El avance de la urbanización, una amenaza para el cordón hortícola

Desarrollado para abastecer alimentos a las ciudades del AMBA, el cordón frutihortícola de La Plata afronta una amenaza creciente: el avance de la mancha urbana, que lo obliga a desplazarse más allá de sus fronteras. Mientras en la Comuna se analizan nuevas rezonificaciones de tierras rurales, desde el sector reclaman una mayor planificación.

En una ciudad que creció exponencialmente en las ùltimas dos décadas, la demanda de suelo urbano y las consecuentes rezonificaciones por parte del Municipio, vienen provocando un lento pero constante desplazamiento de las zonas productivas hacia las afueras de la Ciudad. Por el avance de los loteos, el llamado cordón florifrutihortícola se vuelca hacia las rutas 36, 6 y 2 y áreas como Brandsen, Oliden y Bavio.

Critican la falta de planificación, de controles y de acceso a la tierra para productores

Desde distintos sectores advierten que en el Conurbano norte, más precisamente en ciudades como Pilar y Escobar, las zonas productivas “desaparecieron” en pos del crecimiento urbano. “En la década del ´90 hubo un traslado hacia esta región de productores de esa zona, que, ante la falta de arraigo por las dificultades para acceder a la tierra, continúan su desplazamiento hacia Magdalena”, cuenta Salvador Vides, productor de Abasto. Y advierte sobre la falta de freno a un proceso compulsivo de extensión urbana: “Ocurrió en Rosario, donde son dependientes de las verduras de nuestro cordón y donde analizan que, si hubiera un inconveniente en alguna de las rutas conectoras, quedarían desabastecidos”.

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CASI 10 MIL HECTÁREAS

Según indicó el director de la Agencia de Desarrollo municipal, Rogelio Blesa, el cordón frutihortícola local cuenta con unas 3.500 hectáreas dedicadas al cultivo intensivo (invernaderos) y otras 5.200 de campo abierto. En total, la superficie productiva platense abarca más de 9 mil hectáreas, trabajadas por unas 8 mil familias.

A un productor que tiene cuatro hectáreas no se le puede echar la culpa de todos los problemas. No se está planificando dónde vamos a producir”.

Salvador Vides
Productor hortícola de Abasto

El funcionario admite el corrimiento de la actividad frente a la demanda urbanística y las rezonificaciones de distintas áreas en los últimos 20 años. Y ejemplifica: “Sicardi es uno de los ejemplos más recientes de zonas que eran productivas y se lotearon”. Y en esa línea, subrayó: “El intendente, Julio Garro, no ha hecho rezonificaciones por decreto. Participan también de estas extensiones de la urbanización el Concejo Deliberante y la Provincia”.

Sin embargo, uno de los cuestionamientos más remarcados es el de la falta de planificación. En diálogo con EL DIA, el decano de la facultad de Ciencias Agrarias y Forestales de la UNLP, Ricardo Andreau, también aportó un ejemplo: “hasta hace pocos años Gorina era una zona productiva hortícola y hoy está urbanizada”, dijo.

El ingeniero lamentó que el cordón frutihortícola platense sea “una zona históricamente ignorada”, donde se requiere la regulación del Estado. “Si dejamos, como hasta ahora, que a la Ciudad la planifique el mercado estamos frente a un problema”, opinó. Y reprochó: “Se acuerdan del cordón cuando el tomate vale mucho porque está fuera de temporada”.

Las zonas agrónomas no están preservadas y son ignoradas. Es necesaria la regulación, la presencia del Estado y la capacitación de los productores”.

Ricardo Andreau
Decano de la facultad de Cs. Agrarias y Forestales (UNLP)

Andreau remarcó la necesidad de implementar una “real regulación de la actividad y capacitación de productores en el manejo de los agroquímicos y tratamiento del suelo”. Y advirtió la paradoja de que “en el núcleo más importante de abastecimiento de alimentos a la Ciudad de Buenos Aires, La Plata y el Conurbano falte tanta presencia del Estado”.

Con todo, el acceso a la tierra para propiciar el arraigo de los productores fue señalado como un factor clave por el académico.

Consultada por este diario, la secretaria de Planeamiento del Municipio, María Botta, contó que el plan para gestionar el fenómino incluye “la generación de islas productivas para preservar el suelo rural, combinado con que los productores puedan vivir en zonas próximas”.

Los productores necesitan una estabilidad para desarrollarse. El cordón hortícola se desplaza hacia otras zonas porque no hay una política de protección”.

Yanina Lamberti
Presidenta del bloque de concejales del FdT

POLÉMICA

En la última sesión del Concejo Deliberante, que se prevé para la semana próxima, está prevista la sanción de un paquete de expedientes de rezonificaciones enviadas por el Ejecutivo. Una de las más polémicas es el cambio de indicadores urbanísticos a dos polígonos ubicados en City Bell, donde actualmente hay producción de tomate, lechuga y crisantemos.

La iniciativa tiene un fuerte rechazo de la oposición. “Al cambiar los indicadores, la tierra se va a revalorizar exponencialmente y va a aumentar el precio del alquiler, obligando a los arrendatarios a trasladarse a otras zonas”, cuestionó la presidenta del bloque de concejales del Frente de Todos, Yanina Lamberti. Y afirmó que la zona se encuentra “lindando un área protegida por ordenanza”.

Apuntando al Municipio como el principal ordenador del suelo, la edil reclamó un mayor equilibrio en esos criterios. Vides, en tanto, se quejó de la desprotecciòn del Municipio para con el sector en “todas las zonas” y el “abandono de los caminos rurales”, un punto clave para el traslado de los cultivos. “Planificación inmobiliaria hay, lo que no se planifica es el área productiva”, concluyó.