El botox, ¿solución o maldición?: las caras hinchadas de la farándula

¿Qué te hiciste, Ricky? La pregunta recorrió las redes sociales esta semana, luego de que Ricky Martin, un hombre de cualidades casi divinas, apareciera en una entrevista desfigurado.

Ricky apareció junto a varias grandes figuras de la música en un evento promocional que marca su regreso al vivo, en el MGM Gran Garden de Las Vegas, y allí se lo vio con el rostro muy hinchado, al punto de que los internautas no dudaron en compararlo Mickey Rourke, Fernando Burlando, Fabián Vena, Zac Efron y otros casos de hombres que se pasan de “retoquecitos” de botox, la sustancia que estira las arrugas mágicamente pero que suele provocar adicción porque su efecto se termina a los 6 meses.

El caso es curioso, sin embargo, porque como ocurrió cuando Renee Zellwegger o Uma Thurman aparecieron irreconocibles, cuando Ricky subió al escenario de la ciudad-casino ya lucía con su rostro habitual. De hecho, desde el entorno del boricua informaron a su club de fans que “Ricky Martin no se realizó ninguna cirugía estética en su rostro. Previo a la entrevista que dio en Las Vegas, tuvo una reacción alérgica que como consecuencia le provocó una inflamación en la dermis”. Algunos creyeron la versión, pero otros no: alrededor de este tipo de intervenciones que salen mal suelen presentarse excusas como “reacción alérgica” o “un mal trabajo de maquillaje”...

Tinelli, usuario de Botox

Lo cierto es que el rostro del divino Ricky inflamado volvió a poner en el centro de escena al botox, polémica toxina que tensa las arrugas y con la que la farándula ha tenido una relación de amor/odio. Es que un retoquecito es una práctica tan habitual que todos terminan cayendo cuando ven cómo sus rostros que alguna vez fueron modelo de belleza juvenil se empiezan a marcar y caer (el tiempo pasa para todos), pero el problema es que el efecto de la toxina botulínica dura unos seis meses, por lo que es necesario seguir inyectándose. Por un lado, esto genera el famoso efecto “bola de nieve”: la primera vez que te aplicás botox, el rostro se te alisa. El artista rejuvenece. Cuando se cumplen los seis meses, el reencuentro con el rostro ajado por el paso del tiempo es letal: se impone otra inyección. Así, primero, se incurre en el uso excesivo del botox, la adicción. Y si bien un toquecito, una pequeña aplicación, no deja efectos tras esos seis meses, a medida que el tratamiento se repite, el rostro lo delata. Además, muchos señalan que se comienza por el botox y luego empiezan otro tipo de retoques, más permanentes…

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UNA MODA

El botox es una de esas modas que con el paso del tiempo revela sus efectos secundarios: al principio parece magia, pero luego, como en un cuento de hadas macabro, como en una versión de Dorian Grey para “Black Mirror”, la magia revela su costo.

Por eso, muchísimos famosos han comenzado a denunciar el botox. Como Nicole Kidman, que en una entrevista de 2013 con el periódico La Reppublica declaró con humor: “¡Finalmente puedo mover mi cara otra vez!”.

Famosos como Nicole Kidman y Jamie Lee Curtis se arrepintieron de usar botox

“Lo del botox fue un error, fruto de la presión y del deseo de lucir mejor, algo que les pasa a muchas actrices en Hollywood. Puedo decir que no he vuelto a usarlo y que lo que ves ahora es fruto de una vida sana, de alejarme del humo del tabaco y de dormir todas las horas que puedo. Nada de cirugía”, lanzó Kidman.

Jamie Lee Curtis contó que “me hice de todo” pero “nada funcionó” y otras figuras como Simon Cowell y Gwyneth Paltrow, que de repente aparecieron con el rostro hinchado, han denunciado la toxina. Cowell, por ejemplo, contó que la toxina lo dejó con los párpados caídos, producto de la pérdida de volumen en la frente, lo que le da una mirada triste.

Desde el entorno de Ricky dijeron que fue una alergia, aunque muchos no le creyeron

“Afortunadamente creo que luzco mejor ahora. Es probable que me haya aplicado demasiado Botox hace unos años, porque todo el mundo en la televisión lo hacía. Ahora me hago tratamientos faciales, pero nada demasiado extravagante. Tengo una chica que viene y me hace un grandioso masaje facial que es muy relajante. También me hice una vez un facial con placenta de oveja”, reveló el jurado malo de “American Idol”.

“Tienes que aceptar el envejecimiento y a mí me costó. Traté de mantenerme bien con el paso del tiempo pero no fue así. No me di cuenta hasta que un día como que retrocedí y pensé ‘Mierda. No me parezco a mi misma’”, contó Courtney Cox, estrella de “Friends”.

Sin embargo, el botox sigue vigente en el medio. Porque ese primer “toquecito”, es demasiado tentador para famosos que viven de su imagen y, con las redes sociales y los papparazzi armados con teléfonos móviles, están en constante exposición.

Kidman, arrepentida

Y ese “toquecito” es la puerta de entrada incluso cuando sos joven y bello como Zac Efron o Megan Fox: Efron, de 33 años, apareció un día con una mandíbula prominente y los labios hinchados de botox, producto de una serie de intervenciones. Sorpresa total, teniendo en cuenta que se trata de uno de los jóvenes más admirados por su belleza del medio. Y es curioso, porque meses antes, el actor había denunciado la toxicidad del medio que lo obligó a vivir durante años con hambre, sin siquiera tomar agua para marcar los abdominales.

Efron, como el Ricky “alergizado”, provocó comparaciones entonces con Micky Rourke, desfigurado por las cirugías. Y, en Argentina, muchos también recordaron las apariciones repentinas de un Marcelo Tinelli hinchado. Ser famoso, al final, es difícil.