“A mí nadie me podrá sacar el título de la Copa Centenario”

Un domingo 30 de enero como hoy, pero de 1994, en una terriblemente calurosa tarde Gimnasia se consagraba campeón de la Copa Centenario, certamen oficial no regular, organizado por la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) para celebrar sus 100 años. Fueron 6 partidos, participaron todos los equipos de Primera División y se arrancó con los clásicos, jugando partido y revancha. Ya pasaron 28 años de aquella final jugada en un Bosque que explotó de gente y ante un River plagado de jugadores de renombre.

Uno de los símbolos de aquellos años ´90 de Gimnasia era Sergio Daniel Dopazo, más conocido como el Cabezón. Un lateral izquierdo aguerrido y muy rápido. Producto de inferiores, muchas veces capitán, de gran temperamento y personalidad, no muchos recuerdan que con tres tantos fue el goleador de aquel equipo campeón de la Centenario, jugando cinco de los seis partidos.

“Obvio que el partido contra Independiente es el que quiero jugar de nuevo, pero lamentablemente no puedo volver atrás”

El Cabezón siempre fue de frente, jamás se guardó nada ni se puso el cassette para hablar. Hoy a los 53 años no ha cambiado. Lejos del fútbol, vive en su Chacabuco natal donde se dedica al transporte con sus camiones; también se le dio por meterse en política integrando la lista de Juntos por el Cambio y por 200 votos no entró como concejal. En plena campaña había dicho que si asumía iba a renunciar al sueldo, y con esto generó un terrible revuelo: “Los demás concejales en Chacabuco me querían matar...”, dice hoy con una sonrisa.

Sigue siendo sanguíneo y vehemente, de hablar acelerado. Quiere recordar aquel equipo de la Copa Centenario, pero no puede evitar hablar de otras cosas en el camino que le molestan y le duelen. Se puede decir que las vivió todas en el club, con cerca de 250 partidos oficiales con la camiseta Tripera. Así es el Dopa, tómelo o déjelo.

- Se cumplen 28 años de la Copa Centenario. ¿Qué sensaciones tenés hoy?

- Sí, ya 28 años, parece mentira. Hoy la verdad siento que el grupo que salió campeón, fuimos unos afortunados de poder lograr ese campeonato, que hoy los hinchas de Gimnasia sin dudas lo valoran mucho.

- Fuiste parte de un grupo que pasó de pelear el descenso a jugar Liguillas, clasificar a copas internacionales, ganar la Centenario.

- Sí, y también tengo que decir que uno está muy dolido porque ese grupo llevó a Gimnasia a pelear cosas importantes. De pelear el descenso a jugar copas y hoy siento que esos jugadores no somos valorados como se debe... Hay cosas que todavía no entiendo ¿Por qué no hay una foto en Estancia Chica o en otro lugar del club de ese equipo?

- A partir de la llegada de Griguol empezó otra etapa también, hubo un salto de calidad.

- Sí. Llegó Carlos y la verdad que empezamos a creer en nosotros y que podíamos pelear un campeonato. Y ojo, que veníamos muy mal con la conducción de Perfumo. Pero para mí, la mayor parte se la lleva el profe Javier Valdecantos, porque ese del ´95 era un equipo para pelear el descenso y peleó el campeonato hasta la última fecha. La gente no se acuerda de eso. Y después de perder en la última fecha nos tuvimos que ir por la puerta de atrás varios. Siento que ahí Griguol no defendió al grupo.

“Hoy siento que fuimos unos afortunados de poder lograr ese campeonato”

- En lo personal, pasaste de ser un símbolo a irte por la puerta de atrás y hasta se instaló que te vendiste en ese último partido con Independiente.

- La verdad que me dolió irme del club en el que nací, fuí capitán mucho tiempo y me echaron como un perro. Luego se fueron otros muchachos y después nos ensuciaron que nos vendimos. ¡Por Dios! La gloria en las manos teníamos. Sacamos del premio nuestro y se lo dimos a Central para que le gane a San Lorenzo. Qué se yo... el hincha de Gimnasia es muy especial, yo igual guardo muy lindos recuerdos y estoy tranquilo porque dejé la vida en cada partido.

