Sigue las filtraciones escandalosas que complican a los médicos del Diez

El contenido de los teléfonos celulares de Leopoldo Luque, médico neurocirujano que estaba a cargo del cuerpo de profesionales encargado de la atención de Diego Armando Maradona, y de Agustina Cosachov, la psiquiatra que conformaba el grupo selecto que rodeaba al “10”, alimentan la causa iniciada tras la muerte del ídolo por la Fiscalía General de San Isidro, que en las últimas horas incorporó material considerado de valor como prueba para esclarecer las causas de la muerte de Maradona.

“Tengo cagazo de que me quieran empomar por los remedios”, es un audio de Cosachov que encendió el interés de los encargados de recopilar pruebas y testimonios. Ponía de manifiesto la doctora su temor a ser investigada por el régimen de psicofármacos que le administraba al ex entrenador de Gimnasia en su proceso de recuperación del alcoholismo. “No te persigas con eso”, le contestó Luque, quien agregó, tratando de calmarla, que se trataba de “un enfermo delicado”, aunque para cerrar el ida y vuelta leyó este mensaje: “Estoy medio persecuta”.

Por lo actuado hasta el momento, los abogados que representan a los médicos intentan usar la estrategia de que la familia estaba en conocimiento de lo que se hacía y que sus miembros más cercanos a Maradona aprobaron con su firma. Los fiscales, por el contrario, se ubican de la vereda de enfrente, considerando que más allá de la firma de las hijas, son los doctores los protagonistas centrales de cada decisión.

Luque y Cosachov no han sido convocados a indagatoria, aunque se considera muy probable que eso ocurra. Por lo pronto, un abogado de Cosachov en la víspera atendió a la prensa y aseguró estar a la espera de conocer de que puede ser acusada su clienta. Tranquilo, el profesional explicó que en cada una de las internaciones de Diego, los médicos a cargo de su atención en los diferentes centros asistenciales jamás objetaron, como peligro para el estado cardíaco, la medicación administrada por la psiquiatra.

El neurocirujano Leopoldo Luque y la psiquiatra Agustina Cosachov son los dos médicos más cercanos a Diego, razón por la cual han sido considerados en las posibles responsabilidades judiciales tras la muerte del paciente. Los allanamientos ordenados en sus domicilios particulares y consultorios, incluyendo el secuestro de teléfonos y documentación, lo certifican. ¿Cuál puede ser la responsabilidad de los nombrados?: mala praxis, un posible homicidio culposo por negligencia u omisión en la atención médica.

“Estoy medio persecuta”, le escribió la psiquiatra al neurocirujano Leopoldo Luque

Aquellos teléfonos secuestrados fueron abiertos en las últimas horas, y su contenido reavivó una causa que además involucra a todo el entorno de Maradona. En estas circunstancias se conocieron audios previos a la muerte de Diego, con Luque en camino al country San Andrés, y ahora el temor de Cosachov, con textos como “avisame si están enojados con nosotros” y “el gordo se va a cagar muriendo”, de Luque.

Luego de que trascendieran los mensajes de Luque camino al domicilio de Maradona, salieron a la luz textos de Cosachov, con un intercambio de mensajes en los cuales tratan de calmarse sobre el argumento que las firmas de los familiares de Diego autorizando la salida de este de la Clínica Olivos, tras una intervención quirúrgica, les representaba un respaldo ante la Justicia en caso de considerarse una internación domiciliaria deficiente. Por el contrario, los fiscales, a esta altura de la causa, entienden que el criterio médico es central.

El diálogo, vía whatsApp, un día después de la muerte de Maradona, tiene como punto de partida el resultado de la autopsia que revelaba un “edema agudo de pulmón secundario a insuficiencia cardíaca crónica reagudizada. Corazón con miocardiopatía dilatada”. Atento a la cuestión, Luque sospechó que sin un cardiólogo en su staff podía surgir la posibilidad de “algo cardíaco”.

¿Qué hizo escribir a la psiquiatra: “Tengo cagazo de que me quieran empomar por los remedios”? En principio, los remedios ingeridos por Maradona podían ser el disparador de diferentes hipótesis, al punto que en breve serán evaluados por una junta médica requerida a tales efectos.

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En un primer análisis de laboratorio, según las pericias toxicológicas, Maradona no tenía alcohol ni drogas ilegales en su organismo aunque los estudios dieron positivo en medicamentos encontrados en su sangre y orina como la venlafaxina, un conocido antidepresivo, quetiapina, un antipsicótico empleado por ejemplo en el tratamiento de desórdenes bipolares, levetiracetam, empleado en convulsiones, y naltrexona, utilizado en tratamientos por abstinencia de sustancias. El “10” era tratado por su dependencia del alcohol y en su organismo también se hallaron metoclopramida, empleado para aliviar náuseas y vómitos, así como ranitidina.

La venlafaxina, según los fiscales, es un punto de conflicto, ya que podría estar contraindicada para las cardiopatías que Diego sufría desde su histórica crisis hace 20 años en Punta del Este.