El oficialismo contra un viejo “enemigo”: el campo

¿Hasta qué punto puede escalar la tensión entre el Gobierno y el campo? ¿Será que el kirchnerismo no aprendió nada del conflicto por la 125, que mantuvo al país en vilo allá por 2008? Y, sobre todo, en una crisis política y financiera como la actual, ¿puede acaso el país darse el lujo de desdeñar al sector más dinámico de la economía, el que genera los dólares que a la Argentina le faltan? La respuesta parece obvia. Pero el presidente, Alberto Fernández, que en un remedo clásico del oficialismo ha vuelto a dirigir contra el campo, ese enemigo común al que días atrás responsabilizó por “guardar 20.000 millones y no liquidarlos esperando una mejor responsabilidad cuando el país los necesita”.

El discurso presidencial sumó incluso un acting de valentía -“les voy a poner el pecho”, advirtió- y eso alcanzó para envalentonar a las organizaciones piqueteras aliadas a la Casa Rosada que, bajo la consigna “basta de especular, primero la Patria”, acaban de convocar a una marcha a la Sociedad Rural para el sábado y mientras se suceden los ataques a silobolsas. El sábado inaugura formalmente la tradicional exposición en Palermo, a la que fueron invitados distintos referentes políticos, entre ellos Fernández, que ya habría anticipado su faltazo.

En cambio, el Gobierno dirá presente en la Rural, no para acompañar al agro como generador de las divisas que el país necesita, sino para responsabilizarlo como uno de los sectores económicos “concentrados” que estarían intentado “un proceso de desestabilización política”, tal como escribió en sus redes Daniel Menéndez, dirigente de Somos Barrios de Pie, subsecretario de Políticas de Integración y Formación en el Ministerio de Desarrollo Social y uno de los impulsores de la movilización del sábado.

Aún cuando en la Rural respondieron que “la gente de campo no vende por el temor de lo que puede llegar a valer mañana el dólar”, los sectores oficialistas se mantienen en pie de guerra

Entre los confirmados a la marcha del sábado estarían, entre otras organizaciones afines al Gobierno, la UTEP y la Corriente Clasista y Combativa (CCC), que lidera el diputado nacional del Frente de Todos, Juan Carlos Alderete.

En principio, no se prevé que movilice el Movimiento Evita. Si bien se especuló con esa posibilidad, ante la difusión de la noticia se habría tomado la decisión de no expresarse junto al resto de los piqueteros K. Se trata de la agrupación más convocante, que en la actualidad recibe alrededor de 150.000 planes sociales y que lideran Emilio Pérsico y Fernando “Chino” Navarro. Ambos también son funcionarios: Pérsico es el secretario de Economía Social, y quien se ocupa desde allí de coordinar la entrega del Potenciar Trabajo, y Navarro es el secretario de Relaciones Parlamentarias dentro de la Jefatura de Gabinete.

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En tanto, no se descarta en la protesta la presencia de Juan Grabois, que desde el Movimiento de Trabajadores Excluidos viene mostrando cierta distanca del Gobierno, aunque con semejanzas en lo discursivo y el campo como enemigo dilecto. El mismo día que el agro recibió la embestida del Presidente, Grabois le apuntó a éste por tolerar “que haya miles de silobolsas tiradas en las estancias pujando por una devaluación mientras el pueblo pasa hambre”.

Tras la frase incendiaria, los hechos: ayer trascendió un nuevo ataque a silobolsas en el sur de Santa Fe, con pérdidas que ascenderían a los 8.000 kilos de granos.

Como la marcha convocada por los piqueteros alineados al oficialismo a la Rural, estos ataques a los silobolsas se dan en plena escalada del Gobierno con el campo y podrían ser el comienzo de una espiral de conflicto social que, mas pronto que tarde, conviene evitar. Más aún cuando tiene el agravante de provocar pérdidas enormes. Tanto para los agricultores como para la economía nacional en su conjunto, que necesita de la venta de los granos que se pierden para generar los dólares que al país le faltan.

Piqueteros K marcharán el sábado a la Rural, mientras siguen los ataques a silobolsas