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Política y Economía |Muchos interrogantes pero un mismo pedido por Camila, Gonzalo, Danilo, Aníbal y rocío

Monte reclama justicia entre pujas políticas y la sombra del narcotráfico

En la comunidad flota la certeza de que los chicos fueron “ejecutados, por haber visto algo” relacionado con las drogas. El mensaje que dejaron las elecciones, las especulaciones y las polémicas

Hipólito Sanzone

Hipólito Sanzone
hsanzone@eldia.com

2 de Septiembre de 2019 | 03:06
Edición impresa

San Miguel del Monte tiene el alma partida. Los sentidos arrinconados por el dolor, la bronca y el miedo. Todo eso se le vino encima en la madrugada del último 20 de mayo cuando Camila López, de 13 años; Danilo Sansone y Gonzalo Domínguez, de 14, y Carlos Aníbal Suárez, de 22 habrían sido literalmente “masacrados”. Rocío Quagliariello, que todavía no había cumplido los 14, logró sobrevivir.

Los tecnicismos dirán que los pibes chocaron contra un acoplado que alguien estacionó en la colectora de la Ruta 3. Pero antes hubo persecución y tiros como si se tratase de delincuentes peligrosos.

Los policías Rubén Alberto García, Leonardo Daniel Ecilape, Manuel Monreal y Mariano Alejandro Ibáñez, están acusados de “homicidio agravado por abuso de función como miembro de las fuerzas policiales calificado por el empleo de arma de juego consumado y en tentativa”. Ellos iban en los móviles que persiguieron al Fiat 147.

La bala que encontraron en el cuerpo de Gonzalo se disparó desde la reglamentaria de Monreal en tanto otros proyectiles le correspondieron al sargento García, el que quedó registrado disparando con medio cuerpo afuera del móvil policial. Esa imagen derrumbó la mentira que se intentó armar para “explicar” lo ocurrido.

Menores indefensos

También están imputados el subcomisario Franco Micucci y los oficiales José Manuel Durán, Nadia Genaro, Melina Blanco y José Alfredo Domínguez por “falsedad ideológica de instrumento público agravado, encubrimiento agravado, abuso de autoridad y violación de los deberes de funcionario público”.

Micucci era el jefe policial de Monte y la versión que corre en el pueblo es que iba a ser el próximo titular de Seguridad municipal. La lista de los acusados se cierra con el teniente Héctor Enrique Ángel y el ex sub secretario municipal de Seguridad, Claudio Martínez, otro ex policía.

En tanto, una “falta de mérito” del Juzgado de Garantías 2 de La Plata benefició a los oficiales Cristian Righero y Juan Gutiérrez, imputados por encubrimiento y falsedad ideológica. Están libres, pero no afuera del caso.

No son pocos en Monte los que sospechan que la banda policial que persiguió y abrió fuego contra los chicos es la misma que en las noches salía “de pesca” por los alrededores de la laguna o por donde pudiesen encontrar pibes para jorobar y maltratar con la excusa de la seguridad, el orden y esas cosas.

Para la Justicia se trató de un ataque a “menores indefensos” en una agresión homicida inmotivada.

Pero en Monte sobrevuelan dudas y certezas. Como que la juventud era acosada por una banda de malos policías.

Es lo que dicen muchos y lo que sostiene Susana Ríos, la madre de “Gonzalito”, el chico de 14 años que soñaba poner una barbería, terminar la escuela y venirse a La Plata a vivir con sus hermanos mayores.

“No sabíamos que nuestra policía estaba llena de miserables y evidentemente la intendenta tampoco”, sostiene Susana.

El “delito” de filmar

En la una y mil noches de no poder pegar un ojo tratando de reconstruir lo que pasó, Susana vuelve siempre al mismo lugar.

“Gonzalo filmaba todo, se divertía con eso. Para mí que estos tipos vieron la luz del celular y enloquecieron creyendo que los filmaban. Por eso la persecución y los tiros justo del lado de donde viajaba mi hijo. Fueron diez cuadras de persecución con un balazo en el cuerpo. Si hubiesen querido interceptarlos para detenerlos era muy fácil porque era una súper camioneta contra un Fiat 147. Pero es evidente que su intención era otra”.

Además de las derivaciones políticas que trajo el caso (ver pág. 7), el misterio sobre lo que esa noche encendió la locura sigue tan cerrado como al principio.

