Narcomenudeo y usurpación: delitos integrados, muy difíciles de combatir

Un informe del Ministerio de Seguridad de la Nación da cuenta de que en los últimos tres años se incautó en el país 144% más de drogas sintéticas, creció un 147% la cantidad de detenidos y se llevaron a cabo casi un 100% más de procedimientos antidrogas. Las cifras reflejan dos realidades: el aumento del narcotráfico en el país y la decisión de reforzar las acciones destinadas a combatirlo. Ya en 2017, un estudio realizado por la Universidad Católica de Argentina (UCA), destacaba que el microtráfico (o narcomenudeo) había aumentado en forma constante entre 2010 y 2016.

Los barrios de las periferias donde las condiciones socioeconómicas son malas, presentan niveles más altos y un mayor incremento del microtráfico en ese lapso. Cerca del 66% de los residentes de esas áreas y casi el 80% de quienes viven en villas afirman haber sido testigos del tráfico de drogas.

“Los narcos utilizan barrios de los estratos sociales bajos para instalarse, pero se mueven por toda la Ciudad. Cambió radicalmente la forma en que venden su producto, ahora se está utilizando mucho más la modalidad de delivery”, detalló un investigador a EL DIA. Esa “instalación” en los sectores donde la pobreza es estructural no es una cuestión menor, ni casual. “Como ejemplo”, añadió el pesquisa, “los suburbios de este tipo en donde hay monoblocks son un caso especial, los llamamos de ‘arquitectura criminal’ por su conformación de pasillos, recovecos, con entradas y salidas varias”.

Es en esos lugares marginales, con condiciones de baja luminosidad, poca transitabilidad y falta de control, donde los grupos narco ocupan un terreno y edifican una casa precaria que utilizan de kiosco para vender sustancias ilícitas: los llamados búnkers.

hidra de lerna

En lo que va del año, en la provincia de Buenos Aires fueron derribados 140 búnkeres donde se vendía droga, informaron fuentes oficiales. En La Plata, ese número fue de 17, tras sendos operativos llevados a cabo por la Delegación de Drogas Ilícitas de La Plata. En gran parte, cada “kiosco” se conforma de organizaciones intrafamiliares y trafiadictos. A diferencia de los primeros, cuya forma de vida es fomentar el “negocio”, los últimos lo usan para solventar su adicción.

Erradicar a estos grupos delictivos es una labor compleja y necesita de constancia y perseverancia; sobre todo por su característica similar a la “Hidra de Lerna”, la mítica bestia que podía regenerar dos cabezas por cada una que perdía o le era amputada. Es que, cuando se trata de grupos familiares y se logra aprehender a un miembro en particular, otro de ellos pasa a hacerse cargo de la estructura criminal. Las ganancias obtenidas bajo el nuevo régimen, son muchas veces “usadas para contratar abogados que defiendan al familiar que se encuentra detenido”, indicó un portavoz de la Policía Bonaerense.

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Los dos megaoperativos realizados en la zona de “La Palmera” en tres meses -36 entre 150 y 151- son un paradigma de la situación descrita. El último constó de seis allanamientos en una zona determinada en la que, para la justicia, operaba una banda compuesta en su mayoría por paraguayos, que se dedicaban a la venta de marihuana y cocaína en varios búnkeres distribuidos en el barrio.

El primero no dio los resultados esperados (a pesar de las siete detenciones y dos búnkers derribados), y ameritó una réplica (con nueve aprehendidos) en la que, aseguraron los efectivos, “se logró desarmar a la banda”.

Un especialista, que fue parte de las actuaciones antinarcos llevados a cabo en San Carlos y Melchor Romero, lo explicó de esta forma: “Derribar un búnker es apenas una parte de la tarea que significa acabar con una banda de que se dedica al microtráfico. Para llegar a ese punto, antes hubo una investigación y un proceso de inteligencia, destinados a determinar y probar dónde sucede ese intercambio ilegal. Esa información es relevada al Ministerio Público Fiscal, que solicita las medidas conducentes que dan origen a una orden de registro. Entonces se allana el domicilio, se secuestra la droga y se detiene a los sospechosos”.

En cuanto a las edificaciones destruidas, siempre se trata de terrenos fiscales que fueron usurpados. Sin embargo, “hay otros lugares que son utilizados de la misma forma y como tienen un propietario identificable no se pueden” derribar, agregó la fuente.

EL NARCOMENUDEO Y la bem

“La demanda (de estupefacientes) es grande, por lo tanto la oferta tiene que crecer. Y hoy en día, lo que más funciona es el delivery”, sostiene un portavoz de la Fuerza. Marihuana, cocaína, drogas sintéticas, en ese orden, fueron las sustancias más incautadas en el último año.

