La venta ilegal, en auge: más de 70 puestos en calle 12

Un poco más de 70 puestos de venta ilegal en Calle 12, en el tramo comprendido entre las calles 54 y 60. La actividad “explota” en estos días previos a las fiestas, en veredas cargadas de potenciales clientes del centro comercial, ante la vista de todos y pese a los reiterados reclamos de los miembros de la Asociación Amigos de Calle 12. Desde hace años, los comerciantes denuncian el perjuicio que les ocasiona la falta de control municipal.

La cuadra de calle 12 con mayor cantidad de manteros era ayer la del Banco Provincia. Entre 58 y 59 se contabilizaron frente a la entidad unos 18 puestos, la mayoría dedicados a la venta de mates, sahumerios y bijouterie.

También se vieron vendedores que ofrecían ropa, gorros y anteojos; un puesto de venta de muñecos importados basados en personajes de películas y algunos con juguetes. De la mano de enfrente se observaron otros cuatro puestos.

El segmento más despoblado de vendedores ambulantes fue el comprendido por las calles 54 y 55. En el lado de los números pares solo hubo ayer un vendedor de anteojos, medias y shorts y, sobre la vereda de los números impares, no se observó ningún vendedor.

Del lado de los números pares, entre 55 y 56, se registraron dos puestos de ropa y accesorios; pero de la vereda de enfrente, unos cinco. La oferta de productos era similar, remeras, gorros, anteojos y algunas sandalias de plástico.

Una de las zonas más concurridas por los vendedores ilegales fue la de manos pares, entre 56 y 57. Hubo unos 8 puestos, de todos uno solo vendía artesanías y entre dos y tres se dedicaban a la venta de frutas y verduras. En la vereda de enfrente había otros 7 puestos, entre ellos, uno dedicado a la venta de mates artesanales, otro de tablas para asado y picadas y uno minúsculo que exhibía moños y arreglos para el cabello.

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Avanzando hacia 58 se contabilizaron de la mano par 9 puestos, pero el más llamativo por su tamaño fue uno de dos por cuatro metros. La ocupación de la vereda con pilas y pilas de ropa hacían prácticamente imposible imaginar cómo sería ese espacio público si estuviera destinado solo al paseo de la gente. La mano de enfrente también estaba abarrotada con otros 8 puestos de venta ilegal.

El paisaje se presenta ante policías que hacían patrullaje apostados en las esquinas. Y la Municipalidad, ausente.

Entre 58 y 59 también se visualizó un punto de venta ilegal que, a diferencia de los que exponían su mercadería en mantas, montó sobre cajones una especie de tarima gigante para desplegar remeras de todos los talles y colores. Un cartel ofrecía “una remera por 700 pesos, dos por 1200 pesos”. Un cartel idéntico se exhibía también en otro puesto ubicado en la cuadra del Banco Provincia, lo que podría ser un indicador de que algunos vendedores responden al mismo “empleador”.

Entre 59 y 60, de la mano de los números pares, se registraron 4 puestos, uno dedicado a la venta de frutas y verduras.

De la mano de enfrente, se podía observar seis puestos, entre esos, uno dedicado a la venta de plantas y otro a la oferta de artesanías. La cantidad de motos y bicicletas estacionadas en la vereda restringían el espacio para los vendedores.

Desde la Asociación Amigos de Calle 12 se expresó la preocupación que genera tanto la venta ilegal de los ambulantes como en los denominados “”show rooms”, que ofrecen indumentaria y calzado desde casas o departamentos.

“Queremos analizar el problema con una visión integral, pero siempre del lado del comercio legal”, sostuvo Martín Ranea, titular de la entidad de Calle 12.

El dirigente sostuvo que la venta ilegal es un negocio para muchos que se mueven de manera informal y que lleva años sin encontrar solución.

“Tendremos que dar batalla contra eso, ahora hay un nuevo Código de Convivencia, habrá que denunciar o negociar con inteligencia para encontar una solución que le sirva a todos”, señaló el dirigente. El problema se extiende por varios centros comerciales. Esta semana, también se contabilizaron 22 puntos en tres cuadras de diagonal 80, entre 47 y 44.

El comerciante sostuvo que hay paseos de compra debidamente habilitados que venden los mismos productos que los vendedores ambulantes a precios más económicos.

“No se trata solo de atacar a los vendedores ambulantes, sino de propiciar un diálogo. Tal vez, también deba intervenir el sindicato que los representa”, agregó Ranea.

Se insistió en el perjuicio que causa la competencia “desleal”: en algunos casos, provoca caídas de ventas hasta del 30 por ciento, a los comerciantes legalmente establecidos.