“La causa judicial está en una meseta, ya nos habían advertido sobre eso. Pero nosotros no vamos a aflojar, queremos justicia para nuestros hijos”, insiste, dolorida pero entera, la madre de Gonzalo que no va a las marchas porque le duele el ruido pero que colabora con “El 20 de Mayo”, un movimiento juvenil de acciones solidarias que se creó a partir de la tragedia.

“Que sigan presos, eso es lo más importante”, se repite la dolida madre.

Rodrigo Macías andaba por ahí la noche del horror. Lo llevaron como testigo y, dice Susana, pretendieron que en su declaración la palabra “tiros” fuese reemplazada por “estruendos”.

Rocío Quagliariello fue la única sobreviviente de la masacre y sigue en recuperación. Es una nena. Cuesta entender en qué pensaban quienes casi la matan.

“Una cosa que no quiero contar”

“Me acuerdo de una cosa pero no la quiero contar”, es la frase de Rocío que golpea las puertas del misterio.

Rocío sufrió múltiples fracturas de mandíbula, un brazo y ambas piernas. En su primera declaración dejó sin palabras a quienes la escucharon al afirmar que nunca imaginó que la policía podía hacerles daño. “Si nos pasaba algo, confiábamos en ellos”, dijo, con una inocencia que conmovió y avergonzó a quienes la escucharon.

Instructor de kick boxing, Alexis ahora hace changas de seguridad en boliches y fiestas. Su economía cambió para mal pero, dice, “no me arrepiento porque querían ocultar todo y no pudieron”.

Alexis es el empleado del Centro Municipal de Monitoreo que difundió las imágenes que, según la Justicia, la policía no quería mostrar.

Algunos de sus ahora ex compañeros no le perdonan lo que hizo. No está claro qué le imputan. Lo que sí parece es que el miedo les ganó por goleada y entonces no le perdonan haberlos “expuesto”.

Después de una suspensión, un regreso y un cambio de horario, Alexis renunció a su trabajo porque “me hacían la vida imposible”.

Encontrar el por qué de ese hostigamiento podría ser tarea para la Justicia, aunque ahora esté ocupada en resolver algo más importante.

Alexis ama San Miguel del Monte. Pensó varias veces en dejar el pueblo pero aquí están su hijito y sus afectos. Y aunque admite que todo esto lo hizo retroceder varios casilleros, sus sueños siguen intactos y no se va a rendir.

“Esa noche, (el ex sub secretario de Seguridad) estaba muy nervioso, iba y venía, lo teníamos permanentemente atrás nuestro”, recuerda. Para Alexis todo estaba preparado para ocultar las imágenes que probarían la responsabilidad policial en la tragedia.

La bronca, el dolor y el miedo caminan por Monte.

Juan Molina es un jubilado con dos trabajos como única forma de sobrevivir, cuenta. Desde su sencillez de hombre de campo da a entender que Monte es una cosa de día y otra de noche. “Mucha joda, poca policía”, resume.

El miedo en las sombras

Roxana Weinzettel es una mamá de las tantas que por estos días abrigan el temor que la masacre les dejó impregnado. Cuesta creer que en una comunidad tan pequeña las madres no peguen un ojo hasta que sus chicos regresen a casa.

“Los chicos vieron algo que no debieron ver”, dice Roxana, convencida.

En cada mirada que se posa frente al mural que hicieron para recordar a los pibes, a pocos metros de la masacre, Monte acusa recibo del dolor, la bronca y el miedo.

El dolor que viene de la muerte absurda, la bronca de no entender qué clase de animal es el ser humano y el miedo de saber que en las sombras de toda esta locura flota algo que no se sabe bien qué es.

Algo, acaso sea eso “lo que vieron los chicos”.

 

 

 

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Multimedia

El mural que recuerda a los chicos, a pocos metros del trágico final / demian Alday

“No nos importa la política, sólo queremos que la Justicia actúe” - Susana Ríos, madre de Gonzalo

“Esta tragedia nos cambió la vida a todos. Los chicos vieron algo que no debían ver” - Roxana Weinzettel, vecina

“Siempre se habló del tema drogas en esta desgracia terrible para todos” - Juan Molina, vecino

“Lo que pasó con los chicos pudo haber influido en el resultado de la elección” - Martín, profesor de Historia

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