Otra denuncia para Darthés: una tremenda carta abierta de una actriz complica al galán

Sus compañeros lo defendían. Su pinta de caballero, de galán clásico, parecía dotarlo de un aire de bondad: lo que decía de él su ex compañera parecía inverosímil para el gran público, que aún en medio de la oleada de denuncias contra las prácticas naturalizadas de la industria de la televisión y el cine que concientizaron a buena parte de la población sobre la asiduidad con que se trasgreden los límites sexuales, se negaba a creer, del todo, que Juan Darthés había acosado a Calu Rivero en el set de “Dulce amor”.

Sin embargo, con la aparición de una segunda denuncia, explosiva, los espectadores parecieron dar ayer vuelta su veredicto, convirtiendo a Darthés en trending topic número uno debido a la andanada de mensajes de repudio que se virtieron sobre él luego de que Anita Coacci revelara los tratos que recibió de Darthés en el set de “Gasoleros”, hace ya 20 años, en una carta impactante.

Coacci, sobrina de Susana Rinaldi, se refirió a una situación que vivió cuando grabó la popular tira: “Estoy aguantando y conteniendo el decir o no decir y se acabó. Hoy leí que una vez más otra persona defiende públicamente a Juan Darthés. Yo no sólo no lo defiendo, sino que le creo rotundamente a Calu R. y a todas las mujeres que deben existir y se callaron”, comenzó diciendo Anita en su comunicado, refiriéndose a Calu Rivero, quien también había dicho que Darthés se había “excedido” con ella en una escena hot, una denuncia que realizó en su momento, luego calló, dijo ella, cuando el asunto parecía judicializarse, y retomó recientemente, tras varios años alejada de la televisión, según la modelo, a causa de lo ocurrido aquellos días en “Dulce amor”.

“SE ME TIRA ENCIMA”

Coacci apoyó así la causa de Rivero, y lo hizo con contundencia y detalles escabrosos: “En un parate de la grabación estaba charlando en un camarín con JD, a quien conocía desde adolescente. Momento en el que el señor se desliza con la silla que tenía rueditas y se me tira encima, se para y me tira contra la pared, me besa, me mete la lengua, me agarra la mano y me hace tocarle su sexo, mientras me dice ‘mirá como me ponés’.”.

La actriz siguió con el recuerdo, muy vívido en su memoria: “Yo congelada y sin poder reaccionar. En segundos entró una de las chicas de vestuario y él se separó inmediatamente y yo me fui. Los días siguientes de grabación me persiguió. Terminé de grabar y no volví a verlo. Supe que mientras esto pasó, su mujer estaba embarazada y eso me sumó más asco”, lanzó, indignada.

Todo el tiempo que pasó pareció haber sido algo que no ayudó a que Anita pudiera abandonar la sensación de repugnancia.

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Más bien, todo lo contrario. El balance que hizo fue: “Me callé. Por miedo, por inseguridad, porque nadie me iba a apoyar con esto. Hoy los tiempos empezaron a cambiar. Si las mujeres seguimos callando nos convertimos en cómplices”.

“Yo no quiero ser más cómplice de lo aberrante ni quiero cubrir de algún u otro modo a una sociedad e industria que sigue siendo machista y en la que nos rodean personas que bajo su poder creen que pueden hacer con nosotras lo que quieran. Mientras escribo, tiemblo. Porque se que al apretar publicar se puede llegar a venir una montaña en maremoto encima mío. Pero se terminó”, agregó.

“Lo que me pasó se lo conté a muy pocas amigas, a la psicóloga y a mi madre (a mamá solo por arriba). A mi viejo ni se lo conté porque no estaba bien visto hablar de ciertas cosas. Porque era incómodo. Porque era mejor no traer problemas. Porque era mejor no comprometer a nadie. En aquel trabajo no dije nada porque pasaría lo mismo y era Pol-ka y yo no era nada más que una actriz más del montón que había conseguido hacer un par de capítulos en la segunda temporada de Gasoleros y con ilusión cuidaba mi trabajo lo mejor que creía poder. Pero hoy me terminé de cansar. Yo soy mujer y soy feminista y no me voy a callar más”, aseveró la actriz y también cantante que sigue los pasos de su mamá.

En el cierre de su comunicado, sostuvo: “No quiero cubrir de algún u otro modo a una sociedad e industria que sigue siendo machista y en la que nos rodean personas que bajo su poder creen que pueden hacer con nosotras lo que quieran”.

Darthés trabaja hoy en “Simona”, tira de la que es protagonista, y mientras su litigio con Calu prosigue en tribunales (él la acusó de daños y perjuicios), el actor pasó recientemente por la mesa de Mirtha, donde habló de las acusaciones de Rivero.

“Ella me acusa de una actitud inapropiada en una escena de ficción, me acusa de exceso de besos. Ella podría haber dicho si no se sentía cómoda con alguna escena, no se puede pensar que uno tendría una actitud inapropiada en ese contexto, si no querías hacer alguna escena, no la hacías, no había presiones”, declaró entonces el galán. Muchos, entonces, eligieron creerle. Luego de las palabras de Coacci, ya no resulta tan sencillo.

“Me agarró la mano y me hizo tocarle su sexo”

Anita Coacci denunció a Darthés en una carta pública en Facebook