
La Justicia abrió el celular de Spagnuolo, otro está roto y hay uno que no lograron desbloquear
La Justicia abrió el celular de Spagnuolo, otro está roto y hay uno que no lograron desbloquear
Makintach en problemas: se admitió la acusación y la jueza va a juicio político
"Sin riesgo de derrumbe": hay fecha para que los vecinos vuelvan a sus casas en diagonal 77 y 48
Paro docente en la UNLP: se siente con fuerza en los colegios y es dispar en las facultades
Denuncian ataque a un local de la UCR en La Plata y le apuntan a "energúmenos antidemocráticos"
Una docente de La Plata, acusada de maniatar y amordazar a nenes por portarse mal
Otra vez fuego y pánico en el Centro de La Plata: las hipótesis detrás del incendio en 6 y 44
Cucarachas y ropa regalada: Nicole Neumann e Ivana Figueiras se odian hace mucho tiempo, los motivos
¡Explosiva! Zaira Nara sorprendió con una producción en topless en las playas de México: las fotos
Un jacarandá que pide auxilio por una pérdida de agua y la indignación de los vecinos con ABSA
Dolor en La Plata por la muerte del ingeniero mecánico Ramiro Ariel Silvapobas
Avenidas, protagonistas del plan de dinámica urbana para La Plata
La juventud y el futuro: para los secundarios, el dinero es una traba
Fuego, tensión y asistencia a vecinos por inhalación de monóxido de carbono en Arturo Seguí
En medio de la tragedia sanitaria, robaron ampollas de fentanilo: eran para terapia intensiva
Alak recibió a pastores para tratar temas sociales y de contención comunitaria
¿Invierno en retirada? Sol y temperatura de primavera este martes en La Plata
Yanina Latorre habló con Javier Milei y le dijo toda la verdad sobre su relación con Fátima Flórez
Arrancó el tercer día de paro de los controladores aéreos y el Gobierno lanzó una advertencia
Alivio para pymes: ARBA suspendió hasta fin de año las medidas cautelares
Estimado lector, muchas gracias por su interés en nuestras notas. Hemos incorporado el registro con el objetivo de mejorar la información que le brindamos de acuerdo a sus intereses. Para más información haga clic aquí
Alejandro Giacoia
eleconomista.com.ar
Hace 85 años se publicaba la “Teoría general de la ocupación, el interés y el dinero”, obra insignia de John Maynard Keynes. En ella se enumeran tres motivos por los cuales los agentes (las personas) tienen “preferencia por la liquidez”, un concepto equivalente al de la demanda de dinero. El primero es el motivo transaccional, ligado al uso de efectivo para obtener bienes y servicios. El segundo es el precautorio, es decir, conservar una determinada cantidad de dinero para afrontar situaciones contingentes. El tercero y último es el especulativo, y depende principalmente del nivel en el que se encuentre la tasa de interés.
Estas categorías teóricas son fácilmente aplicables a la realidad. Por ejemplo, todos usamos dinero para ir al supermercado, cargar nafta, pagar la factura de luz o la cuota del colegio. También es común reservar cierto monto para afrontar circunstancias imprevistas tales como una enfermedad, un accidente, etcétera, mientras que con el ingreso disponible que queda luego de incurrir en los gastos corrientes resulta habitual buscar un beneficio a través de la colocación en plazos fijos, fondos de inversión o bonos.
Como podemos ver, aunque lo hagamos de manera inconsciente, en mayor o menor medida, todos demandamos dinero que se pueden circunscribir a los tres tipos teóricos de Keynes.
¿En Argentina, cuánto se demanda por cada motivo? Por un lado, a la demanda transaccional y en parte a la demanda precautoria, las podemos asociar al agregado monetario M2 privado, esto es, la suma de todos los billetes y monedas en poder del público, los depósitos en cuenta corriente y los depósitos en cajas de ahorro. Al cierre de septiembre, estos tres componentes sumaban $5,4 billones y cayeron 0,3% en términos reales con respecto a agosto. Por otra parte, es posible vincular a la demanda especulativa, de una manera muy simplificada, al stock de plazos fijos, que a fines del mes pasado totalizaban $3,3 billones, creciendo 0,9% intermensual.
Adicionalmente, es importante notar que la demanda de dinero se comporta de manera estacional, es decir, a lo largo del tiempo se repite un patrón con periodos del año donde crece y otros donde cae. Tomando el promedio entre 2004 y 2020, se observa que hay dos meses del año en los que el M2 privado crece de manera clara. Estos son julio y diciembre, momentos donde aparecen gastos asociados a las vacaciones de invierno para el primero, y a los festejos, compras de regalos y pagos de vacaciones en el segundo. Ambos meses son seguidos de periodos donde la demanda se desacelera. Por el contrario, los plazos fijos se mueven en sentido opuesto. Para ver cuál de las dos tendencias prevalece resulta útil ver como se comporta el M3 privado, agregado que condensa al M2 y a los plazos fijos. En este caso vemos que el movimiento es similar al descripto para el M2, aunque suavizado por el efecto de los depósitos a plazo, por lo tanto, el M2 privado pareciera tener un papel dominante.
