Extrañó demasiado a los titulares, mostró fallas de todo tipo y sufrió una dura caída

La frase afirma que toda elección implica una pérdida. Estudiantes eligió priorizar el duelo copero ante los brasileños, puso una formación con mayoría de habituales suplentes y terminó derrotado, dejando una pobre imagen.

Fue tan flojo lo hecho por el equipo que dispuso Eduardo Domínguez que la figura albirroja terminó siendo el juvenil Axel Atum, quien ingresó por Deian Verón en el tramo inicial del segundo tiempo.

Si bien los hinchas despidieron la tarde cantando como preludio del clima que ellos mismos instalarán en UNO ante Corinthians, se retiraron del estadio con sensaciones poco agradables.

Los grandes desempeños estuvieron en el equipo visitante, mientras que el boletín de calificaciones pincha sólo acumuló notas bajas.

Guasone fue uno de los puntos flojos. No se lució en la marca, ni en el juego aéreo. Transmitió dudas

En Córdoba jugó mal y perdió ante Belgrano utilizando titulares; ahora el DT cambió la receta, puso muchos suplentes y también fue vencido. El inicio de la Copa de la Liga ha dejado marcas no deseadas en la piel del León.

FLOJO RENDIMIENTO Y EL ACIERTO DE UN PLENO CON ACENTO COLOMBIANO

Extrañando bastante a los habituales titulares, el Pincha alternativo del Barba Domínguez no se sintió seguro en defensa (hubo errores puntuales de Guasone, que jugó en flojo nivel), sin mostrar presencia dominante en el mediocampo y con un ataque impotente. Pero esto es fútbol, acertó en la única situación peligrosa que supo generar y se fue al descanso ganando sin merecerlo.

Valorando mucho más el partido del próximo martes ante Corinthians, el técnico albirrojo hizo lo correcto y armó una formación diferente. Después de haber visto a los titulares “con la cabeza en Brasil” el día de la justa derrota ante Belgrano en Córdoba, otorgó una oportunidad de enorme valor a pibes formados en las juveniles del club, a refuerzos que llegaron hace poco y a otros profesionales que no terminan de convencer como para quedarse con un lugar en la mejor formación.

Federico Fernández, en un contexto de rendimientos mediocres, se mostró ordenado y sin equivocaciones que lo condenaran.

UNIÓN CONSIGUIÓ LO QUE MERECÍA SIENDO EL MÁS CLARO PARA ATACAR

Las sensaciones que se instalaron desde el comienzo fueron ratificadas en el resto de una tarde donde se advirtieron rasgos de impotencia en el dueño de casa.

Eduardo Domínguez sólo encontró satisfacción y conformismo en la prestación del joven Axel Atum. El chico que vive en la pensión del club mostró desenfado, seguridad,picardía y hasta algunas pinceladas de talento. Fue el que acaparó los elogios en una tarde desnuda de ovaciones.

En el plano opuesto, tanto Juan Cruz Guasone como Deian Verón (fue su primera vez como titular) resultaron los más flojos. El zaguero porque se lo notó inseguro, falló en la marca y eso lo hizo cometer varias infracciones. Mientras que el hijo de la Brujita se movió por el medio cayendo en la intrascendencia.

Manyoma debutó con un gol y quedó bien perfilado como para ser tenido en cuenta por el DT

La gran macana de Mariano Andújar fue otra arista muy comentada. Se equivocó en la faceta del juego que más le cuesta: jugar con los pies.

Su error derivó en el segundo gol e instaló la certeza de que Estudiantes, tal cual sucedió, no iba a poder recuperarse de semejante golpe.

Cuando el visitante anotó el tercero la esperanza pincha se desvaneció por completo. A esa altura de la tarde el Toro Morales ya era el propietario de los comentarios más elogiosos.

LA GRAN ILUSIÓN COPERA ATENÚA LA BRONCA, PERO NO LOS DIAGNÓSTICOS

La gran posibilidad de convertirse en semifinalista de un torneo internacional tiene a los hinchas albirrojos muy ilusionados. Ayer la derrota dolió. pero infinitamente menos que cualquiera del torneo anterior. La Copa constituye la gran apuesta del momento y eso hace que todo lo que ocurra en otros ámbitos competitivos pase a un segundo plano.

Mientras siga avanzando en la Sudamericana, tendrá permitido seguir perdiendo en el torneo local. Así de simple. El tema es que nadie sabe si podrá o no instalarse donde tanto desea estar.

Dentro de cuarenta y ocho horas se vivirá una atmósfera especial en ese mismo escenario. Ansiedad y nervios treparán alto en la motivación de aquellos que coparán tribunas y plateas. Esta caída quedará guardada en un cajón, aunque quedó claro el rendimiento de cada uno de los que actuaron.

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