La situación política y económica metió la cola en la elección de la UNLP y definió alzas y bajas

Finalmente, y al contrario de otros años, la situación política y económica nacional metió la cola en las elecciones estudiantiles de la Universidad de La Plata.

Así las cosas, la expresión universitaria de la UCR-Cambiemos, Franja Morada, pagó un alto costo en los comicios que se desarrollaron entre el miércoles y el viernes últimos. No por defender, sino por no oponerse a las políticas de ajuste en el presupuesto destinado a educación, ciencia y tecnología impulsadas por el Gobierno nacional. Para sus adversarios, la segunda postura es igual a la primera.

Este fue un año particularmente conflictivo en las facultades. El reclamo salarial de los docentes terminó siendo un mero disparador de otros temas que calaron hondo en la comunidad académica, como el achique presupuestario, la deserción de alumnos que se notó con fuerza tras las vacaciones de invierno y las crecientes dificultades económicas de muchos estudiantes.

Ello derivó en numerosos paros, clases públicas, abrazos simbólicos a edificios académicos, movilizaciones y hasta tomas de facultades. Según comentaron a este diario referentes de distintas carreras, el alumnado “se comprometió mucho en esas protestas, por conciencia personal, por solidaridad con sus docentes o por las dificultades propias para continuar estudiando”.

Datos duros de esa situación la ofrecieron algunos decanos, quienes dieron cuenta de que en Ciencias Exactas, la “facultad de los laboratorios” y cuna del sistema de ciencia y técnica, ya se utiliza el 50% del presupuesto para pagar la luz, el gas y el agua. Y de que en Ingeniería se pagan 650 mil pesos mensuales de energía eléctrica, cuando el extra que otorga el Gobierno para ese gasto es de 180 mil pesos. ¿De dónde sale la diferencia? “De achicar otros ítems”, se explicó.

En aquella suerte de asamblea universitaria permanente que dominó gran parte del ciclo lectivo, Franja Morada no estuvo presente.

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No fueron pocos los militantes morados que expresaron por lo bajo su oposición a ciertas medidas gubernamentales, pero la Franja nunca se pronunció al respecto como agrupación.

Si bien el gran golpe fue la derrota que sufrió, tras 15 años, en la facultad de Derecho a manos de Estudiantes de Abogacía, una fuerza conformada por independientes, peronistas y kirchneristas (que debutó hace apenas cuatro años militando en redes sociales), Franja Morada tuvo una caída generalizada.

Está presente en 14 de las 17 facultades, y este año sumó casi 2.000 votos menos que en 2017. Para ser exactos, 1.987, ya que pasó de 15.666 a 13.679. Ello equivale, para tener una dimensión, a la suma de todos los votos emitidos en Agronomía más todos los del Observatorio más casi 500 sufragios más. O bien al total de votos válidos de la facultad de Informática más 112.

Y es que la Franja redujo su caudal electoral, respecto del año pasado, en 11 de las 14 unidades académicas en las cuales está presente.

Además de la durísima derrota en Derecho, en el Observatorio retuvo el centro de estudiantes pero perdió el claustro ante la histórica agrupación INTI.

Conservó, aún con menos sufragios, Ciencias Económicas, Veterinaria y Agronomía.

Sus dos grandes apuestas para 2018 se vieron truncadas. En Ingeniería, donde en 2017 perdió ante Unidad (PCR) por 182 votos, ahora lo hizo por 656. Y en Arquitectura, donde había perdido por apenas 72 papeletas, esta vez fue derrotada por 736. Además resignó el consejero que había conseguido el año anterior en Medicina.

Peronismo y Patria Grande

¿Quiénes capitalizaron el voto que emigró de la expresión estudiantil de Cambiemos? El peronismo en sus distintas expresiones -hoy unidas bajo el paraguas de la FULP- y La Mella, el brazo universitario del Movimiento Popular Patria Grande, que participa del frente que lleva ese nombre y cuya figura más conocida es el amigo personal del Papa Francisco y dirigente de la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP), Juan Grabois.

El mayor golpe del peronismo, de más está decirlo, fue su contundente triunfo en Derecho, donde se impuso por vez primera.

Luego, a través de la JUP, conservó la mayoría absoluta en Periodismo, retuvo Informática y, junto con el kirchnerista Miles, también extendió su supremacía en Bellas Artes (ver gráfico).

Asimismo, mediante la histórica agrupación Suma -que lidera el Frente Universitario Nacional y Popular, o simplemente FUNAP- volvió a ganar en Ciencias Exactas.

Vale recordar, a horas de su resonante triunfo, que Estudiantes de Abogacía (EA) irrumpió en Derecho en 2014 brindando servicios a los alumnos a través de las redes sociales: apuntes, información sobre las distintas cátedras, sorteos de cursadas, cambios de último momento en alguna clase o seminario, trámites, becas, horarios y más. Fue realmente revolucionario y efectivo, pues los estudiantes -según contaron- accedían desde sus celulares a aquello que antes les demandaba traslados, colas, tiempo.

Durante el conflicto que dominó gran parte del ciclo lectivo, Franja Morada no estuvo presente”

Patria Grande creció a nivel general y sumó a su cosecha una nueva facultad

Ese año, EA se plantó en la escena política de la facultad con 629 votos que la subieron al podio. Fue tercera detrás de Libres del Sur. En 2015, el primer gran salto: con 1.278 sufragios fue segunda y le quitó un consejero directivo a Franja Morada. En 2016 sumó 700 voluntades más. El año pasado le pisó los talones al radicalismo estudiantil. Y la semana que pasó lo destronó al alcanzar 2.756 votos.

Con fuerte presencia de militantes peronistas, kirchneristas e independientes, no participa en forma orgánica de la JUP pero sí del frente entre el peronismo y la izquierda nacional que conduce la FULP.

Miles y Patria Grande

El Miles, agrupación kirchnerista no peronista que también articula con la CTEP, comparte la presidencia de la FULP con Patria Grande. Este año no le fue nada bien. Perdió Psicología ante un frente de izquierda que se formó durante los largos días del conflicto universitario; también cedió la conducción de Trabajo Social ante -precisamente- Patria Grande, que se quedó allí con los 5 consejeros estudiantiles, y en Humanidades fue relegada del segundo al tercer lugar por la JUP.

Sólo conservó Bellas Artes donde integra la alianza Bellas Artes por el Cambio con, justamente, la juventud peronista.

Por el contrario, Patria Grande creció. Lo hizo a nivel general y, además, sumando a su cosecha una nueva facultad.

Mantuvo la mayoría absoluta en Humanidades y, como se indicó, triunfó en Trabajo Social logrando también las cinco bancas reservadas al claustro estudiantil en el consejo directivo.

A todo esto, pudo frenar en Medicina el fuerte ataque del peronismo y mantenerse en la conducción mediante el frente que hace años conforma con la agrupación Unite (PCR).

Se afianzó, en tanto, como segunda fuerza y con un consejero estudiantil en las facultades de Bellas Artes (Cronopios), Agronomía (Cambium), Veterinaria (Minga), Ciencias Económicas (Muece) y Ciencias Exactas (El Pelo de Einstein). Alcanzó el 2º lugar en Periodismo, pero allí no llegó al Consejo.

Por último, el Frente Natural (Quebracho) y el MOI (independientes) volvieron a ganar por “enésima” vez consecutiva en Ciencias Naturales y en Odontología.