No obstante, la calidad del producto que se consigue en la calle “es cada vez peor, se observa más contaminada”, revelan los peritos. En ese sentido, se descubrió que las bochitas de cocaína tienen “mucha más sustancia de corte” que en otros años. Esto se debe a que de esa forma se “estira” la droga y por lo tanto se obtienen más unidades de la misma para vender.

En los últimos cinco meses, comenzaron a trabajar 41 Brigadas Especializadas en Microtráfico (BEM) en las provincias de Buenos Aires y Santa Fe y en capital federal. Desde su implementación en el campo, de acuerdo a los registros oficiales, se incrementó casi un 75 % el promedio mensual de hallazgo de búnkeres.

La estadística fue difundida por el Ministerio de Seguridad de Nación, que desde diciembre de 2015 desarticuló, a través de operativos de fuerzas federales, 2.298 Puntos de Intervención de Comercialización de Drogas (PIC), de los cuales el 60 % se concentraba en los mencionados distritos. De esos kioscos, el 23 % se encontraba en Buenos Aires. Datos aportados por la cartera consignaron que las BEM comenzaron a operar en abril exclusivamente en investigaciones de narcomenudeo y están afectadas a determinadas áreas estratégicas de intervención como el Gran Buenos Aires, donde hay 16 que están integradas por efectivos de Prefectura Naval y Gendarmería Nacional y la Policía Federal.

En total, en esta etapa piloto, son 41 BEM en las que se desempeñan 164 detectives que cuentan con equipamiento de última tecnología y que son entrenados exclusivamente para el microtráfico de estupefacientes. La idea de implementar este plan se inspiró en “Microtráfico Cero” (MT-0), un programa puesto en marcha en Chile en 2015 durante el gobierno de Michelle Bachelet, que llevó de un 10 al 70 % la efectividad de las investigaciones por drogas y que se convirtió en modelo para otros países de la región, entre ellos México.

Recuperar los espacios públicos y devolver la tranquilidad en los barrios fue el objetivo de la Policía de Investigaciones (PDI) del país trasandino que ahora busca ser imitado en la Argentina y replicar en todas las provincias en un plazo máximo de dos años. De hecho, de acuerdo a las estadísticas, ya suman 2.306 los PIC que fueron convertidos en espacios culturales o huertas, como una que fue inaugurada ya en la localidad bonaerense de San Miguel.

En tanto, 2.298 puntos de venta minorista fueron desarticulados entre el 10 de diciembre de 2015 y el 28 de junio de 2019, es decir casi un 12,5 por semana y dos por día.

el Palihue, LA PALMERA Y LA LOMA

A principios de junio, en El Palihue, aprehendieron a cuatro personas, entre el ellos al “Rengo Kiko”, sindicado como jefe de un grupo narco. La millonaria suma que secuestraron en casitas bajas y precarias de ese sector de Villa Elvira se acumuló por “la venta de droga” organizada bajo el paraguas de un “verdadero negocio familiar”, conforme a lo referido por los encargados del procedimiento a este medio. En total fueron requisadas nueve casas, situadas en la zona de 122 y 600, donde secuestraron poco más de 30 kilos de marihuana, 33 envoltorios de cocaína listos para su venta y más de 4 millones de pesos distribuidos en dos bolsos, en su mayoría en billetes de 100 y 500 pesos. La causa había sido iniciada en abril a partir de un llamado anónimo al 911 que dio cuenta de una banda que operaba en El Palihue, concretamente en 123 y 602, integrada por “conocidos y familiares” que se dedicaban a vender estupefacientes.

Como se relató con anterioridad, para “bajar” a la banda que operaba en La Palmera fueron necesarias dos actuaciones, en abril y en julio. En la última intervención policial fueron necesarios 50 agentes que se escondieron en la caja de un camión y pudieron evitar ser detectados por los soldaditos que custodian el barrio. Dos años antes había caído “la banda del drone”, que se manejaba en el mismo sector de San Carlos. Tras ese golpe, comenzó a crecer una nueva cabeza.

Por último, en La Loma, cuatro personas fueron detenidas acusados de tráfico y venta de estupefacientes. La captura se concretó en una vivienda ubicada en calle 22 entre 41 y 42, a metros de la Escuela General San Martín. La investigación apuntaba a que los sujetos habían usurpado una vivienda de la cuadra y la usaban de base. Se secuestraron grandes cantidades de cocaína, fraccionada para su comercialización, balanzas, teléfonos celulares y dinero en efectivo.

Si bien hay muchos kioscos de venta, hoy en día lo que más funciona es el delivery de drogas