LE PUEDE INTERESAR
Entre la incertidumbre y la renovación
LE PUEDE INTERESAR
Opinan los lectores
Pero, ¿por qué es importante lo que pasa o puede pasar con la demanda de dinero? ¿Qué implicancias tiene sobre la macro? Veámoslo.
El último trimestre del año, fuertemente marcado por la dinámica electoral, será expansivo en términos de la base monetaria dado que el Tesoro requerirá financiamiento por parte del Banco Central para cubrir un mayor nivel de erogaciones. Como vimos anteriormente, el aumento en la cantidad de dinero puede no ser un problema hacia fin de año, dado que la demanda suele ser alta, pero sí puede serlo en los meses siguientes (especialmente febrero y marzo) donde la demanda cae sensiblemente.
El inconveniente radica en que, si el sector privado no desea conservar el exceso de pesos, una de las alternativas más probables es que lo destine a la compra de dólares. Actualmente, el stock de reservas internacionales brutas del Banco Central son US$ 43.000 millones, mientras que las reservas netas (a las brutas se le descuentan aquellos ítems que no son propiedad del Banco Central) son US$ 7.000 millones y las líquidas (el poder de fuego inmediato) apenas llegan a los US$ 500 millones. De esta manera, queda claro que la autoridad monetaria no dispone de gran cantidad de recursos para enfrentar mayores presiones sobre el mercado de cambios.
El nuevo combo de restricciones implementado en los últimos días abona esta hipótesis, pero no es más que una solución transitoria. Lo único que se logra al impedir el ingreso de importaciones es desabastecer a la economía, contribuyendo por un lado a que aumenten los precios por falta de oferta y por otro a que se frene la recuperación dado que muchos sectores dependen de insumos importados para mantener su producción.
Más allá de que el nivel del tipo de cambio sea competitivo en términos históricos, o que sea suficiente para equilibrar el balance comercial, la falta de confianza pesa más y hace que la demanda de dólares supere a la oferta. Por lo tanto, si se combina una desaceleración en la demanda de pesos con un aumento en el apetito del sector privado por dolarizar sus ahorros, es probable que sumar más trabas a la compra de divisas no sea una alternativa posible, sino que la solución pase por implementar un mayor ritmo de depreciación al actual, sumando unos grados más al calor del verano.
Un paliativo a esta situación podría ser hacer más atractivas las inversiones en pesos a través de una suba en la tasa y amortiguar la caída en la demanda de pesos. Sin embargo, desde hace tiempo el Banco Central se rehusa a utilizar la tasa de interés como un instrumento de política monetaria. El motivo es claro: no agrandar aún más el stock de pasivos remunerados que tiene en su hoja de balance. Al 30 de septiembre, los pases pasivos junto a las Leliqs sumaban $4,2 billones y por los intereses de esta deuda el Banco Central solo en septiembre pagó $130.000 millones, estirando el acumulado anual hasta los $944.000 millones.
Tanto un aumento en la velocidad de depreciación, como una suba de tasas tienen efectos negativos. En el primer caso, es sabido que las subas del tipo de cambio suelen ser un estímulo a la inflación, mientras que subir la tasa de interés puede contribuir a generar una bola de nieve con los pases y las Leliq. Una mejora en la credibilidad y en la certidumbre sobre el futuro económico ayudaría a minimizar las secuelas que puedan tener estas medidas. El programa con el FMI puede contribuir en esta dirección, pero a todas luces no será suficiente sin un aporte desde el plano local.
ESTA NOTA ES EXCLUSIVA PARA SUSCRIPTORES
HA ALCANZADO EL LIMITE DE NOTAS GRATUITAS
Para disfrutar este artículo, análisis y más,
por favor, suscríbase a uno de nuestros planes digitales
¿Ya tiene suscripción? Ingresar
Full Promocional mensual
$670/mes
*LOS PRIMEROS 3 MESES, LUEGO $6280
Acceso ilimitado a www.eldia.com
Acceso a la versión PDF
Beneficios Club El Día
Básico Promocional mensual
$515/mes
*LOS PRIMEROS 3 MESES, LUEGO $4065
Acceso ilimitado a www.eldia.com
Diario El Día de La Plata, fundado el 2 de Marzo de 1884.
© 2025 El Día SA - Todos los derechos reservados.
Registro DNDA Nº RL-2024-69526764-APN-DNDA#MJ Propietario El Día SAICYF. Edición Nro. 6986 Director: Raúl Kraiselburd. Diag. 80 Nro. 815 - La Plata - Pcia. de Bs. As.
Bienvenido
Estimado lector, muchas gracias por su interés en nuestras notas. Hemos incorporado el registro con el objetivo de mejorar la información que le brindamos de acuerdo a sus intereses. Para más información haga clic aquí
Ante cualquier inconveniente durante el inicio de sesión, por favor escribanos a sistemas@eldia.com
Bienvenido
Estimado lector, con sólo registrarse tendrá acceso a 80 artículos por mes en forma gratuita. Para más información haga clic aquí
DATOS PERSONALES
Ante cualquier inconveniente durante el inicio de sesión, por favor escribanos a sistemas@eldia.com
¿Querés recibir notificaciones de alertas?
Para comentar suscribite haciendo click aquí