A Bernardi le gusta “tirar de la soga”, pero esta vez se le ha puesto demasiado tensa

Por MARTÍN MENDINUETA
@firmamendinueta

Rehén de sus diagnósticos y de las consecuentes planificaciones, el director técnico de Estudiantes pareciera no darse cuenta del hartazgo que gobierna el ánimo de los hinchas albirrojos. El ambiente se ha puesto muy tenso con el rosarino.

Su sentencia posterior a otra derrota como local, “no tiene mucho sentido hablar de cosas que vuelven a repetirse”, francamente llamó la atención. ¿Por qué se reiteran? ¿Acaso será porque al entrenador ha elegido en varias ocasiones cambiar casi por completo la mejor alineación que tiene? Si advierte que poniendo en cancha parecidas formaciones, con hombres que no son habitualmente titulares, llegan, indefectiblemente, consecuencias no deseadas; ¿por qué insiste entonces en “tirar de la soga” con su visión poco compartida de que una de las virtudes de este ciclo ha sido y es fomentar la competitividad entre los jugadores que tiene a su cargo?

La conclusión es tan sencilla como cruel: Cuando pone muchos suplentes, la imagen de Estudiantes se desvencija por completo; se hace añicos. Si lo ve y lo sufre en carne propia, ¿cómo es posible que no modifique su postura? ¿No se da cuenta que esta situación llevó a que miles lo silbaran el último viernes cuando caminó rumbo al vestuario?

Hoy “la cuerda se le ha puesto muy tensa” y su continuidad laboral está claramente en duda. Aunque más no fuese impulsado por un lógico instinto de conservación debiera abandonar este modus operandi de hacer descansar a casi todos los mejores cuando está medianamente cerca de un examen por la Copa Libertadores. Él cree que puede jugar cualquiera y la realidad se encarga de contradecirlo con bofetadas cada vez más hirientes.

Lucas Bernardi, que a comienzos de la agenda de este año había empezado a ganarse el respeto (nunca la simpatía) de buena parte de los habitantes de la tribuna, da la sensación que ahora, empujado por sus caprichos, está socavando el endeble respaldo que todavía tiene del presidente Verón.

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NADIE CONDUCE

No bien comenzó el partido, se vio que Guevgeozián (más tarde se convertiría en verdugo “Pincha”) cumplía la función de acercarse a Bautista Cascini cada vez que Estudiantes salía desde el fondo con pelota al piso. Tapado el rubio mediocampista central, no hubo nadie que pudiera marcar el camino. La impotencia creativa del anfitrión se notó desde el primer tiempo y se fundamentó, además, en el casi nulo aporte del ecuatoriano Jacob Murillo.

En el Estudiantes “Clase A” el conductor es el inoxidable “Chapu” Braña (no hay otro que marque la pauta de por dónde debe ir el juego). En el “León” alternativo no hubo ningún guía que lo condujera hasta el arco “Pirata”.

Bernardi se encierra en sus creencias, pero también es cierto que los refuerzos que llegaron para esta temporada no colaboran. Fabián Noguera sólo puede esperar que el “Chavo”, Schunke y Campi no estén en condiciones. Es el cuarto zaguero del plantel. Murillo no trasciende, no desequilibra, no pesa en el trámite, Y al colombiano Escobar, que había mostrado algún destello interesante en Paraná, ni siquiera le dan la chance de ser titular en la segunda formación.

Si a esto le sumamos que Gastón Giménez, el más pedido por el DT y por el que más dinero se invirtió, todavía no ha conseguido romper el molde de su burocrática tibieza para manejar el balón, el balance en la elección de aquellos que, supuestamente, llegaban para elevar el nivel general, hasta aquí arroja un saldo negativo.

TODO A LA COPA

Pasar a octavos de final del torneo más valioso del continente representa el pleno que se juega este ciclo de trabajo. Todo el esfuerzo está puesto en ese objetivo. Eso le generará una presión muy grande para el partido del próximo martes frente al Santos.

Bernardi se embarca rumbo a Brasil sabiendo que está muy cuestionado. Nunca generó empatía con la gente. Y ahora empieza a dirigir ni más ni menos que por la permanencia en el cargo.

¿Creyó tener mejor plantel del que en realidad tiene? ¿Cambia permanentemente para demostrar que su receta estratégica es el molde al cual deben adaptarse los jugadores? ¿Estará arrepentido de haber considerado tan bajo a un hombre sumamente rendidor para Estudiantes como Israel Damonte? El gobierno del club eligió a Bernardi; está claro que los hinchas no.