El delito, una pesadilla en La Plata: atacan a otra familia de madrugada

Un nuevo capítulo de inseguridad se vivió en las últimas horas en una vivienda de Villa Elisa, sobre la calle 46 entre 1 y 2, donde tres desconocidos armados se llevaron una fortuna.

De acuerdo a lo que pudo trascender del suceso, se trató de otra pesadilla de madrugada, con víctimas que se encontraban durmiendo cuando comenzó el infierno.

Enseguida, una vez que despertaron a los presentes, cerca de las 03.30, los intrusos exigieron la entrega de “los verdes”. Y esta vez los consiguieron.

El denunciante, un hombre de 72 años, declaró el robo de 3.400 dólares y 30.000 pesos. También de una camioneta Jeep Renegade.

Como este diario ha publicado en ediciones pasadas, todos los delitos son igual de repudiables, más en nuestra ciudad, donde claramente se completa el abanico de modalidades con ataques de disímil naturaleza. Pero si hay una situación por la que nadie quiere pasar, es la del descanso interrumpido por ladrones. Sin dudas, uno de los instantes más temidos y de mayor vulnerabilidad.

Entre los antecedentes, pueden citarse los ocurridos en Ringuelet y en La Granja.

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En 518 y 2 bis, una mujer de 46 años denunció que cerca de las cuatro y media de la mañana, cuando dormía en su habitación, fue sorprendida por dos intrusos, uno armado, que se llevaron dinero y otros elementos de valor.

En tanto, en 521 entre 148 y 149, en el ámbito jurisdiccional de la subcomisaría La Unión, un hombre de 42 años declaró que, siendo aproximadamente las 03.30, cuando se encontraba en la casa junto a su grupo familiar, escuchó el sonido de la alarma perimetral, por lo que se vio impulsado a salir de la pieza para ver qué era lo que sucedía y, al llegar a un pasillo, apenas un par de pasos más adelante, fue sorprendido por tres hombres, dos con armas.

También paso en una finca del barrio El Mondongo, en la calle 117 entre 63 y 64, donde tres delincuentes, cerca de las dos y media de la madrugada, despertaron a los integrantes de una familia, que se encontraban entregados al descanso para robarle cuanto objeto de valor pudieron.