Declaró la madre de Yáñez: “Vi cómo Alberto empujaba a mi hija”

La causa por presunta violencia de género contra Alberto Fernández, sumó ayer un clave y crudo testimonio: el de Miriam Verónica Verdugo, mamá de Fabiola Yáñez, quien aseguró haber visto cómo el expresidente agredía a la exprimera dama. Además, trascendieron nuevas imágenes en las que se ve a Yáñez con un ojo morado, aplicándose hielo sobre la herida y con el exmandatario durmiendo a su lado.

Sobre los moretones de su hija, Miriam Verdugo admitió que “sabía lo que era, el médico sabía lo que era, todos sabían lo que era, pero todos se callaban”, advirtió y que vio “cuando Alberto la sacaba de los brazos, la zamarreó y la empujó. La tiró frente a la puerta del ascensor”, abundó la mujer, que viajó desde Madrid para declarar ante Ramiro González, el fiscal que imputó al exmandatario por supuestos golpes y amenazas contra su expareja.

La madre de Yáñez contó que ese fue el único episodio de violencia física que presenció y que ocurrió mientras Fabiola cursaba el octavo mes de embarazo de Francisco, que nació en abril de 2022.

“Acá el Presidente soy yo y puedo hacer lo que quiera”, fue la respuesta de Fernández cuando Verdugo le pidió explicaciones por la situación de su hija, según declaró la mujer ante el fiscal. Agregó que el exmandatario evitaba agredir a Fabiola frente a otras personas, pero que luego del nacimiento de Francisco era habitual que la exprimera dama volviera golpeada a la casa de huéspedes, donde vivió parte su estadía en Olivos.

Un día “mi hija llegó con 4 dedos marcados en la cara”, reveló Miriam Verdugo. Añadió que “la violencia verbal la vivimos siempre, hasta el último día que él estuvo en España” y aludió a amenazas: “Él nos decía que nosotros no éramos nadie, que le iba a sacar el chico”.

En línea con lo que declararon la propia Yáñez y otros testigos de la querella, la madre de Fabiola insistió en que “todo fue para peor” desde que estalló el escándalo de la fiesta de Olivos en plena cuarentena por la pandemia de Covid.

LE PUEDE INTERESAR

El desempleo en el Gran La Plata aumentó un 80% en solo un año

LE PUEDE INTERESAR

UCR: las elecciones internas en La Plata y la Provincia

No obstante, confirmó que la violencia había empezado mucho antes. Por ejemplo, recordó que estuvo presente cuando un día del año 2016 Fernández envió a un asistente con un sobre con dinero para que Fabiola se sometiera a un aborto. “El gordo Rodríguez le llevó la noche anterior un sobre con papel madera con plata para que se saque al nene al día siguiente”, detalló.

La mujer admitió también los problemas de su hija con el alcohol. Dijo que habló en privado con el exjefe de la Unidad Médica Presidencial, Federico Saavedra, para advertirle que “ella estaba abusando de los ansiolíticos y del alcohol y que Alberto sabía, que había que hacer algo, pero hicieron oídos sordos”.

En otro tramo de su declaración, que se extendió desde las 10 hasta pasadas las 16, la madre de Fabiola Yáñez aseveró que “él (por el expresidente) me quería convencer de que mi hija estaba loca, que había que llevarla al médico y siempre me llamaba a mí por todo eso, pretendía que yo arregle los problemas que él generaba”, para luego lamentar, casi entre lágrimas, que “él conoció a una chica sana y limpia y la convirtió en un despojo humano”.

Horas antes de esta declaración, desde el entorno del expresidente se ocuparon de difundir una serie de chats en los que Fernández le manifiesta a Verdugo su “preocupación” por la ingesta de alcohol de Fabiola. La estrategia del exmandatario apunta a robustecer la versión de que los moretones de Yáñez se deben a presuntas caídas o golpes producto del alcohol.

“Él conoció a una chica sana y limpia y la convirtió en un despojo humano”

De esa manera, la defensa de Fernández busca desacreditar los testimonios fotográficos que muestran a Yáñez con un hematoma en el ojo derecho, como en las imágenes que se conocieron ayer, donde además se ve a la exprimera dama con una almohadilla de gel para disminuir la inflamación. En otra secuencia aparece el exjefe de Estado a su lado, durmiendo en la cama del dormitorio principal del chalet de la Quinta de Olivos.

Ante la Justicia, Yáñez había descripto una situación de violencia en la cama presidencial y que el Dr. Saavedra le recetó globulitos de árnica para calmar la contusión en el ojo. Sobre ese golpe, el médico platense reconoció haber atendido a la exprimera dama por esa causa, pero declaró que la entonces pareja presidencial coincidió en manifestarle que había sido “involuntario”.