“Potestad”: la vuelta de la obra insignia de Pavlovsky

Jorge Lorenzo, que en los últimos años se lució como el malvado carcelero Capece de “El Marginal”, es el protagonista de “Potestad”, la icónica obra de Tato Pavlovsky que mañana llega a La Plata, en una versión que Christian Forteza creó y dirige desde 2013 como un “homenaje en vida” a su autor, dueño de un “teatro que mantiene viva la memoria” según destacó el actor, director, docente e investigador en comicidad en diálogo con EL DIA.

Esta obra está atravesada por el dolor torturante de un hombre que no soporta la ausencia de su hija cuando todo se reduce a rescatarla con la memoria. Escrita en 1987, aborda el tema de la represión, la tortura y la desaparición de personas desde la óptica de un ex represor.

Desde su estreno, “Potestad” ha sido puesta no sólo en el país sino más allá en incontable cantidad de veces, convirtiéndose en uno de los materiales teatrales argentinos más abordados, tan clásico como vanguardista a la vez: de hecho, hace tres años, María Onetto sorprendió como la protagonista de una versión que lo tuvo moviendo los hilos al propio Norman Briski, que dirigió la primera versión en los ochenta protagonizada por Pavlovsky.

La puesta que llega a La Plata, en una función que se ofrecerá en Teatro Estudio, se estrenó hace nueve años cuando el psiquiatra, actor, dramaturgo y director argentino aún vivía. “Fue una gran fiesta porque tuvimos la presencia de Tato y quedó muy entusiasmado”, contó Forteza que, desde entonces, sigue “honrando su memoria” paseando con esta producción por donde tiene oportunidad.

“Es cierto que ‘Potestad’ es una obra icónica de Pavlovsky”, advirtió el director y repasó la vigencia de un texto “que habla sobre la identidad” pero también de “la complicidad civil durante la última dictadura en Argentina”. Aunque más allá del tema que moviliza, esta pieza “tiene una estructura dramática muy interesante, que la convierte en un hecho artístico en sí mismo”, remarcó.

Y en la creación del emblema de la obra también influye, claro, la figura de su autor. Forteza reflexionó que es “algo fuera de lo común, muy curioso” lo que ocurre con este autor y con sus materiales.

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“Las obras de Tato se militan, no solo se lo representa como a un autor más. Siento que muchos se disputan su legado: se sienten, y por qué no yo también, pavlovskianos. Y eso no sucede con ningún otro autor argentino”, celebró.

Como gran “admirador” de la obra de Pavlovsky, lo que lo ha hecho llevar a escena varios de sus textos (“La muerte de Marguerite Duras”, “Cámara Lenta”, “Rojos Globos Rojos” y “La espera trágica”), Forteza aseguró que “lo que más me atrapa de sus textos es lo no dicho”. En este sentido, admitió que para su versión de “Potestad” trabajó mucho “con lo latente” buscando lograr decir más de lo que se dice. “Ese resto que no se pone en palabras y que genera una potencia, una intensidad en el personaje y que también así lo vive el público. Desde ese lugar es un gran desafío para la actuación y la dirección”, explicó.

En su propuesta, Forteza se gana la empatía del público en una primera parte en la que se atreve a profundizar a través del humor en “el aspecto un poco patético del personaje”, para luego cachetearlo cuando la historia da un giro inesperado.

Jorge Lorenzo, que en teatro fue parte de grandes producciones como “El diluvio que viene”, “Doña Flor y sus dos maridos”, “La lección de anatomía” y, entre más, “La tempestad”, es cara conocida de la tevé, en donde se lo ha visto en producciones como “Por ese palpitar”, “Son amores”, “Soy gitano” y “Amor mío”. Recientemente ha descollado como el compinche obediente de Antín, el oscuro y puteador personaje que interpretó Gerardo Romano en la serie tumbera que se puede ver en Netflix.

Según Forteza, Lorenzo “logró captar muy bien el trabajo” propuesto, tras varios meses de intensos ensayos, en los que la puesta se fue generando a partir del trabajo de actuación en el espacio. “Trabajé con él minuciosamente cada frase de manera casi obsesiva. Buscando una precisión en el decir. Una musicalidad determinada. Proponiendo ritmos, velocidades, pausas, silencios que reforzaran la intensidad del texto. Jorge realizó un trabajo muy comprometido. De mucha entrega que incluso por momentos fue un poco devastador para él”, halagó el director.

Las entradas para la función que “Potestad” ofrecerá mañana a las 22.30 en la sala ubicada en 3 entre 39 y 40 están disponibles en Alternativa Teatral.