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CORREO

Jorge Saffores expresa: “Es una práctica habitual de parte de los carteros, reportar como domicilio cerrado las entregas postales en edificios de departamentos. Esta confesión la recibí directamente de un integrante del sector, quién reconoció la costumbre como una forma de evitar dilataciones en los tiempos de sus obligaciones. Ignoro si alguien controla semejante negligencia irresponsable en el mal desempeño del personal a su cargo. Pero se debe saber que todo edificio se encuentra cerrado para el libre ingreso desde la vía pública, y para ser atendidos deben comunicarse a través de los porteros eléctricos, que los carteros parecen desconocer, ignorar o evitar, para poder acortar los horarios de sus tareas. Agravante de este delito (porque aunque leve, lo es), es el hecho de que ni siquiera dejan el aviso de visita, para saber donde retirar el envío. Desconozco la figura jurídica que corresponde aplicar a esta forma de incumplimiento de los deberes de funcionario público, y falsedad ideológica (porque mentir lo es), y por lo tanto será necesario que quienes nos vemos afectados, encontremos alguna vía de solución”.