Árboles “ahogados” por los canteros dinamitan las veredas del casco urbano platense

Numerosos árboles “encorsetados” por canteros y cazuelas que terminan siendo una trampa están en riesgo de caida en distintos puntos del casco urbano, donde las veredas quedaron dinamitadas.

Una de las zonas más críticas es la de 27 entre 44 y 45, de la mano de los números impares.

También se puede observar un panorama similar en la zona del Parque San Martín, en diagonal 75 de 57 a 60, y en otras tantas zonas de la Ciudad.

Distintos expertos reiteraron que los árboles necesitan un espacio apropiado para crecer y mantenerse. En muchas ocasiones no son bien elegidas las especies y los ejemplares terminan siendo un serio problema para las veredas que terminan destruidas y los peatones, que sufren accidentes.

Como se mencionó en más de una oportunidad, es un verdadero hallazgo encontrar una cuadra entera sin que las raíces de los ejemplares no hayan afectado el nivel del suelo. La situación se da tanto en las zonas céntricas como en los barrios, y suele suceder con las especies de gran porte, ya bien crecidas y hasta añosas.

Además de los casos citados anteriormente, en diagonal 73 entre las plazas Moreno y Azcuénaga, los sectores cercanos a los cordones de la vereda que flanquean el bulevar muestran un mal aspecto. Con la excepción de algunos árboles que no llegaron a rajar la tierra y levantar las piezas de la vereda, se imponen las cazuelas destruidas como consecuencia de la extensión de las raíces.

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En ese caso, las hileras de ejemplares que se despliegan a lo largo de las veredas del tramo de la diagonal que va a desde la avenida 44 a la calle 50, de ambas manos, están conformadas por distintas especies, como plátanos, tilos, fresnos y tipas; algunas de ellas de un considerado tamaño que lograron desgarrar el suelo y con las raíces rodeadas de tierra levantada y restos de lajas rotas.

De acuerdo a los expertos, hay un catálogo de plantas que, por sus características en altura y ancho del tronco, son aptas para forestar los sectores más urbanizados. Dentro de esa lista, el lapacho rosado, con numerosos ejemplares en la vía pública platense, por su nivel de desarrollo (el tronco puede llegar a ocupar 60 centímetros de diámetro) necesita establecerse en una acera de entre 3 y 4,60 metros de ancho; igual es jacarandá. Otro caso es del plátano, una especie repetida en las avenidas 1 y 13, que requiere de veredas entre 4 y 7, 40 metros. Los tilos, pueden crecer en superficies de entre 3,80 y 7,40.

También se remarca que la presión que ejercen las plantaciones sobre el suelo tiene que ver con el nivel de su desarrollo. Y en ese sentido, se plantean alternativas de solución que no necesariamente pasan por modificar el tipo de árboles que se coloquen en la vía pública. Hay quienes proponen modificar las lajas que se utilizan para revestir los espacios peatonales por aquellas con diseño que tengan porosidad o levemente perforadas para el paso del agua, y así las raíces no se extenderían tanto en la búsqueda del líquido vital.