Desde Chapadmalal, Sturzenegger respaldó el traspaso de la unidad turística al sector privado

El ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, celebró públicamente la decisión del Gobierno nacional de avanzar en la privatización de la Unidad Turística de Chapadmalal, ubicada en la costa atlántica bonaerense. A través de su cuenta oficial en la red social X, defendió el traspaso del complejo, junto al de Embalse en Córdoba, a la Agencia de Administración de Bienes del Estado (AABE) para su posterior concesión o venta.

“El Estado no debe proveer servicio de hotelería”, afirmó el funcionario, y explicó que, en todo caso, “sí puede ofrecer servicios de subsidios al turismo social o educativo, pero no tiene ningún sentido que gestione una actividad compleja para la que no tiene ninguna ventaja competitiva y no conoce”.

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Sturzenegger señaló que esta decisión está alineada con una de las ideas centrales del presidente Javier Milei: “El Estado debe ocuparse de sus competencias básicas”. En esa línea, agregó: “Celebro la decisión de transferir los complejos de Chapadmalal y Embalse a la AABE para su transferencia a un operador idóneo. También lo celebro porque ambas locaciones son únicas y su transferencia a un operador experto en el tema potenciará el valor turístico de ambos lugares con fuertes externalidades positivas para las zonas donde se emplazan”.

El ministro también expresó su agradecimiento al secretario de Turismo, Ambiente y Deportes, Daniel Scioli, “por la firmeza para tomar la decisión”; al subsecretario de Transformación del Estado, Alejandro Atamer, “por organizar el traspaso”, y al director de la AABE, Nicolás Pakgojz, “por recoger el guante para la liquidación”.

Según datos del Ejecutivo, la administración de los complejos turísticos generaba una pérdida superior a los 10 millones de dólares anuales, cifra que habría descendido a un millón en el último año. Ahora, la AABE será la encargada de llevar adelante los procesos de licitación.

Como ejemplo del costo de este tipo de estructuras para el Estado, Sturzenegger recordó su experiencia al frente del Banco Ciudad. Contó que la entidad poseía “un predio de varias hectáreas en Cosquín con seis bungalows donde ocasionalmente veraneaban empleados de la institución”.

“Los bungalows eran fríos, primitivos”, explicó, y detalló que había “riesgo permanente de que alguien un día se intoxicara con gas por las deficientes estufas que los calefaccionaban”. El ministro concluyó: “El absurdo se reveló cuando hice los números: el costo del establecimiento y las dificultades para el banco de administrarlo era de tal magnitud que los alojamientos sub-estándar que podía proveer salían más que alojar a los empleados en el famoso Llao-Llao”. Finalmente, ese predio fue rematado y adquirido por la Municipalidad de Cosquín.