Un hallazgo suma más misterio y angustia a la búsqueda de Betiana

Un hallazgo clave se produjo ayer en el marco de la búsqueda de Betiana Soledad Rossi, la mujer de 38 años que se encuentra desaparecida desde el pasado lunes 7 de febrero cuando salió de la casa que compartía con sus padres en el barrio porteño de Villa Real tras mantener una fuerte discusión con su pareja.

Se trata de la riñonera de Rossi en cuyo interior se hallaron distintas pertenencias, entre ellas (por caso la más importante), el celular de la mujer. Además se encontró una botella de alcohol de quemar que Betiana había comprado en el supermercado chino según se pudo advertir en las imágenes captadas por las cámaras de seguridad de dicho comercio.

El hallazgo fue muy valorado por los investigadores ya que están convencidos de que los distintos elementos encontrados, en especial del teléfono, arrojarán información determinante para responder los interrogantes de dónde está y qué le pasó aunque reconocieron que “podría haber complicaciones”.

Fuentes policiales detallaron que en el interior de la riñonera se encontró un celular, el DNI de la mujer desaparecida, una tarjeta de débito y una SUBE recubierta con un plástico color fucsia, un paquete de pañuelos descartables, monedas, un gancho para el cabello, un llavero y un envase con alcohol en gel.

Para la familia, en tanto, el resultado positivo de este rastrillaje no hizo más que sumar más dolor, angustia y misterio a la desesperada búsqueda que vienen encarando.

Según reportó la policía, el cruce de información con una antena telefónica que reportó señal el 11 de febrero (cuatro días después de que desapareciera Betiana) fue clave para que el personal de la Policía de la Ciudad de Buenos Aires diera con sus pertenencias en el claro de un descampado ferroviario en Tres de Febrero.

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El predio donde se halló la riñonera de Betiana está ubicado al lado de la estación Sáenz Peña, del ferrocarril San Martín, a una cuadra y media de donde fue vista por última vez según las cámaras de seguridad.

“Es difícil acceder a un iPhone”

Para los investigadores, resultó llamativo que la riñonera no estuviera escondida entre los pastizales. Se indicó que se toparon con ella en un claro. Sobre el teléfono, precisaron que se trata de un aparato marca iPhone y que la última vez que estuvo activo fue el 11 de febrero. Los esfuerzos ahora están centrados en poder acceder al celular y así poder llevar adelante el peritaje. Concretamente, se apunta a obtener información precisa sobre qué llamadas hizo o contestó la mujer y qué mensajes envió o recibió desde el 7 de febrero hasta el 11. En torno a este tema se vive un clima de escepticismo. El principal motivo son las altas barreras que presentan los aparatos de esta marca en lo que respecta a seguridad. “Es muy difícil acceder a un iPhone”, reconocieron.

el contenido de la botella

Se pudo establecer que la botella azul con tapa roja que fue encontrada en el claro es igual a la que la mujer compró en el Supermercado chino de la avenida América al 700, en Tres de Febrero, de acuerdo a las filmaciones registradas. Los investigadores describieron que en el interior del envase se halló alcohol de quemar y que la cantidad de esta sustancia ocupaba un cuarto del total de su capacidad. Se informó además que los peritos no detectaron huellas de la mujer ahí.

Si bien trascendió que durante el rastrillaje se encontró ropa, confirmaron que ninguna de las prendas pertenece a Betiana. De todas maneras serán examinadas de forma exhaustiva a fin de poder obtener alguna otra pista.

cinco tatuajes

Madre de tres jóvenes de 18, 15, 13 años, hasta septiembre de 2021 Betiana trabajó como ejecutiva en un reconocido banco. Separada del padre de sus hijos, en la actualidad se encontraba en pareja. Según trascendió, Rossi abandonó su casa, donde vivía desde hace dos años con sus padres, luego de mantener una acalorada discusión con su nuevo novio por temas monetarios.

De acuerdo a la información oficial, Betiana es de contextura delgada, mide 1,71 metros de altura, tiene tez trigueña y el cabello largo hasta la cintura color castaño. Además, posee cinco tatuajes: uno de ellos en el brazo derecho con el dibujo de una mujer y una luna; otro en el antebrazo derecho con la figura de un mandala; en el brazo izquierdo tiene una frase que dice: “En algún lugar podrás encontrar felicidad”; en el costado de la cintura unos tribales y, en la pierna, una pluma que se desdibuja formando aves. “También tiene un lunar de gran tamaño al lado del orificio derecho de la nariz”, informaron desde la Policía de la Ciudad.

Hoy, está proyectado continuar con los operativos de rastrillaje en la zona de la estación Sáenz Peña del ferrocarril San Martín, a una cuadra y media de Las Heras y Chile, donde la mujer fue vista por última vez el pasado lunes 7 de febrero. Para ello se dispondrá de la División Canes y de drones de Defensa Civil.