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Deportes |PRIMERA DERROTA DE GIMNASIA EN LA COPA, 3-2

Parece un cuento “gallego”, otra vez de pelota parada le complicaron la vida al Lobo

Vélez se lo había empatado en el final, ahora se lo ganó Huracán. Fue un equipo con dos caras

Parece un cuento “gallego”, otra vez de pelota parada le complicaron la vida al Lobo
Walter Epíscopo

Walter Epíscopo
wepiscopo@eldia.com

16 de Noviembre de 2020 | 04:57
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Tan difícil como fácil explicar la primera derrota de Gimnasia en la Copa de la Liga. Buscando un equilibrio entre no desmerecer al ganador, que se sobrepuso a un tempranero gol que recibió, lo dio vuelta, y que encima clavó tres “pepas”. Huracán tuvo sus méritos, pero sin lugar a dudas, Gimnasia le allanó el camino al equipo de Israel Damonte que en silencio es el puntero de la Zona 6. Errores propios privaron (otra vez) al Lobo de quedarse con lo que mereció, ante el Fortín con un triunfo; y ayer ante el elenco de Parque Patricios, por lo menos con la igualdad. Pero en el fútbol con los merecimientos no se hace nada, eso es claro. Fue caída por 3 a 2.

Por un lado, nuevamente Gimnasia volvió a demostrar un juego interesante de mitad de cancha hacia arriba. Más allá de su gol, Víctor Ayala marcó el camino junto al incansable Matías García. Después, cuando José Paradela y Johan Carbonero “conectaron”, fue decididamente bueno lo del conjunto Tripero. Pero arriba Nicolás Contín no está para nada fino como para al menos aprovechar una o dos que le llegan; Lucas Barrios, menos.

Como ante Vélez, el Lobo no aprovechó su momento donde superó al rival (que lo tuvo), y lo terminó pagando muy caro, en el Bosque contra los de Liniers con un empate, ayer directamente con la derrota. Por que no supo manejar el partido y el rival (que como dice una archi utilizada frase futbolera para justificarse, “también juega”). Y obvio que juega, si le dejás algo servido lo va a aprovechar. De los tres goles de Huracán, dos fueron de pelota parada donde tanto a Arregui (en el 1-1) como a Cordero (en el 3-2) los dejaron “solitos”.

UNA VOCACIÓN DE ATAQUE QUE SE FUE DILUYENDO

Lo cierto es que en el inhumano horario de las 2 de la tarde, con mucho calor que se acrecentaba entre tanto cemento del Palacio “Tomás A. Ducó”, arrancaron a jugar Quemeros y Triperos con vocación de ataque y la firme decisión de buscar el arco de enfrente.

Cuando solo se habían ido en insinuaciones y el cronómetro marcaba 5 minutos, tras un despeje desde el fondo de Maxi Coronel, en la mitad del terreno Víctor Ayala de primera habilitó a Contín que encaró hacia el arco abriéndose a la derecha. El Tanque dudó en definir, la defensa local se rearmó, y el “nueve” cedió para Ayala que se posicionó en la medialuna en posición de remate y sin dudar sacó un tremendo derechazo que se clavó abajo, contra el poste derecho de Cambeses.

Con el 1-0 a favor, los albiazules manejaron el juego ante Huracán que no hacía pie. Lo tuvo Paradela (de buen primer tiempo, pero como ate Vélez decayó en el segundo y terminó reemplazado) quien no resolvió bien un ataque muy claro, y terminó con un remate de Ayala. El juego era todo de Gimnasia que generaba situaciones. Paradela le puso un gran pase al Caco García que picó solo por izquierda, sacó un centro preciso al primer palo que conectó mal Contín, que la tiró afuera.

Fue una derrota evitable del Lobo, como el empate ante Vélez. Tendrá que hacer ajustes

 

A todo esto, Jorge Broun solamente había sido llamado a intervenir por un remate de Adrián Arregui. De a poco Huracán empezó a emparejar el juego con el buen andar de Franco Cristaldo y Juan Garro. Precisamente a los 37 minutos, desde la derecha del ataque local Cristaldo ejecutó un tiro libre, el centro fue muy pasado al segundo palo por donde entró Arregui que con el pie derecho conectó antes de que la pelota toque el piso, venciendo a Broun. Como en el gol del empate con Vélez, Harrinson Mancilla cerró tarde y el rival definió solo cara a cara con Fatura.

El tándem derecho integrado por Weigandt-Carbonero se fue diluyendo, Grimi ajustó las marcas y por ahí se cerró una vía. Huracán herido por ir perdiendo en su casa lo emparejó y encontró la igualdad con la que terminaron los primeros 45 minutos.

El segundo tiempo no arrancó bien jugado y parecía que sería un “bodrio”. Nadie imaginaría que habría tres goles más y algunas chances dignas de gol. Todo era muy trabado en el mediocampo, y de una pelota que iba de un lado al otro sin dueño, Garro puso un preciso pase hacia la izquierda para Andrés Chávez que le ganó en el mano a mano a Weigandt, y sacó un remate cruzado que venció a Broun.

El local lo había dado vuelta y Gimnasia no la pasaba bien. De una buena jugada preparada (muy similar al gol del empate de Vélez) Norberto Briasco quedó solo y su remate pegó en la parte de afuera del palo. El Lobo debió salir a buscar otra vez, mordiéndose los labios por no haber aprovechado sus buenos pasajes, mientras Sebastián Méndez movió el banco y acertó. Adentro Eric Ramírez por Contín, y el concordiense quedó como punta, algo que se practicó en Abasto.

A los 22 minutos tras un centro desde la izquierda del paraguayo Ayala, justamente la fue a buscar la Perla Ramírez quien cabeceó, y ayudado por las manos débiles de Cambeses, la pelota terminó adentro del arco. Era el 2-2 y decididamente el partido estaba abierto. Minutos después pareció reaccionar el conjunto Mens Sana, que tuvo un buen contragolpe que terminó con un remate de Caco García que se fue rozando el palo.

Los cambios continuaron desde ambos bancos, y Damonte también acertaría como el Gallego Méndez con un goleador. Sobre los 36 minutos en un córner, el que entró como una locomotora fue el pibe Nicolás Cordero que había ingresado minutos antes, y metió un frentazo violento ante Broun que nada pudo hacer. Otra vez en el área gimnasista se perdieron las marcas y un rival que entra solo para convertir.

Y otra vez el Lobo debió salir a empatarlo. Empujados desde el fondo por Goltz y Ayala, daba la sensación que en cada ataque podía llegar la igualdad, pero Gimnasia mismo equivocó los caminos. Y de tenerlo controlado pasó a casi perderlo por más goles, ya que Fatura Broun se jugó la vida y primero lo evitó ante Garro (a los 39) y después ante Briasco (a los 45).

El partido le daría posibilidades de igualarlo en tiempo de descuento con pelotas paradas (donde por ejemplo Broun fue a buscar la heroica al área rival), pero ni siquiera esas chances aprovecharon. Una derrota totalmente evitable, como el empate con Vélez. Gimnasia terminó complicándose solo, por que tiene buenos momentos de juego donde es más que su rival, pero sin embargo no los termina aprovechando y luego por desatenciones y errores propios se le escapan los resultados.

Parece un chiste “gallego”, dos partidos seguidos donde a Gimnasia le pasa lo mismo, la pelota parada termina siendo “letal” y matando las ilusiones de un equipo que hoy podría estar mucho mejor en la tabla.

 

 

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