1 de Noviembre de 2001 | 00:00
La película "El hijo de la novia", de Juan José Campanella,
exitosa comedia dramática que protagonizan Ricardo Darín, Héctor Alterio
y Norma Aleandro, fue elegida ayer como la candidata nacional para participar
en la preselección de cinco títulos de distintos países que competirán
en 2002 por el Oscar al mejor film de idioma extranjero.
El largometraje de Campanella, actualmente en competencia en el Festival
de Cine de Valladolid, donde recibió críticas elogiosas tras su presentación,
se impuso por 13 votos a nueve sobre "La ciénaga", la celebrada y premiada
opera prima de la joven salteña Lucrecia Martel, sobre la cual se habían
volcado grandes expectativas.
La decisión de enviar a "El hijo de la novia" a la competencia por el
Oscar fue tomada en la tarde de ayer en el aula magna de la Escuela Nacional
de Experimentación y Realización Cinematográfica (Enerc), ubicada en Moreno
1199 de la Capital Federal, donde se realizó el recuento de los votos
de 22 de los 24 integrantes de un jurado de notables.
Con la presencia del Secretario de Cultura de la Nación, Darío Lopérfido,
y el director del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (Incaa),
José Miguel Onaindia, un escribano público y un abogado abrieron una urna
en la que se habían depositado los sobres con la decisión de cada jurado
y procedieron, con cuidado, al recuento de los votos.
Más allá de las cualidades cinematográficas del film de Martel, que le
valieron el premio a la mejor opera prima en el último Festival de Berlín
y el reconocimiento de público y crítica en Toronto, San Sebastián y Nueva
York, "El hijo de la novia" parece ser la más adecuada para representar
al cine argentino en una competencia de este tipo.
No sólo por poseer una calidad técnica impecable, por usar un lenguaje
cinematográfico accesible -el que hace a la comedia y el drama tradicionales-
o por contar con grandes actuaciones protagónicas y secundarias, sino
también -y sobre todo- por la enorme emotividad que se desprende de una
historia de basamento humano y universal.
Es que generalmente en la elección de las cinco películas que competirán
por el Oscar al mejor film de idioma no inglés -que se realizará en febrero
de 2002 en los Estados Unidos- prevalecen este tipo de realizaciones de
corte industrial y no aquellas que, como "La ciénaga", proponen nuevas
miradas y formas experimentales de narrar una historia.
Si los puntos fuertes de la obra de Campanella -que ganó dos importantes
premios en el festival de Montreal y fue vista en Argentina por 1.200.000
espectadores- son sus actuaciones y una historia de grandes dimensiones
emocionales, los de "La ciénaga" son sus climas y atmósferas generados
por un enorme trabajo de sonido y de montaje.
La película elegida cuenta la historia de un cuarentón (Darín) desbordado
de trabajo que vuelve a reencontrarse con su padre (Alterio), al que ayuda
a hacer realidad el sueño de su madre (Aleandro), enferma de Alzheimer:
casarse por la Iglesia.
A pesar de que eran 47 los filmes que tenían chances de ser elegidas -contando
todas las que se estrenaron en el país desde noviembre de 2000 hasta hoy-,
"El hijo de la novia" y "La ciénaga" fueron las únicas votadas por los
miembros del jurado de notables, dos de los cuales (Emilio Basaldua y
Oscar Barney Finn), por razones que se desconocen, se abstuvieron de comunicar
su elección.
Ante la falta en Argentina de una Academia de cine y teniendo en cuenta
las polémicas decisiones del pasado que designaron a films como "Tango",
del español Carlos Saura, y "Manuelita", de Manuel García Ferré, Onaindia
estableció este año un nuevo mecanismo que amplió el número de los votantes
y dispuso un estricto secreto sobre sus identidades.
Ese jurado estuvo presidido por la guionista Aída Bortnik, e integrado
por los actores Arturo Puig y Ana María Picchio, los realizadores Martín
Rejtman, Teresa Constantini, Marcelo Céspedes, Alejandro Maci y Beda Docampo
Feijóo, los críticos Sergio Wolf y Luciano Monteagudo, y el músico José
Luis Castiñeira de Dios.
También votaron Hugo Beccacece, Leonardo Becchini, los periodistas Laura
Ubfall y Carlos Morelli, los productores Marcelo Altmark y Oscar Kramer;
Claudio Reitte, Axel Pauls, Clara Zappettini, Carlos Ferro y Marcelo Salvioli.
A fin de cada año, cada cinematografía, a través de su organismo regulador,
decide el título de la película nacional que la representará en la preselección
de los cinco títulos que finalmente concursarán por el Oscar a la mejor
producción en idioma extranjero (no inglés).
A comienzos del año siguiente, los socios de la Academia de Hollywood
presencian ese lote de películas propuestas por las distintas cinematografías
y luego votan a las que consideran las cinco postulantes a aquel Oscar.
Esos cinco títulos -junto con los de los demás candidateados a las estatuillas-
serán divulgados en febrero y entrarán en la competencia final, de la
que a fines de marzo emerge el filme vencedor.
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