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Espectáculos |HISTORIAS EN EL CINE

El heredero: quién es el hijo de Philip Seymour Hoffman, estrella de “Licorice Pizza”

En su debut actoral, Cooper Hoffman se adueña de la pantalla en un rol que le valió una nominación a los Globos de Oro, aunque no a los Premios de la Academia. Entusiasmado por esta primera experiencia, el joven quiere dedicarse ahora a trabajar en Hollywood

El heredero: quién es el hijo de Philip Seymour Hoffman, estrella de “Licorice Pizza”

Papá Philip Seymour (izq.) y Cooper Hoffman (der.), protagonista de “Licorice Pizza”

15 de Febrero de 2022 | 02:43
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Cuando se habla de los “ninguneados” de los Oscar es fácil caer en los nombres grandes que se quedaron sin su nominación: este año, por ejemplo, se habla de Lady Gaga, Nicolas Cage y Ben Affleck, pero nadie parece mencionar los nombres de Cooper Hoffman y Alana Haim, protagonistas de “Licorice Pizza”, cinta nominada al Premio de la Academia a mejor película que sigue en los cines.

Y eso que Hoffman carga con un apellido ilustre: es el hijo del ya mítico Philip Seymour Hoffman. Pero, claro, recién debuta en el cine con “Licorice Pizza”, al igual que Alana Haim, parte del trío musical de hermanas Haim: a pesar de que su actuación es de una naturalidad insólita en dos debutantes (y probablemente superior a la mayoría de los actores nominados por roles de gran transformación y maquillaje) fue fácil para los votantes olvidarse de estos dos amateurs.

Hoffman, incluso, es un poco actor a regañadientes: a pesar de su legado, nunca había querido actuar. En la primaria formaba parte de las obras de teatro, pero sólo ayudando tras bambalinas. Cuando llegaba el momento de que el elenco y equipo salieran al escenario a hacer una reverencia al final, recuerda que se quedaba lo más lejos posible de la vista pública y que incluso se escondía en el baño.

Pero la primera vez que Hoffman, hijo del fallecido Philip Seymour Hoffman, leyó el guion en una audición casual para “Licorice Pizza” con el director y guionista Paul Thomas Anderson y su eventual compañera de reparto Alana Haim, algo hizo clic: “Creo que nunca lo consideré una posibilidad. Siempre tuve un poco de miedo de entrar en ese campo porque mi padre lo hacía muy bien”, dice Hoffman. “Pero en el segundo que leí con Paul y Alana, me emocioné mucho. Fue como, ‘Dios mío, necesito hacer esto’”.

Ahora todo cambió. Cuando Hoffman, de 18 años, estaba filmando “Licorice Pizza”, le sorprendió lo cómodo que se sentía a pesar de que era su primera película. Aquí estaba él, haciendo lo que había evitado durante mucho tiempo, y amándolo. Una década después de que el padre de Hoffman fuera una figura constante en las películas de Anderson - como olvidar “The Master”- su hijo mayor ocupaba su lugar en otro plató del cineasta.

“De alguna forma extraña, me sentí como si estuviera poniéndome en los zapatos de mi papá”, dijo Hoffman en una entrevista reciente. “Realmente fue esa sensación de ‘quizá esto es lo que él sentía’. Fue una rara experiencia extracorporal. Me sentí increíblemente cerca de mi papá durante todo el proceso de filmación”.

“Es emotivo ver a alguien que se ha ido en una película, pero me encanta ver a mi papá. Es un actor brillante”

 

UNA PRODUCCIÓN FAMILIAR

“Licorice Pizza”, que sorpresivamente resiste en la cartelera de cine y lleva vendidas más de 40 mil entradas, se desarrolla en la década de 1970 en el Valle de San Fernando en California, de donde es originario Anderson, justo al otro lado de las montañas de Hollywood. Su elenco está lleno de amigos y familia. Las hermanas rockeras de Haim, quienes aparecen en la película, han sido amigas de los Anderson por mucho tiempo. Maya Rudolph, la esposa de Anderson, y sus hijos también actúan en ella, al igual que Sean Penn, Bradley Cooper, Tom Waits y George DiCaprio, el papá de Leonardo.

