Los ladrones no se toman respiro ni en Navidad: atacaron negocios y viviendas

Se sabe que los ladrones no se toman feriados, vacaciones ni “fiestas de guardar”, axioma que se revalida con cada festival de robos que se produje justo cuando el resto de la gente está ocupada en otra cosa. Así, mientras la mayoría de los comerciantes apostaba el martes a reforzar las ventas extendiendo al límite el horario de atención al público y las familias se preparaban para juntarse y celebrar, otros planificaban como sacar provecho de todo ello.

Algunos quedaron filmados; la mayoría no. Y un par cayeron en el intento. A continuación un resumen de algunos de los asaltos ocurridos en la víspera de otra Navidad insegura en la Ciudad.

a punta de pistola

Las empleadas del autoservicio de 32 y 142 bis recibían por estos días a los clientes con un gorrito de Papá Noel y una sonrisa, aunque ambas cosas desaparecieron con la irrupción de dos delincuentes que entraron en el local por algo más que el espíritu navideño.

Con gorras que les sirvieron para ocultar sus rostros de las cámaras de seguridad, armas de fuego y, uno de ellos, enfundado en un camperón que contradecía los 30 grados del lunes, los dos sujetos encañonaron a la empleada que retrocedió dos pasos apenas los vio cruzar la puerta.

Uno dio la vuelta al mostrador y zamarreó a la joven mientras el otro vaciaba la caja desde el otro lado. La secuencia, que quedó filmada, duró apenas 20 segundos y no involucró a ninguno de los clientes que en ese momento hacían sus compras en el negocio. En el video se ve a la empleada (ya sin el gorro navideño) escapar hacia el fondo mientras los ladrones se iban del local. Otros empleados salieron a la calle para buscarlos, pero lograron escapar, según se supo.

También el lunes, pero en la zona de Plaza Rocha, delincuentes hicieron de las suyas en una vidriería, confirmaron fuentes oficiales.

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A punta de pistola redujeron a los encargados y se llevaron todo el dinero en efectivo que había en la caja, por un monto que no trascendió.

mecheras.com

Una de las modalidades que más golpea a los comerciantes de la Región es la de las llamadas “mecheras”, como se llama a los hombres y mujeres que hurtan mercadería sin que las víctimas lo noten. O lo noten un buen rato después, por las cámaras.

Fue lo que pasó en una de las sucursales de la vinoteca El Changuito, donde dos mujeres se apoderaron de una caja con dos botellas de un costoso champán. No la metieron en una bolsa grande, ni salieron corriendo.

Ladrones armados asaltaron un autoservicio de San Carlos y una vidriería en P. Rocha

Mientras una miraba su celular procurando ocultar con su cuerpo a la otra, ésta tomaba la caja azul de Pommery para ocultarla debajo de la remera, en una suerte de bolsillo grande que tenía su pantalón. La maniobra se ve muy bien en la filmación del video de seguridad, igual que los rostros de estas dos mujeres que ya habían atacado en otras sucursales de la misma cadena.

A la caja valuada en 15 mil pesos la sustrajeron el sábado pasado en 9 y 40, pero del local de 1 y 528 se habían llevado vinos de alta gama, confirmaron los damnificados.

Los encargados de la vinoteca difundieron el video a través de sus redes sociales, en las que también aclararon que lo aportarán a las autoridades para que las identifiquen.

Lo mismo intentaron hacer el lunes dos mujeres y un hombre en el supermercado Día% que funciona en 12 entre 63 y 64, aunque no tuvieron tanta suerte.

Los empleados del comercio advirtieron que estaban escondiendo quesos, fiambres y dos botellas de fernet en un bolso y los interceptaron cuando pretendían abandonar el supermercado sin pagar. Tomó intervención la comisaría Novena.

entradera

El lunes a la noche, en tanto, un cirujano plástico y su esposa estaban en su casa de 42 entre 15 y 16 cuando los sorprendió unos ruidos que provenían de la puerta de entrada. Alguien la estaba tirando abajo a golpes, por lo que, rápidos de reflejos, corrieron a ocultarse en un subsuelo.

Mientras la pareja se ponía a resguardo, tres encapuchados tomaba el control de la propiedad, en la que permanecieron 15 minutos para revolver distintos ambientes.

Los ladrones irrumpieron en el lugar después de romper la reja y la puerta del frente y escaparon con una caja de seguridad en la que había, según las víctimas, seis relojes de poco valor. Ellas salieron de su escondite una vez que estuvieron seguras de que los delincuentes se habían ido, y llamaron al 911.

En La Loma, tres encapuchados se metieron en la casa de un cirujano plástico y su esposa