritmo”, y risas irresistibles hasta para el que piensa que el humor de Midachi es cosa del pasado.

“Si fuéramos un jugador de fútbol, somos un 7: ni somos Messi ni unos crotos que pateamos para arriba”

Pero si hay algo que ha ratificado Midachi es que son cosa del presente: con su gira de los 35 pirulos giraron por todo el país de punta a punta, siempre ha estadio lleno. ¿El secreto? “Nos seguimos divirtiendo, seguimos apasionados por lo que hacemos: gran pero simple secreto para hacer la vida más linda, hacer lo que a uno le gusta con pasión. Hacemos todo lo que haga falta para hacer reír, y le ponemos ponemos un huevo y corazón que el público termina rendido cuando ven que damos todo, que no tenemos vergüenza y que el paso del tiempo es el mismo que sufren todos”, dice Del Sel.

LE PUEDE INTERESAR

Como un pibe: Jagger volvió a cantar tras ser operado del corazón

LE PUEDE INTERESAR

Jessica Alba: entre la actuación y los productos de limpieza para el hogar

Y el humorista afirma que están mejor que nunca, además: los 35 años han sido de “constante aprendizaje”, lo que les ha permitido conocer “qué es lo que le gusta a la gente”. “Hemos aprendido a fuerza de trabajo: el único que hizo teatro es Dady, con el Chino somos dos profes de Educación Física que fuimos aprendiendo con el laburo”, dice Del Sel. “Y aprendimos experiencias que no te las enseña la academia, eso de trabajar en café concert, en cumpleaños de 15, en casamientos, hemos pasado por todo tipo de lugares, de pueblos. Un laburo infernal: si hoy ponés a tres pibes y les mostrás todo lo que van a tener que laburar para lograr lo que logramos, no agarra nadie”.

Por el país, Midachi confirmó que su público, además, trasciende fronteras. “Nos va ver el laburante y el tipo de plata. Hemos sido aceptados por todas las clases sociales porque hablamos como habla el pueblo, el común de la gente. Si fuéramos un jugador de fútbol, somos un 7: ni somos Messi ni unos crotos que pateamos para arriba”, se ríe quien, con 61 años, sufre el éxito porque recorrer la patria “no es fácil”.

“El otro día hicimos 1.600 kilómetros en auto, llegué a Santa Fe a las 5 de la mañana, con niebla, vas, venís... Llega un momento donde me duelen las rodillas, la cadera, el hombro...”, bromea con su habitual estilo Del Sel, aunque agrega que “no me puedo quejar porque seguimos siendo un grupo exitoso. Y esto ha marcado nuestra vida, el desorden, aunque priorizando siempre estar bien, estar sanos, para en cada show dar lo mejor: debemos ser de los pocos tipos grandes que se tiran al piso, andan en calzoncillos, muestran la gordura, corremos, saltamos, bailamos, cantamos en vivo. Si estuviera en la platea me daría bastante vergüenza vernos. Pero aunque los humoristas de nuestra edad están con smoking, charlando con la gente, nosotros seguimos siendo los mismos tres tarados de siempre”.

Midachi llega a la Ciudad en el medio de una gira que los llevará de Uruguay a Mendoza, un paseíto que realizan, dice Del Sel, “sin temor a las crisis” porque “nos hemos metido en el corazón del país, hemos hecho las cosas bien, nos hemos esmerado y le metemos para adelante”.

“Somos uno de los pocos grupos que recorre el país, cuando es más fácil instalarse en Capital”, revela el comediante, y explica que movidos “el agradecimiento de la gente cuando llevamos el show al interior, llevamos 18 personas en un micro, las pantallas, el sonido, todo. Es un riesgo, porque nos tiene que ir bien o perdemos plata, pero la gente termina agradeciéndolo”.

Del Sel cuenta que Midachi suele “bancar” la entrada en precio popular (en La Plata costarán entre 650 y 1.000 pesos) porque “sabemos del esfuerzo de la gente, y la risa es bienvenida, el que puede juntar un manguito para ir al teatro a olvidarse de sus problemas lo hace”, aunque, advierte revelando su filiación a Cambiemos, “hemos vivido peores crisis”.

“Seguimos siendo los mismos tres tarados de siempre”

Algo con lo que su compañero, Dady Brieva, kirchnerista, podría no estar tan de acuerdo. Pero “nosotros pensamos distinto, y convivimos con la paz de una amistad de 40 años que no lo rompe ni él siendo de Colón y yo de Unión, ni él siendo K y yo de Cambiemos. Hay lazos muy importantes: he estado más tiempo con Dady y el Chino que con mis hijas”.

Y aunque “nunca hicimos humor político”, Del Sel cuenta que durante el show se ríen de sus diferencias en el escenario “para que la gente también se ría de sus diferencias. Porque te podés reír de todo. Y en la vida uno puede creer en alguien y apostar por un proyecto, pero eso no tiene que hacer que te pelees con el compañero: si hay un mensaje bueno que damos es que podés compartir la vida con alguien que piensa distinto”.

“Aunque yo siempre digo que nunca voy a estar del lado de los corruptos”, dice Del Sel sin poder contenerse. “Me he equivocado en mis votos, pero siempre voy a estar del lado de los honestos. Pero bueno, Dady puede pensar lo que quiera, no hace a nuestro oficio que es hacer reír, y nos conocemos de toda la vida y sabemos que somos buenas personas”.

“Un gran pero simple secreto, hacer lo que a uno le gusta con pasión”

La falta de honestidad es para Del Sel una de los causas de los recurrentes problemas del país. Y no solo de los funcionarios: “Hay que salir adelante: si gana uno, los demás tienen que apoyar, nunca podés tener un gobierno con la mitad en contra, que te metan palos en la rueda y que después cuando ganan esos, los otros hacen lo mismo. Así el país se estancó, Argentina está estancada por una clase política que entendió poco de qué se trata la política. Y la gente tiene que entender que ganó un gobierno y hay que meterle: estudiemos, trabajemos, hagamos las cosas bien. Tiene que haber una honestidad social, todos tienen que aportar su granito de arena para que Argentina salga adelante”, opina el humorista y ex embajador. “Parece simple, pero el problema son los fanáticos, que son los que rompen, castigan... Los fanatismos son malos: andá a una cancha de fútbol. El 90% chifla a los barrabravas que rompen el alambrado, tiran bombas. Los fanáticos no colaboran. La salida es con todos tirando en un sentido”.