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Salud y caligrafía

Jorge Saffores dice: “Es frecuente que al pedir un turno telefónico para alguna práctica médica, nos soliciten lo expresado en la orden del médico. También suele ocurrir que los farmacéuticos (y a veces los propios colegas del Dr.) no reconozcan la prescripción de una receta, y tengan que adivinar. Lo más sano, prudente y también molesto que nos puede ocurrir, es tener que volver al profesional para que aclare su propia caligrafía. La famosa ‘letra de médico’ no sólo es un despropósito (o tal vez un rasgo más de la ‘broncemia’), sino un riesgo para el paciente. Se deberían establecer, y exigir, normas de legibilidad que eviten peligrosas confusiones en un tema delicado que parece más una práctica de diferenciación corporativa, que una necesidad de diagnóstico y tratamiento”.