Alberto se mostró como cofundador del nuevo frente oficialista

Sería para una sonrisa sino fuera que, en el fondo, es algo políticamente trágico. Antes de las críticas que le volvió a propinar Cristina Kirchner, el presidente Alberto Fernández se refirió ayer al alumbramiento del sello Unión por la Patria, el nuevo nombre con el que el oficialismo competirá en las elecciones de este año. Pero lo hizo de una manera, y afirmando supuestas realidades, que lo han dejado al borde del ridículo.

A pesar de que en las últimas horas sólo se vieron las ostensibles diferencias entre el cristi-camporismo y la tropa albertista, él aseveró que con Cristina Kirchner tienen los mismos objetivos y se auto adjudicó la categoría de co-fundador de la nueva sigla. Así, como si no existieran esas diferencias entre ellos, que por cierto quedaron plasmadas en el durísimo comunicado con letra de Máximo Kirchner distribuido el miércoles a la noche luego de la presentación de la coalición con su nueva denominación.

Fue durante un acto que encabezó Alberto en el Centro Espacial Punta Indio, donde se desarrolla el lanzador argentino de satélites Tronador II. “Cristina y yo, por encima de cualquier diferencia, tenemos una misma imagen y un mismo objetivo sobre el país que queremos construir”, introdujo. Y prosiguió: “Por eso ella montó esto y yo di la orden de que se empiece a construir el primer cohete propulsor de nuestros satélites”.

Y luego se refirió al nuevo nombre elegido por el ex Frente de Todos para las elecciones que vienen. “Ayer (por el miércoles) fundamos Unión por la Patria. ¿Y por qué lo fundamos? Los que realmente confiamos que podemos vivir en un país que puede crear y desarrollar estas cosas tenemos que estar unidos”, dijo Alberto Fernández. “Hay otros que no creen eso, no los voy a juzgar, simplemente no lo creen”, agregó misterioso.

¿Unidad?

Fernández habló de unidad cuando en el oficialismo se respira justamente lo contrario. Y todo el mundo lo sabe. Es inocultable. Ha quedado claro en las últimas horas que el kirchnerismo trazó una línea divisoria: no son los mismo que el Presidente, parecen decir de cara al desafío del 13 de agosto próximo.

Después de una fuerte presión para evitar la interna, el kirchnerismo debió concederla ante la amenaza de los enviados del precandidato presidencial Daniel Scioli (respaldado por la Rosada) de judicializar el tema. Incluso se sacaron los ojos por el porcentaje a partir del cual se deberán fusionar las listas que compitan en las PASO de cara a octubre.

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De no haber cambios, se enfrentarán en las Primarias una lista encabezada por el actual embajador en Brasil y otra en la que confluya la oferta electoral del kirchnerismo y del Frente Renovador de Sergio Massa. El candidato se conocerá en breve pero podría ser el ministro Wado de Pedro o el propio tigrense.

Todo terminó mal entre albertismo y kirchnerismo en la rosca previa a la presentación de la coalición ante la Justicia Electoral. La PASO que se viene asoma sangrienta. Por eso suena ridículo que el Presidente quiera maquillarlo. ”Y ahora que nos unimos por la patria, pongamos en valor a la patria”, dijo Alberto ayer. ¿Dónde unidos? Si el kirchnerismo insistió con cambiarle el nombre a la marca electoral para despegarse de lo que estima es un gobierno, el de Fernández, que ha fracasado.

Scioli también habló porque el duro comunicado impulsado por Máximo, con el membrete del PJ bonaerense, apuntaba contra él por no ceder a la presión para bajarse de la PASO, como quería Cristina. De hecho, el exgobernador fue aludido en ese texto venenoso como “una minoría” que tiene “problemas de cartel” y que peca de “abundancias de vanidades”. Sin salirse de su estilo monocorde, aseguró que no es títere de nadie y que no está para judicializar la política, acusación que recibió del otro lado.

Pero Scioli intenta despegarse de Alberto, como si la Rosada no estuviera detrás de su postulación, algo que sabe hasta cualquier desprevenido. Dijo: “Si lo quieren involucrar al Presidente en cuanto a preferencia por uno u otro candidato, él lo dijo claro: que haya PASO. El candidato de Scioli soy yo, Daniel, no soy títere de nadie”.

“Nunca estuvo en nuestra intención, no estamos para judicializar la política y menos los procesos internos. Queríamos lograr que se garantizara la participación, que se llevaran adelante las PASO, que la proporcionalidad fuera integradora, porque yo quiero integrar a los otros sectores y garantizar un fuerte compromiso de todos”, dijo.

Confuso porque el que habló de judicializar el tema si no le respetaban las pretensiones al sciolismo en todo este proceso electoral interno: Aníbal Fernández. Y también lo dijo en un reportaje, no en privado.