Rayos Laser: “La música es un bálsamo total, en estos tiempos y en todos”

“Veníamos medio grises, en una etapa casi final... Y al final de 2019 nos juntamos a ver qué pasaba”, relata Tomás Ferrero, cantante y líder de Rayos Laser. Y sorprende, porque la banda, uno de los referentes pop de la última década, cerraba un año  donde habían teloneado a Luis Miguel (“es un extraterrestre, ni lo vimos, cayó un segundo antes del show y se fue un segundo después de terminar”, cuenta risueño Ferrero) y habían sido nominados al Gardel a mejor disco pop. 

Y sin embargo, el combo de Villa María, que llega mañana por la noche a la Ciudad (desde las 20, se presenta en la sala de 58 entre 10 y 11) pensaba en el final. “Pero al final de la charla, decidimos que no, que no nos queríamos separar: era cuestión de concentrarnos, cada uno estaba muy en sus cosas, sin darle bola al proyecto. Así que decidimos darle con todo”, cuenta Ferrero. Volvieron a ensayar, apareció un nuevo baterista que llenó de energías a la banda (Francisco Alduncin), llegó el Cosquín Rock y renacieron.Y entonces llegó la pandemia.

Pero el cierre de todo no perturbó a Rayos Laser, que, sin poder salir de sus casas, subieron la apuesta y decidieron componer un disco: “El reflejo”, de reciente aparición, es un disco gestado “vía fibra óptica”, se ríe Ferrero, que cuenta que “en realidad, se transformó en una ventaja que nosotros hace un par de años que vivíamos en distintas ciudades. La banda nació en Villa María, pero después yo me fui a vivir a Córdoba, y había que encontrarle la vuelta para poder estar en contacto a la distancia.Así que antes de la pandemia estábamos cancheros con el Zoom, el WeTransfer, con laburar a distancia: cuando en 2020 muchos se desayunaron que tenían que trabajar a distancia, nosotros pudimos seguir laburando, no fue una traba”.

La nueva energía de la banda contagió al sonido, que dejan de lado en el trabajo los arreglos complejos y la mixtura de timbres acústivos y electrónicos de antaño para dar lugar a un sonido más directo, con las guitarras al frente. 

“La idea que tuvimos al principio fue la que terminó siendo: no hubo variaciones, como nos ha ocurrido en otro disco. La idea era muy concreta y llegamos al final haciendo lo que queríamos hacer: ir por el lado más eléctrico, ser una banda de rock, dos guitarras, bajo y batería”, explica Ferrero: el trabajo sigue la tradición del cancionero pop de Rayos Laser, pero está bajo el hechizo de una banda necesitando rockear en vivo.

Porque, claro, eran tiempos extraños para los artistas: “A mi me pasó como escucha, tenía ganas de ver shows, de escuchar música... Ahora, que se puede, cualquier plan es un planazo”, comenta Ferrero, para quien la música resultó “un bálsamo total”, pero no solo para los días pandémicos.“En estos tiempos y en todos, desde siempre”.

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El disco se presentará en la Ciudad mañana por la noche, junto a “un par de temas del repertorio de siempre de Rayos, de esas que la gente pide”, un show que presentaron en el marco de la gira que los llevó por Mardel, Córdoba, Rosario, Santa Fe y Pinamar, que marcó el reencuentro con el público y también entre ellos, tras meses de laburo vía fibra óptica.

La gente los esperaba, claro, pero los protocolos indican que tienen que mirar los shows sentaditos y en burbujas. “La gente está con muchas ganas de ver los shows, y se arma una energía muy linda, y aunque no sea el pogo y el arengue de antes, el calor, el cariño, llega”, dice al respecto Ferrero. “Pensé que iba a ser más frío, la verdad.Pero la gente está con tantas ganas de ver shows, tan prendida, que generan el calor que falta para llenar ese hueco. Antes había más agite, era más efusivo, obviamente, pero yo pensaba que iba a ser más crudo de lo que fue”.