- Aquel del ‘95 fue un cierre de campeonato polémico, se dijeron muchas cosas.

- Sí. Mirá, después que me echaron del club me fui a Deportivo Español y tuve la suerte de tener un gran compañero como Walter Parodi, yo lo pasaba a buscar por Quilmes. En el ´95 el jugaba en Independiente, y un día hablando le pregunto, ¿cuánto les dio San Lorenzo? Y me dijo, “una fortuna. El Cabezón Tinelli puso la plata”. Y bueno, así todo salió campeón en la última fecha, con un penal mal cobrado y sospechoso, y terminó ganando el campeonato con un gol del Gallego González.

- Para un jugador que pasó por inferiores, ganar algo en su club es la gloria.

- Y la gloria no tiene precio. Después de ganar la Copa Centenario, ¿sabés lo que era para nosotros salir campeones del torneo al año siguiente? Muchos veníamos de inferiores y habíamos vivido en una pensión que era imposible vivir, hoy las pensiones son un verdadero lujo. Yo llegué a comer facturas recalentadas de tres días con mis compañeros de la pensión... Dejábamos la vida por el club. A mi no me la puede contar nadie...

- Fuiste el goleador en la Copa Centenario. Pocos se acuerdan de eso.

- Sí, que fui goleador de eso nadie se acuerda y me duele, pero para acordarse de eso que dicen que te vendiste, a mí y a todo ese plantel maravilloso, sí se acuerdan. Y después vas a la cancha y alguno te putea... Ojo, que también hay gente que no y me trata siempre muy bien, no generalizo.

“Me dolió irme del club. Fui capitán mucho tiempo y me echaron como un perro. Luego se fueron otros y después, nos ensuciaron”

- Parece ser un mal, a veces se idolatra más a los de afuera que a los que salieron de inferiores.

- Eso me re calienta, que no reconozcan a los chicos del club que dejan la vida en cada entrenamiento o partido sea en inferiores o en Primera. Y después ves cosas que no las podés creer. El Beto Márcico jugó 10 partidos y ya era ídolo; a los pocos meses de llegar Troglio también; ahora el Pulga Rodríguez juega 11 partidos, le hizo 3 goles a Estudiantes y es un ídolo... Y te aclaro algo, no tengo nada ni contra Márcico, ni contra Pedro o el Pulga, pero ¿y los muchachos que jugamos en los ´90 qué, no somos nada? Pasamos por todas las etapas defendiendo la camiseta y parece que los de afuera siempre son ídolos y los del club un desastre. El Mellizo Guillermo es ídolo, el Indio Ortíz, el Chaucha Bianco, el Flaco Morant, y te puedo nombrar muchos más. ¡Por favor, pensemos un poco!

- ¿Volverías a jugar algún partido? ¿Harías las cosas de otra manera?

- Obvio que el partido de Independiente es el que quiero jugar de nuevo, pero no puedo volver atrás. Y sí que cambiaría cosas, porque la verdad que no debimos quedarnos en Estancia Chica, la presión que teníamos era impresionante, ya a las 7 de la mañana había gente esperando para acompañar al micro a la cancha. Igualmente, con el diario del lunes somos todos unos fenómenos ¿no?.

- Más allá de todo, nadie te podrá sacar lo vivido y en especial lo que pasó hace 28 años atrás.

- A mí no me pueden sacar nada, yo sé lo que dejé por el club en el que nací. Me quedo con el orgullo de haber vestido la camiseta de Gimnasia, de haber salido campeón de la Copa Centenario, de haber jugado Liguillas, Copa Conmebol, de haber ganado clásicos, de representar al club en Japón, de haber salido de gira con el club que uno amaba, eso a mí no me lo saca absolutamente nadie. A mi nadie me podrá sacar el título de la Copa Centenario. Estoy muy tranquilo y feliz de haber integrado ese plantel.

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