La base de la estructura está sólida, ahora sólo faltan las terminaciones

Hay tantas teorías en este viejo y querido fútbol, como chantas y trasnochados que arman en sus mentes partidos ideales. Pero la verdad está en la cancha. Para muchos, está en las dos áreas. En la propia, defendiendo bien para que no te conviertan; en la de enfrente, para tratar de hacer goles en el arco rival. Después de un semestre donde en Gimnasia se apostó a una nueva idea de ver y jugar al fútbol como proponía Mariano Soso, con jugadores en posiciones cambiadas y esquemas por momentos muy ingenuos ante rivales que ya le habían tomado el tiempo, ahora con Facundo Sava se volvió a cambiar, más allá que algunos vestigios de aquella idea de salir jugando del fondo quedan. Los resultados con Soso no fueron los esperados, y ya con Sava en el timón, el barco, de a poco, busca su camino.

Hace poco más de un mes que el ciclo del Colorado arrancó. En números, 5 puntos de 12, pero la sensación que algunas cosas se van acomodando otra vez. Como marca el manual, de atrás para adelante. Y en estos cuatro partidos, solo recibió dos goles, algo positivo teniendo en cuenta lo que pasaba hasta diciembre donde tenía la valla más vencida. La “hemorragia” se pudo detener y de a poco algunos equipos van quedando abajo en ese aspecto (Olimpo, Temperley y Lanús; y Defensa y Justicia tiene la misma cantidad que el Lobo).

Defensivamente, Gimnasia volvió a ser un equipo fuerte. Combativo. Complicado. Que muerde y mete, donde al menos Alexis Martín Arias no la está yendo a buscar dos o tres veces por partido al fondo del arco. En ese sentido, en pocas semanas la idea de Sava se hizo carne en el equipo, que se muestra más sólido con los mismos jugadores, algo que reclamaba el hincha, que a su equipo no le convirtieran tan fácil.

Ahora bien, el Colo junto a la Bruja Aurelio y Hernán López (sus ayudantes de campo), deben resolver el otro cincuenta por ciento de la cuestión. Ya resolvieron rápidamente que no le conviertan, ahora deberán pensar en cómo hacer goles. En cuatro partidos, el equipo solo hizo dos goles ante Central, pero no pudo con Arsenal, Estudiantes y Colón. ¿Qué tuvo chances en esos partidos? Sí, claro, pero fundamentalmente por malas decisiones y errores en la puntada final, no lograron quebrar al golero rival.

Ante Colón tuvo varias oportunidades, pero las desaprovechó. Antes del gol Sabalero, un remate desde afuera de Dibble que no terminó bien cuando tenía otras opciones, y una llegada de Faravelli que muchas veces se excede en querer colocar tanto que termina tirando una “masita”, cuando la necesidad marca romperle el arco; luego la doble atajada de Alexander Domínguez, otra vez Dibble (como con Arsenal), casi como un penal no aprovechó el “regalito” de Conti tras un centro de Niell y se la tiró al cuerpo del larguísimo arquero ecuatoriano, y en el rebote como un fantasma apareció Faravelli al lado del arco, pero también falló. En el complemento Dibble siguió sin suerte, y Barrales y Niell desaprovecharon oportunidades claras para mandarla a guardar. Y lógicamente que se hace difícil así.

Cuando Pereyra esté a punto, será un buen socio de Alemán, eso está claro, y la generación de juego será otra. A Dibble, habrá que pensarlo definitivamente como un viejo wing derecho, que por la línea pueda desequilibrar y sacar el centro. El uruguayo es rápido, va una y otra vez, pero frente al arco erra, y hoy el Lobo lo paga. Todo esto para poder ayudar un poco más al Enano Niell que por momentos solitariamente se hace gigante de lo que corre, exige y salta. Tal vez una dupla Barrales-Niell aparezca en un futuro, como aquella fórmulas que utilizaba Griguol.

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PILARES IMPORTANTES

En estos partidos también se pudo observar la recuperación de individualidades que el semestre pasado se desdibujaron. Martín Arias volvió a ser ese arquero seguro. Tras el gol Sabalero, tuvo dos intervenciones brillantes. Volvió a generar tranquilidad, y al mismo tiempo el se volvió a sentir tranquilo con el equipo.

Fabián Rinaudo está reencontrándose con aquel que combina el meter para recuperar la pelota en la zona caliente del mediocampo, que se desdobla para hacer un relevo o que mete un pase exquisito. Lejos de aquella prueba como líbero, hoy volvió a ser un cinco de los que se respeta. De jerarquía.

Oreja demuestra que pone su parte, y también la que no ponen otros. Es pura entrega y eso contagia. La recuperación de Coronel es bienvenida para Sava, que aguarda por la vuelta del Bochi Licht. El pibe Bonifacio volvió a ser ese lateral-volante productivo, que promovieron Leandro Martini y Mariano Messera durante su interinato el año pasado que asombró a propios y extraños. Colazo suma aunque a veces es muy intermitente y pareciera que se pierde.

En definitiva, las piezas parecen ir acomodándose en la “era” Sava, donde si no tiene unos puntos más es sencillamente, por culpa totalmente propia. Aquel gol increíble errado por Dibble con Arsenal; ahora contra Colón otra vez Dibble y al uruguayo se le agregan Faravelli y Niell, de haber entrado algo de todo eso, la historia sería otra.

Tras el gol Sabalero, el Lobo salió a buscar el empate. Asumió riesgos, es verdad, pero demostró que tiene con qué ir a buscar al área de enfrente. Por eso será un tema a solucionar mientras el crédito está abierto. Un poco más de audacia tal vez, o de asumir algún riesgo más. Esa es la cuestión.