Juan Paya: “Sin humor no se puede transitar la vida, ya es bastante difícil”

Juan Paya, además de actor, es un joven y prolífico dramaturgo, creador, entre otros materiales, del gran suceso teatral “Chicos católicos, apostólicos romanos”, que tuvo versiones en diferentes rincones del mundo. Acostumbrado a trabajar sus propios textos, hace tiempo que siente la necesidad de abordar materiales ajenos buscando salir de su zona de confort. Así llegó a su vida “El Ascensor”, la incómoda comedia que protagoniza junto a Susana Giannone, bajo la dirección de Esteban Prol, y que en diálogo con EL DIA definió como “un viaje emocional” con personajes que luchan contra más de un encierro, que “tienen que destrabar algo para que para que sus vidas sigan funcionando”... como el elevador.

Escrita por los uruguayos Patricia Álvarez y Sebastián Slepovich, la obra presenta a dos extraños que quedan encerrados en un ascensor sin luz, teléfono, ni alguna otra forma de comunicación. La espera se prolonga y solo quedan dos opciones: esperar a que alguien los rescate o morir asfixiados mientras intentan dejar de ser extraños.

A Paya -que escribió y digirió “Yo soy virgen”, la primera serie web musical nominada dos veces a los Martín Fierro- le entusiasmó el hecho de “hacer una obra en un lugar reducido”, en tanto, como él mismo ya había planteado en varias de sus obras, sabe lo que el encierro provoca en los personajes y, por ende, lo que le propone a sus intérpretes.

“Creo que el encierro es una muy buena forma de poner a los personajes en una situación límite, de ponerlos en un juego un poco ‘maquiavélico’ para que saquen sus miserias o potencien sus virtudes”, manifestó el actor, que cuando habla de “encierro” no refiere solo al literal sino, sobre todo, al metafórico.

En este sentido, aseguró que la convivencia es uno de los grandes planteos de esta pieza que ofrece funciones los jueves y viernes a las 20 en el porteño Teatro Border. “Estamos en una sociedad en donde nos molesta la opinión del otro, en donde hay grieta por todo. Entonces, estos personajes se molestan, están en un espacio reducido, no se conocen, son muy diferentes y creo que es una metáfora de la sociedad, de cómo hacer para convivir con alguien que quizás no piensa como uno”, adelantó Paya sobre uno de los hilos de una obra que también invita a reflexionar sobre los prejuicios, en tanto, “a veces prejuzgamos porque pensamos que no tenemos nada en común pero si le damos el espacio y la oportunidad para conocernos o para conocer a la otra persona, resulta que hay más puntos en común de lo que uno cree”.

Así, entre situaciones desopilantes e incómodas, la obra se presenta como “un viaje emocional en el sentido de las situaciones que atraviesan estos personajes, de sus vidas, de su cotidianidad, de sus fracasos y de sus sueños también, y eso lo hace muy empático”.

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Paya analizó que estos personajes, que llevan sus mismos nombres, Juan y Susi, no solo sufren el encierro literal sino que también el “emocional” y que, como en el ascensor, “tienen que destrabar algo para que sus vidas sigan funcionando”.

El intérprete -que también escribió y protagonizó “La Bomba”- confesó que en su decisión de sumarse a este proyecto influyó también la presencia de Esteban Prol, quien hace años había dirigido un texto suyo, “La culpa es de Ginebra”, pero al que no conocía. “Cuando leí la obra, la leí de determinada manera, pero la visión del director cambió mucho mi perspectiva. Entonces, él me propuso hacer un personaje que también era diferente a lo que yo venía haciendo y eso me pareció muy intersante”, remarcó el actor, que celebró el encuentro con Esteban a quien elogió por su forma “tan puntillosa” de guiar.

“El encierro es una muy buena forma de poner a los personajes en una situación límite”

CAMBIO DE REGISTRO

Paya, que venía haciendo un “humor más explosivo o más picante”, con obras como “La diosa de la fortuna”, con Ana María Cores bajo la dirección de Lía Jelin, cambió de registro con esta obra que le propuso abordar “un humor más intelectual” de la mano de un personaje que ha sufrido bastante, y que hace “chistes un poco desubicados en los momentos menos indicados”.

Aunque no comparte las formas de su criatura, sí siente cercana su manera de usar el recurso como un salvavidas. “Yo soy un defensor, un fundamentalista diría, del humor negro. Creo que sin humor no se puede transitar esta vida, que ya es bastante difícil”, admitió Paya, dando paso, tal vez, a su punto de contacto más cercano con el personaje.

“Él habla mucho de la familia y hoy por hoy mi pilar fundamental en la vida es mi familia, la que tengo con mis viejos y mis hermanos por supuesto, pero la que construí con Agustina, mi mujer, y mis dos hijos, Pedro y Felipe. Son mi pilar, el motor de mi vida”, destacó el actor que ha sido parte de ficciones como “Se dice Amor”, “Sos mi Vida”, “Por Amor a Vos” y, entre más, “Valientes”.

Además de dramaturgo y actor, Juan es un gran creador de contenido, aunque él no lo vive ni define como un “trabajo”. En Instagram, ha creado una amable comunidad de seguidores a los que les abre la puerta de su casa y a los que les comparte contenido familiar y de entretenimiento sano, un perfil genuino, de esos que no abundan, que se fue dando “naturalmente” y que creció durante la pandemia en donde las redes “fueron una compañía” para mucha gente. Sin embargo, lejos de tener una “proyección” (no quieren ser youtubers, aclaró), los Paya se divierten y hacen divertir a varias generaciones con sus aventuras cotidianas.

Las entradas para ver “El Ascensor” en la sala ubicada en Godoy Cruz 1838 se pueden reservar en Alternativa Teatral.