Pero en la mezcolanza de familia y celebridades en la película, la conmovedora presencia de Hoffman es algo aparte. Él le da a la soleada película de Anderson una sinceridad fresca: la mayoría de las veces, está sonriendo o corriendo, como un niño jugando. También hay conexiones que son difíciles de pasar por alto: en “Embriagado de amor”, de Anderson, Philip Seymour Hoffman interpretó a un vendedor de colchones; en “Licorice Pizza”, Cooper vende camas de agua.

“Es uno de los hilos cinematográficos unidos que nadie podría haber previsto o predicho”, dijo Anderson, riendo. “Sin embargo, ¡aquí estamos! Mira cómo rodaron los dados. Los agitas, los dejas rodar por el tablero y dices, ‘¿puedes creerlo?’”.

Porque así como Hoffman no se propuso actuar en “Licorice Pizza”, Anderson inicialmente no trató de elegirlo. Pero después de hacer audición a otros que carecían de la autenticidad deseada, Anderson recurrió a Hoffman, a quien conocía desde que era un niño. También lo había dirigido antes, en películas caseras para iPhone que Anderson filmaba con su hijo Jack, las cuales describe como “generalmente situaciones basadas en ‘Mission: Impossible’”. Cooper interpretaba al villano.

“Se lo toma igual de en serio”, dijo Hoffman sobre las películas caseras de Anderson. “Yo reía y él me decía: ‘Cooper, tienes que dominar la escena’. De alguna manera me preparó a una escala mucho menor para ‘Licorice Pizza’”.

LA PRIMERA VEZ

Pero nada pudo haber preparado a Hoffman para el primer día de filmación. Debido a la apretada agenda de Bradley Cooper, comenzaron por rodar el muy comentado encuentro con Jon Peters (Cooper). En su primera escena, Hoffman se encuentra cara a cara con una de las estrellas más grandes de Hollywood, en un intercambio exagerado en el que Cooper se enfrenta agresivamente a Hoffman.

“Creo que nunca me había sentido más nervioso en toda mi vida”, dijo Hoffman. “La primera toma me puse a temblar. Paul no la usó, obviamente, porque yo estaba tartamudeando”.

Hoffman, sin embargo, rápidamente se dio cuenta de lo mucho que amaba el arduo trabajo comunal de hacer cine. Todavía no tenía su licencia de conducir, por lo que Haim a menudo lo llevaba al set o al restaurante de comida rápida In-N-Out para almorzar. Hoffman tenía 11 años cuando su padre murió en 2014, por lo que su afición por las películas de Anderson surgió principalmente después. Cuenta películas como “Boogie Nights” y “The Master” entre sus favoritas. “Claro que es emotivo ver a alguien que se ha ido en una película. Pero me encanta ver a mi papá. Creo que es un actor brillante. Sé que soy parcial, pero realmente creo que eso es verdad’”, afirmó el joven actor.

“Me sentí como si estuviera poniéndome en los zapatos de mi papá, me sentí cerca de mi papá en el rodaje”

 

Hoffman, cuya madre es la diseñadora de vestuario Mimi O’Donnell, tiene dos hermanas menores. Antes de “Licorice Pizza”, había evitado en gran medida la vida pública. “Creo que la atención me asusta un poco”, dijo. Algunos recordarán las lindas fotografías de Cooper y su padre junto a la cancha en un partido de los Knicks. (Hoffman sigue siendo un fan). Su cabello rojo, dijo, ha llevado a que algunos lo comparen con el personaje de su padre en “Boogie Nights”, Scotty.

“No sé si tomar eso como un cumplido o no”, dijo Hoffman.

Para Anderson, Hoffman también se parece mucho a su madre. “Tiene sus ojos y su sonrisa”, dijo. Y desde muy pequeño, Hoffman ha sido sencillamente él mismo. “Sigue siendo el mismo niño empático, sincero, tierno e hilarante que conocí cuando tenía 2 años”, dijo Anderson. “Es más o menos exactamente igual. Su más grande rasgo es la empatía”.

Eso hizo que Anderson fuera especialmente protector con Hoffman: el director incluso comparó ver a Hoffman dar un paso adelante con ver a su hijo andar en bicicleta por una curva ciega por primera vez. Pero Hoffman ya agarró viaje: nominado a un Globo de Oro y galardonado con el premio a la mejor actuación revelación por la Junta Nacional de Reseñistas, actualmente estudia actuación en Nueva York inspirado por su experiencia en “Licorice Pizza”. “Ahora, por el momento, tengo muchas ganas de ser actor. Y lo estoy haciendo”.

 

 

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